Estados Unidos: cuatro revoluciones
No todo va bien en EE UU, pero en ¨¢reas como la manufactura es un error creer que est¨¢ en decadencia
Muchos creen que Estados Unidos est¨¢ muy mal. ?Las pruebas? Lo que sucede en Crimea y Siria, lugares donde el poder¨ªo norteamericano no se ve por ning¨²n lado. Un pa¨ªs pol¨ªticamente dividido e inaceptablemente desigual en la distribuci¨®n del ingreso. El raudo ascenso del rival chino. La lista de cosas que no le van bien a esta agobiada superpotencia es a¨²n m¨¢s larga. Y enga?osa. Todas estas debilidades existen y algunas de ellas son graves; la desigualdad econ¨®mica, por ejemplo. Pero tambi¨¦n hay algunas ¨¢reas en las cuales a EE UU le va muy bien, y que est¨¢n en camino de ir a¨²n mejor. Una de ellas es la industria manufacturera. La combinaci¨®n de los bajos precios de la energ¨ªa con las mejores y m¨¢s innovadoras tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, nuevos materiales y rob¨®tica producir¨¢ una revoluci¨®n manufacturera que no solo transformar¨¢ la econom¨ªa de EE UU, sino que nos afectar¨¢ a todos.
Pero antes de detallar esto, es ¨²til tener en mente algunos datos. Seg¨²n Martin Baily y Barry Bosworth, de Brookings Institution, en los ¨²ltimos 50 a?os la producci¨®n industrial de EE UU ha crecido al mismo ritmo (y a veces m¨¢s r¨¢pidamente) que la econom¨ªa en su conjunto. Por ello, el peso de la manufactura en el total de la econom¨ªa norteamericana se ha mantenido constante. Este hallazgo contradice la impresi¨®n generalizada de que las f¨¢bricas est¨¢n desapareciendo. Por el contrario, en 2010 EE UU contaba con el sector industrial m¨¢s grande del mundo. Y si bien China acaba de sobrepasarlo, sigue siendo una potencia manufacturera. El problema es que esta expansi¨®n industrial se ha hecho con tales avances en la productividad que la mayor producci¨®n no ha generado un aumento proporcional en nuevos puestos de trabajo. Se produce mucho m¨¢s, pero con menos trabajadores. Desde el a?o 2000, EE UU ha perdido 5,7 millones de empleos en este sector.
Una de las principales razones fue la crisis econ¨®mica que comenz¨® en 2008. Pero otra muy importante es que en EE UU el crecimiento de la manufactura ha ocurrido primordialmente en una sola rama: computaci¨®n y equipos electr¨®nicos. El 90% de la manufactura que no tiene que ver con la electr¨®nica ha venido reduci¨¦ndose y su productividad crece mucho m¨¢s lentamente. Otro dato importante es que, a pesar de su enorme tama?o, EE UU importa desde 1980 m¨¢s manufacturas de las que exporta. Adem¨¢s, en la ¨²ltima d¨¦cada casi todo lo que importa proviene de Asia y especialmente de China. Los n¨²meros son espectaculares: en 2000, el 75% de todo el d¨¦ficit comercial en manufacturas de EE UU se deb¨ªa a la diferencia entre lo que importaba y exportaba a Asia. Para el 2012 llego a ser casi a ser el 100% del d¨¦ficit ¡ªes decir, que Asia es la ¨²nica regi¨®n del mundo de la cual EE UU importa m¨¢s manufacturas de las que le exporta¡ª. Y si en 2000 solo un tercio del d¨¦ficit en comercio de manufacturas con Asia se concentraba en China, para 2012 ese d¨¦ficit con el gigante asi¨¢tico aument¨® hasta alcanzar un enorme 72%.
Seg¨²n Baily y Bosworth, todo esto est¨¢ a punto de cambiar dr¨¢sticamente gracias a cuatro revoluciones: en energ¨ªa, rob¨®tica, materiales y el uso de la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n aplicada a la manufactura. EE UU pronto tendr¨¢ precios de gas natural que estar¨¢n por debajo del promedio mundial, lo cual le dar¨¢ una ventaja competitiva ¨²nica a sus industrias. Esto se debe a las nuevas tecnolog¨ªas que permiten extraer gas y petr¨®leo atrapado en las rocas de esquisto. EE UU tiene las segundas mayores reservas del mundo de este recurso y ha sido pionero en el desarrollo de las t¨¦cnicas para explotarlo.
La segunda revoluci¨®n ocurre en la automatizaci¨®n y la robotizaci¨®n de las plantas manufactureras. Los precios de los robots est¨¢n cayendo, mientras aumentan su precisi¨®n y las tareas que llevan a cabo. Naturalmente esto tiene graves repercusiones para la creaci¨®n de empleos, a medida que los trabajadores son reemplazados por m¨¢quinas. La revoluci¨®n en nuevos materiales que combinan la nanotecnolog¨ªa con la biotecnolog¨ªa abre inusitadas y muy prometedoras posibilidades de nuevos productos y procesos productivos, que otros pa¨ªses no podr¨¢n f¨¢cilmente replicar. Y finalmente, la profundizaci¨®n del uso de Internet, Big Data, la conexi¨®n y comunicaci¨®n entre cada vez m¨¢s aparatos y cosas, la impresi¨®n de dise?os en tres dimensiones tambi¨¦n revolucionar¨¢ la manufactura. Empresas como General Electric est¨¢n comenzando a trasladar operaciones de manufactura de Asia a Silicon Valley (California) para aprovechar la cercan¨ªa con las empresas l¨ªderes en nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n. Y el ahorro en costes de transporte desde Asia as¨ª como los menores costos de energ¨ªa les dar¨¢n grandes ventajas.
No todo va bien en EE UU. Pero en algunos ¨¢mbitos es un error suponer que es una potencia en decadencia.
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