Tensi¨®n entre Teher¨¢n y Washington por el nuevo embajador iran¨ª ante la ONU

Un visado, o m¨¢s bien la posibilidad de su denegaci¨®n, pone en peligro el acercamiento entre Ir¨¢n y Estados Unidos. Todo empez¨® hace un par de semanas cuando alguien se percat¨® de que el diplom¨¢tico designado para encabezar la misi¨®n iran¨ª ante Naciones Unidas, Hamid Abutalebi, estuvo implicado en la toma de la embajada norteamericana en Teher¨¢n (1979-1980). Desde entonces, una campa?a intenta bloquear su acreditaci¨®n. Aunque todav¨ªa no hay decisi¨®n oficial, la Rep¨²blica Isl¨¢mica ya ha anunciado que considera ¡°inaceptable¡± un rechazo.

¡°El Gobierno estadounidense sabe que este tipo de actitud es completamente inaceptable para nosotros¡±, declar¨® el ministro iran¨ª de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, en Viena, donde est¨¢ semana ha participado en una nueva ronda de negociaciones nucleares con las grandes potencias.

Zarif, que respond¨ªa a preguntas de periodistas norteamericanos, defendi¨® la elecci¨®n de Abutalebi como uno de sus ¡°diplom¨¢ticos m¨¢s experimentados y racionales¡±. El veterano funcionario, que debiera tomar posesi¨®n el pr¨®ximo julio, ha sido con anterioridad embajador en Australia, la Uni¨®n Europea, B¨¦lgica e Italia.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo el martes que el nombramiento no era a¨²n firme y se?al¨® que hab¨ªan ¡°informado al Gobierno de Ir¨¢n de que esa posible elecci¨®n no era viable¡±. La v¨ªspera, el Senado vot¨® por unanimidad prohibir la entrada en EE UU de Abutalebi, al que acusa de haber participado en la toma de rehenes de la Embajada norteamericana.

Al parecer, las delegaciones en la ONU hace meses que sab¨ªan que el presidente iran¨ª, Hasan Rohani, hab¨ªa elegido a Abutalebi para el puesto. Pero no fue hasta que Bloomberg revel¨® su implicaci¨®n en aquel ominoso indicente, cuando se inici¨® la movilizaci¨®n.

¡°Es una desgracia si el Gobierno de EE UU acepta [conceder] el visado a Abutalebi como embajador iran¨ª ante la ONU¡±, declar¨® el ex reh¨¦n Barry Rosen en un comunicado difundido por Reuters.

El diplom¨¢tico, por su parte, ha negado haber participado en el asalto a la embajada. Seg¨²n sus declaraciones al digital iran¨ª Khabaronline, se limit¨® a actuar como int¨¦rprete durante la liberaci¨®n de 13 mujeres y afroamericanos. El resto de los 52 empleados estuvieron secuestrados durante 444.

Desde entonces Estados Unidos cort¨® sus relaciones con Ir¨¢n, una decisi¨®n que sin duda ha marcado la pol¨ªtica regional durante estas d¨¦cadas. Este nuevo roce se produce justo cuando ambos pa¨ªses iniciaban un relativo acercamiento, tras haber alcanzado el pasado noviembre un preacuerdo para desbloquear el contencioso por el programa nuclear iran¨ª. De momento, o no parece haber afectado las negociaciones en curso en Viena. Sin embargo, corre el riesgo de agrandar los recelos mutuos.

Alg¨²n funcionario norteamericano ha dado a entender que la elecci¨®n de Abutalebi podr¨ªa ser una ¡°provocaci¨®n intencionada¡±, dada la sensibilidad que existe en EE UU respecto a la crisis de los rehenes. Ir¨¢n, por su parte, ha dejado claro que ve el eventual veto como una intromisi¨®n inaceptable.

Como pa¨ªs anfitri¨®n de la ONU, EE UU est¨¢ obligado a facilitar visados a los diplom¨¢ticos destinados a su sede en Nueva York, por un acuerdo firmado en 1947. No obstante, el Departamento de Estado ha dicho en los ¨²ltimos d¨ªas que pueden existir excepciones en casos de ¡°seguridad, terrorismo y pol¨ªtica exterior¡±, algo que otros pa¨ªses disputan.

Aunque nadie recuerda precedentes en que se haya negado el visado a un embajador, el a?o pasado el presidente sudan¨¦s, Omar al Bachir, acusado de cr¨ªmenes de guerra en Darfur, no pudo dirigirse a la Asamblea General porque su solicitud de visado qued¨® pendiente. Adem¨¢s, en 2012, los medios iran¨ªes denunciaron que EE UU no hab¨ªa autorizado la entrada a una veintena de funcionarios, incluidos dos ministros, que pretend¨ªan acompa?ar a la Asamablea General a su entonces presidente, Mahmud Ahmadineyad. Sin embargo, otros dirigentes acusados de cr¨ªmenes o contrarios a las pol¨ªticas de Washington han podido entrar en el pa¨ªs.

Incluso si Abutalebi recibe finalmente el visado para representar a Ir¨¢n ante la ONU, se trata de un permiso muy limitado que no le permite moverse libremente por EE UU. Al igual que los diplom¨¢ticos de otros pa¨ªses que no est¨¢n en buenos t¨¦rminos con Washington, como Corea del Norte o Siria, sus desplazamientos est¨¢n limitados a un radio de 40 kil¨®metros desde la plaza de Col¨®n, en el centro de Manhattan.