Los presos y sus familias rechazan el nuevo sistema penitenciario de Ecuador
Las organizaciones dicen que no se puede pasar de un sistema corrupto y permisivo a uno de "primer mundo" de un d¨ªa para otro
En Ecuador se puso un cerrojo definitivo a la prisi¨®n m¨¢s antigua del pa¨ªs, el antiguo penal Garc¨ªa Moreno. Esta c¨¢rcel, inspirada en los pan¨®pticos del siglo XVIII, se levant¨® hace 140 a?os en lo que era la periferia de Quito, pero con el crecimiento de la urbe qued¨® atrapada en el centro de la ciudad y se rode¨® de vecinos, comercios, escuelas y hasta de un mercado. La clausura de este complejo penitenciario era inminente, sobre todo porque hab¨ªa superado con creces su capacidad inicial para acoger a 400 presos y albergaba a cerca de 2.000.
El traslado de los primeros 351 reos se hizo en febrero pasado, a escasos dos d¨ªas de que los quite?os eligieran al nuevo regidor de la ciudad y fue tomado como una t¨¢ctica electoral del alcalde que buscaba la reelecci¨®n y que hab¨ªa prometido sacar la c¨¢rcel de la ciudad. El traslado de los ¨²ltimos 1.600 presos que habitaban el expenal se hizo la semana pasada en medio de las protestas de un grupo de familiares y activistas de derechos humanos. En esta acci¨®n tres mujeres fueron detenidas y acusadas de sabotaje por presuntamente insultar al ministro de Interior, Jos¨¦ Serrano, quien lleg¨® al recinto penitenciario para supervisar el traslado de los presos.
La mayor queja del colectivo de familiares de los presos fue que les hab¨ªan reducido la visita semanal de 24 horas a una hora y media
El rechazo a la reubicaci¨®n de los presos se debe a que el nuevo centro de rehabilitaci¨®n social, que se ha levantado a 89 kil¨®metros de Quito, todav¨ªa carece de algunas facilidades. Cuando lleg¨® el primer grupo de reos algunos pabellones todav¨ªa estaban en construcci¨®n y faltaba el muro exterior. Los familiares denunciaron entonces que las nuevas instalaciones penitenciarias no estaban habitables y que los servicios de agua y luz eran intermitentes. Tambi¨¦n hubo reclamos porque se prohibi¨® que los internos tengan objetos personales en sus celdas, ni siquiera una frazada para paliar el fr¨ªo de la zona. Adem¨¢s fueron confinados en sus celdas unipersonales sin ninguna alternativa de rehabilitaci¨®n u ocupaci¨®n al aire libre.
Uno de los tantos testimonios an¨®nimos de los familiares, que fue recogido en un audio que circul¨® por las redes sociales, dec¨ªa: ¡°Yo soy padre de familia de un ciudadano detenido en el recinto carcelario de Latacunga, pero al ir all¨ª me impresiono bastante, la prohibici¨®n de que dentren cosas alimenticias y hasta inclusive un papel higi¨¦nico, eso deber¨ªa ser inhumano, una persona privada de libertad no es un animal, es un ser humano¡±.
V¨ªdeo del traslado de los presos tomado por el Ministerio de Justicia de Ecuador
La mayor queja del colectivo de familiares y amigos de las personas privadas de la libertad fue que les hab¨ªan reducido la visita semanal de 24 horas a una hora y media. Antes los familiares de los presos pod¨ªan ingresar a las c¨¢rceles tres d¨ªas a la semana y permanecer hasta ocho horas cada vez, pero las reglas en la nueva c¨¢rcel cambiaron. Los presos ahora solo pueden recibir a una persona por d¨ªa de un listado de diez que registren en el Ministerio de Justicia.
El grupo de familiares de presos se abri¨® t¨ªmidamente a la prensa a inicios de marzo. En estas primeras reuniones que se improvisaron en aulas universitarias acordaron llevar su protesta a la Plaza de la Independencia, donde est¨¢ la sede del Gobierno. All¨ª van una vez por semana, los lunes generalmente, cuando se da el cambio de guardia en al Palacio Presidencial. No son muchos y visten prendas de color blanco.?Tambi¨¦n han puesto en l¨ªnea un blog en el que han expuesto las precarias condiciones en las que viven sus familiares y hasta han colgado un manuscrito de los presos, en el que expresan su situaci¨®n en sus propias palabras y piden ayuda.
Lady Zu?iga asumi¨® la Cartera de Justicia por las mismas fechas en que se estaba consolidando el grupo de familiares de los presos y defendi¨® el sistema penitenciario sobre todas las quejas. Lo poco que se sabe de este nuevo sistema es que las nuevas infraestructuras y el modelo de gesti¨®n est¨¢n basados en el modelo franc¨¦s, aunque?a priori lo que se ha visto es una reducci¨®n de los privilegios que ten¨ªan los presos. El Estado est¨¢ dotando de los art¨ªculos de primera necesidad a los reos para evitar la extorsi¨®n y les ha entregado los uniformes de color naranja.
Ir all¨ª me impresion¨® bastante, la prohibici¨®n de que entren?cosas alimenticias y hasta papel higi¨¦nico, eso es inhumano, un preso no es un animal, es un ser humano
Padre de un recluso
Las cr¨®nicas de la prensa local contaban con frecuencia que los presos de las antiguas c¨¢rceles ecuatorianas deb¨ªa tener recursos econ¨®micos para costear su celda o cualquier otro servicio. Adem¨¢s los peri¨®dicos narraban que los presos podr¨ªan comprar desde armas cortopunzantes -que pod¨ªa ser una cuchara con punta afilada- hasta armas de fuego. Tambi¨¦n se daba cuenta del tr¨¢fico de alcohol y drogas y se contaban an¨¦cdotas como aquella de que una botella de whisky en Navidad o A?o Nuevo pod¨ªa costar 1.000 d¨®lares.
La nueva ministra ha dicho que est¨¢ trabajando por el bienestar de los reos y que su intenci¨®n es eliminar las mafias que controlaban las c¨¢rceles del pa¨ªs. Este peri¨®dico le ha pedido una entrevista pero todav¨ªa no ha sido concedida.
Las organizaciones de Derechos Humanos mantienen que no se puede pasar de un sistema de rehabilitaci¨®n social permisivo y corrupto a uno de primer mundo de la noche a la ma?ana. Sonia Andrade, activista de Derechos Humanos, que ha trabajado durante 30 a?os en las c¨¢rceles, se?ala que su voz es m¨ªnima frente a lo que dice el Ministerio de Justicia y la Defensor¨ªa del Pueblo. ¡°Es cierto que el Estado ecuatoriano ha invertido un ingente cantidad de recursos para el tema de rehabilitaci¨®n (149 millones entre 2008 y 2012, seg¨²n datos de Justicia) y es indiscutible la voluntad pol¨ªtica que ha tenido frente a este tema, pero los modelos aplicados no se corresponden con la realidad idiosincr¨¢sica del Ecuador, nos manejamos con din¨¢micas distintas a cualquier pa¨ªs primermundista¡±,
La activista cuestiona, sobre todo, que se haya desechado el eje rehabilitador de la unificaci¨®n familiar. ¡°Con este nuevo modelo de sistema penitenciario se disgrega la familia. No creo que este modelo vaya a dar como respuesta lo que las autoridades esperan, menos cuando no ha habido una inducci¨®n ni preparaci¨®n previa. Un centro de rehabilitaci¨®n no debe ser un campo de concentraci¨®n¡±, dice.
Pero el cambio en el sistema penitenciario no tiene vuelta atr¨¢s. Pronto las mujeres que est¨¢n presas en una c¨¢rcel en el norte Quito tambi¨¦n ser¨¢n trasladadas a Latacunga, que tiene una capacidad para albergar a 4.800 personas. Los edificios penitenciarios ser¨¢n intervenidos para cambiar la cara de la ciudad. El expenal Garc¨ªa Moreno, por ejemplo, aspira convertirse en un hotel de lujo, como lo hizo la antigua penitenciar¨ªa estadounidense de Boston, que fue edificada en 1851, y que fue visitada recientemente por el presidente Rafael Correa.
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