Los recortes alejan a los capitanes de abril de los actos de la revoluci¨®n de los claveles

En la misma plaza lisboeta en la que hace 40 a?os se rindi¨® el dictador Marcelo Caetano (saliendo del cuartel general de la polic¨ªa dentro de un carro blindado para evitar la ira del pueblo) los miembros de la Asociaci¨®n 25 de Abril, donde se agrupan los militares que se levantaron en 1974, celebraron hoy viernes el aniversario por su cuenta, a la misma hora que discurr¨ªa la ceremonia oficial en la Asamblea de la Rep¨²blica. Fue su manera de protestar contra las pol¨ªticas del Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho y sus medidas de austeridad impuestas por la troika. No estuvieron solos: miles de personas abarrotaron el Largo de Carmo enarbolando claveles rojos, s¨ªmbolo de aquella revoluci¨®n que acab¨® en Portugal con 50 a?os de dictadura. El mismo M¨¢rio Soares, expresidente de la Rep¨²blica, ex primer ministro y referencia hist¨®rica del socialismo portugu¨¦s, prefiri¨® acompa?ar a los viejos militares que escuchar en el Parlamento portugu¨¦s el discurso del presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva. ¡°Pues claro que estoy aqu¨ª¡±, dijo Soares a un periodista de televisi¨®n. ¡°Y la gente sabe que yo iba a estar aqu¨ª. Este Gobierno tiene que irse¡±.

Vasco Louren?o, uno de los militares que particip¨® en aquella acci¨®n y hoy presidente de la Asociaci¨®n 25 de abril, explic¨® que desde el principio hab¨ªan rechazado la invitaci¨®n a asistir a la ceremonia oficial. ¡°Pero la presidenta de la Asamblea de la Rep¨²blica nos pidi¨® que acudi¨¦ramos dado que este a?o se celebra el 40 aniversario. Yo le contest¨¦ que bien, pero que nos ten¨ªa que dejar hablar, dar un discurso. No estuvo de acuerdo. Y decidimos venir aqu¨ª¡±, explicaba.

En su discurso alternativo, Louren?o acus¨® al Gobierno de haber traicionado los valores que entonces defendieron los capitanes, de condenar al pa¨ªs al empobrecimiento creciente y progresivo, de haber hecho perder derechos adquiridos a la poblaci¨®n a base de recortes y de haber dejado la soberan¨ªa del pa¨ªs en manos de los dict¨¢menes de la troika.

En otro barrio de la ciudad, no muy lejos de ah¨ª, a la misma hora, el presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva (que cosech¨®, por cierto, una sonora pitada al ser citado por Louren?o) invitaba solemnemente a todas las fuerzas pol¨ªticas a empe?arse en el consenso y se mostr¨® preocupado ¡°con el creciente insatisfacci¨®n del sistema pol¨ªtico del pa¨ªs¡±.