Crece la presi¨®n sobre Obama en torno a su pol¨ªtica de deportaciones
A las marchas de inmigrantes de este s¨¢bado para que el presidente suspenda las expulsiones, se suma un editorial del 'Times' que censura la insuficiencia de su estrategia migratoria
¡°Necesito a mi marido. Mi hija no lo ha visto desde que naci¨®¡±. Quien as¨ª se queja es Naira Zapata, cuyo marido, Ardany Rosales, fue deportado de Estados Unidos hace varios a?os. Zapata uno de los miles de inmigrantes que el s¨¢bado se manifest¨® en las principales ciudades de Estados Unidos para exigir al presidente Barack Obama que suspenda las expulsiones de los ciudadanos indocumentados en tanto se aprueba la ansiada reforma migratoria. La par¨¢lisis en la que est¨¢ sumida esta legislaci¨®n, desde que llegara a la C¨¢mara de Representantes a mediados del a?o pasado, ha incrementado la presi¨®n pol¨ªtica y social sobre el presidente a quien se le se?ala como principal responsable del incremento de las deportaciones y al que se le pide que apele a su poder ejecutivo para detenerlas temporalmente. Una cr¨ªtica a la que se ha sumado este domingo The New York Times en un duro editorial.
¡°Ha sido frustrante contemplar c¨®mo sus promesas en materia de reforma migratoria se han desvanecido entre alegatos de impotencia y culpas a otras¡±, se?ala el Times. ¡°La Administraci¨®n Obama est¨¢ deportando personas a un ritmo m¨¢s alto que el de cualquier otro presidente¡±. El peri¨®dico se hace eco de la cifra de dos millones de deportados que tiene previsto alcanzar esta primavera, tras cinco a?os en el poder, el actual Gobierno estadounidense, un n¨²mero? superior del que registraron a lo largo de sus dos legislaturas, George W. Bush -dos millones en ocho a?os- y Bill Clinton -no lleg¨® al mill¨®n-. El diario neoyorquino se suma a las peticiones de las asociaciones de inmigrantes y de derechos civiles a favor de que el presidente emplee las prerrogativas que le brinda el poder Ejecutivo para suspender temporalmente las expulsiones de aquellos que, de haberse aprobado ya la ley en materia de inmigraci¨®n, entrar¨ªan dentro de los par¨¢metros para obtener la ciudadan¨ªa.
¡°Hay un poder del Gobierno, el Ejecutivo, que tiene autoridad para hacer mucho m¨¢s ante la falta de una reforma migratoria¡±, puntualizan desde United We Dream, una de las organizaciones que promovieron las manifestaciones de este s¨¢bado. En 2012, a las puertas de la campa?a electoral, Obama suspendi¨® durante dos a?os las deportaciones de los llamados dreamers, los j¨®venes que llegaron a EE UU con sus padres sin documentaci¨®n alguna pero que han crecido y estudiado en este pa¨ªs, una medida que contemplaba a 1,8 millones de personas, de acuerdo con el Gobierno. Ahora, al presidente se le exige que, si no puede hacer algo similar con el resto de indocumentados, prorrogue la vigencia de la orden ejecutiva que dict¨® hace dos a?os.
La Casa Blanca, sin embargo, se ha mostrado reacia a recurrir de nuevo a las ¨®rdenes ejecutivas alegando que esa estrategia podr¨ªa exponer al presidente a m¨¢s cr¨ªticas por parte del Partido Republicano sobre el abuso de su poder, perjudicando, adem¨¢s, un potencial acuerdo para aprobar la reforma. Muchos analistas han visto en el implacable proceso de deportaciones seguido por la Administraci¨®n Obama otra concesi¨®n hacia los conservadores para arrancarles el compromiso para avanzar en la legislaci¨®n migratoria, una estrategia que el The New York Times reprocha en su editorial: ¡°Obama podr¨¢ arg¨¹ir que no puede ser demasiado en¨¦rgico a la hora de paralizar las deportaciones porque eso enfurecer¨ªa a los republicanos y que siempre hay espacio para una soluci¨®n legislativa. ?l ha aparecido a menudo como un simple espectador del bloqueo de la reforma limit¨¢ndose a ver girar la rueda, ofrecer discursos y esperar lo mejor¡±.
Como las asociaciones de inmigrantes, el diario exige una pol¨ªtica m¨¢s activa y una reforma de la pol¨ªtica actual de deportaciones que ponga el ¨¦nfasis en expulsar a los miembros de grupos criminales y mafias ¨C¡°los que constituyen verdaderas amenazas¡±, dice The Times- en lugar ¡°aumentar el miedo y la ruptura de familias¡±. Para los inmigrantes hispanos en EE UU el temor a la deportaci¨®n es su principal problema, muy por encima de la obtenci¨®n de la ciudadan¨ªa (55% frente al 35%), de acuerdo con el ¨²ltimo informe del Centro Pew que se public¨® en diciembre del a?o pasado.
Hace unas semanas, el presidente Obama dio orden al Departamento de Seguridad Nacional de revisar la pol¨ªtica de deportaciones para buscar formas de aplicarla de manera m¨¢s humana. La promesa de mandatario, sin embargo, no ha aplacado a la comunidad hispana, como demostraron las manifestaciones de este s¨¢bado. Esta frustraci¨®n puede poner en jaque el apoyo de este sector de la poblaci¨®n a los candidatos dem¨®cratas. ¡°El presidente es directamente responsable de las deportaciones. Le estamos diciendo que puede estar con nosotros o no, pero que no nos d¨¦ nuestro apoyo como algo descontado¡±, advirti¨® hace unos meses Gaby Pacheco, director de Bridge Project, una organizaci¨®n de asesor¨ªa en derechos civiles.
La familia de Zapata es una de las miles que ha sido desmembrada por los efectos de la pol¨ªtica migratoria de este pa¨ªs. Ella, junto a otras v¨ªctimas, tiene previsto mantenerse frente a la Casa Blanca para recordar a su inquilino el drama que rodea a las deportaciones.
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