Los titubeos europeos ante la crisis de Ucrania impacientan a EE UU
Intenso debate en la Casa Blanca sobre la respuesta a Putin
Los malentendidos entre Estados Unidos y Europa, una constante en la pol¨ªtica internacional de las d¨¦cadas recientes, han resurgido con motivo del conflicto en Ucrania. Nada comparable a las tensiones por la guerra de Irak, ni siquiera por el espionaje de la NSA, pero las dudas de los grandes pa¨ªses europeos a la hora de aprobar sanciones m¨¢s duras contra la Rusia del presidente Vlad¨ªmir Putin, como desea la Administraci¨®n Obama, empiezan a impacientar a los norteamericanos.
El estereotipo de una Europa al¨¦rgica al conflicto y siempre dispuesta a contemporizar con reg¨ªmenes autoritarios ¡ªcultivado con esmero por la Administraci¨®n Bush en la d¨¦cada pasada, durante la guerra de Irak¡ª vuelve a circular por Washington. El presidente de EE UU, Barack Obama, intentar¨¢ el viernes una exhibici¨®n de unidad ante Putin con la canciller Angela Merkel, su interlocutora privilegiada en esta crisis.
Merkel visita la Casa Blanca unos d¨ªas despu¨¦s de que Estados Unidos y la Uni¨®n Europea (UE) aprobaran una nueva ronda de sanciones financieras a Rusia, que apuntan a personas clave del entorno del presidente Putin pero eluden el castigo a sectores econ¨®micos enteros como el energ¨¦tico. La posibilidad de una ayuda militar al Gobierno de Ucrania para frenar el acoso ruso queda descartada de momento.
¡°Ya se han decidido nuevas sanciones: creo que con esto es suficiente¡±, dijo esta semana, en una conversaci¨®n en Washington, Horst Teltschik, exconsejero de seguridad del canciller democristiano Helmut Kohl. Miembro del establishment alem¨¢n proatlantista, Teltschik fue el negociador de Kohl en los momentos m¨¢s delicados del fin de la guerra fr¨ªa y organiz¨® durante a?os la Wehrkunde, el Davos de la defensa que anualmente se celebra en M¨²nich. ¡°No estoy a favor de sanciones, porque te da?an a ti mismo. El da?o a Rusia es m¨ªnimo¡±, argument¨®.
Veteranos del fin de la guerra fr¨ªa lamentan la tensi¨®n con Mosc¨² y piden di¨¢logo
Teltschik no representa a la canciller Merkel, aunque se mueve en la esfera de su partido, la CDU. S¨ª representa, en cambio, lo que el senador republicano John McCain ¡ªcandidato a la Casa Blanca en el 2008 y el m¨¢s influyente de los halcones en el Capitolio¡ª denomina, con desprecio, ¡°el complejo industrial¡± que, en su opini¨®n, ¡°parece gobernar¡± la Alemania de hoy, y que impide a EE UU y sus aliados europeos aprobar sanciones m¨¢s contundentes contra Mosc¨².
Las reticencias no se explican s¨®lo por la dependencia del gas ruso. Unas 6.500 empresas alemanas hacen negocio con Rusia, seg¨²n Teltschik. ¡°Sin duda, esto es mucho negocio¡±, dice. ¡°Pero tambi¨¦n tenemos intercambios de j¨®venes, culturales, cient¨ªficos¡±. El di¨¢logo, recuerda, fue la clave para que el derrumbe de la Uni¨®n Sovi¨¦tica ocurriera sin traumas. ¡°En 1990, el canciller Kohl firm¨® 22 tratados y acuerdos con Rusia¡±, dice. ¡°S¨®lo hab¨ªa un objetivo: alinear Rusia [con Europa y EE UU]¡±.
No le inquietan las im¨¢genes recientes de otro excanciller, el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, festejando su septuag¨¦simo aniversario junto a Putin, en San Petersburgo. ¡°Si hay una oportunidad para hablar de Ucrania con Putin de manera razonable, dej¨¦mosles celebrar el cumplea?os juntos. Putin es mucho mejor que los Breznevs y Andropovs. Conoc¨ª a estos tipos¡¡±, dice rememorando a los viejos l¨ªderes sovi¨¦ticos.
El 'halc¨®n' McCain achaca la
Otro veterano de aquellos tiempos, el general Brent Scowcroft ¡ªart¨ªfice junto al presidente George Bush padre y otros de la victoria occidental en la guerra fr¨ªa¡ª tambi¨¦n promueve el di¨¢logo. ¡°Deber¨ªamos hablar con Putin. No creo que debamos convertir esto en una nueva guerra fr¨ªa¡±, dice el republicano Scowcroft, consejero de seguridad nacional con los presidentes Gerald Ford y Bush padre. ?l, como Teltschik, aprecia el valor de la cooperaci¨®n con Rusia, que permiti¨® acabar la guerra fr¨ªa sin violencia.
Las conversaciones con Teltschik y Scowcroft ¡ªveteranos cold warriors, o combatientes de la guerra fr¨ªa¡ª se desarrollaron en los pasillos del Atlantic Council, un laboratorio de ideas de Washington, donde se celebraba un foro sobre EE UU y Europa. Ante el mismo foro, el secretario de Estado, John Kerry, describi¨® la inestabilidad en Ucrania como ¡°una llamada de alarma¡± para reforzar la alianza transatl¨¢ntica y, tras dos d¨¦cadas ocupada en misiones de paz y guerras en pa¨ªses fuera de su territorio natural, reavivar la misi¨®n primigenia de la OTAN: defender las fronteras de los pa¨ªses miembros.
La divisi¨®n no es ¨²nicamente entre Europa ¡ªm¨¢s cauta¡ª y EE UU. Tambi¨¦n es una divisi¨®n entre los pa¨ªses vecinos de Rusia, que se sienten amenazados por la agitaci¨®n en Ucrania, y los pa¨ªses con econom¨ªas entrelazadas con la rusa (Alemania) o con intereses financieros en una buena relaci¨®n con Mosc¨² (Reino Unido).
Y es una divisi¨®n dentro de la propia Administraci¨®n Obama, entre quienes piden sanciones m¨¢s duras y quienes, como el presidente, prefieren consensuarlas con la UE, como hasta ahora. Las sanciones unilaterales de EE UU dar¨ªa pie f¨¢cilmente a que Putin fomentara la divisi¨®n en la OTAN. La desventaja de mantener las filas cerradas ¡ªy, por tanto, conformarse con el m¨ªnimo com¨²n denominador a la hora de sancionar a Putin¡ª es que el dem¨®crata Obama puede acabar preso de los frustrantes procesos de decisi¨®n de los 28, casi como un miembro m¨¢s del club.
Zbigniew Brzezinski, que con Scowcroft es uno de los ¨²ltimos sabios de la pol¨ªtica exterior norteamericana, aconseja a Obama ir un paso por delante de la UE. Cree que los europeos acabar¨¢n sigui¨¦ndole. En el Atlantic Council Brzezinski, que fue consejero de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter y es de origen polaco, record¨® una reciente y significativa conversaci¨®n entre un destacado pol¨ªtico alem¨¢n y un ejecutivo de la multinacional alemana Siemens:
¡°Esto es terrible¡±, dijo el ejecutivo tras escuchar una diatriba contra Putin. ¡°Acabamos de estar en Mosc¨² y tenemos intereses importantes en Rusia¡±.
¡°Lo que usted dice es interesante¡±, le respondi¨® otro de los presentes, el norteamericano Robert Zoellick, expresidente del Banco Mundial. Y pregunt¨®: ¡°?Qu¨¦ porcentaje de sus ventas globales y acuerdos son con Rusia?¡±
¡°Un 2%¡±, respondi¨® el ejecutivo de Siemens.
¡°?Y cu¨¢nto con nosotros?¡±, repregunt¨® Zoellick, refiri¨¦ndose a los negocios con EE UU.
¡°Un 20%¡±.
Brzezinski relat¨® al p¨²blico del Atlantic Council que en ese momento se hizo el silencio en la sala. Y a?adi¨®: "Todo el mundo hab¨ªa entendido el mensaje. Es recomendable aprender a calcular cu¨¢les son tus intereses¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.