Correa amenaza con entrar en la selva a buscar a tres opositores
Un asamble¨ªsta, un m¨¦dico y un periodista llevan m¨¢s de un mes en el territorio amaz¨®nico de Sarayaku, en Ecuador, porque se sienten perseguidos por el Gobierno
La comunidad ind¨ªgena kichwa, en el territorio amaz¨®nico de Sarayaku, Ecuador, est¨¢ en alerta desde el pasado lunes 5 de mayo, cuando un contingente de la polic¨ªa trat¨® de entrar en la zona para buscar al asamble¨ªsta ecuatoriano Cl¨¦ver Jim¨¦nez y sus dos compa?eros, Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa, condenados por haber injuriado al presidente, Rafael Correa. Los tres opositores llevan m¨¢s de un mes refugiados en esta comunidad amaz¨®nica porque aseguran sentirse perseguidos por el Gobierno. Desde su refugio, reclaman que se cumplan las medidas cautelares que les concedi¨® la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el pasado 24 de marzo y que puedan retomar sus trabajos y en el caso del asamble¨ªsta continuar con su labor en la Asamblea Nacional.
Los dirigentes de la comunidad de Sarayaku han manifestado que las tres personas se han internado en la selva y que desconocen su paradero. ¡°Es posible que hayan pasado fuera del territorio sarayaku, no tenemos informaci¨®n, dentro de la selva no se sabe nada¡±, dijo Jos¨¦ Gualinga, presidente de la comunidad, al canal de televisi¨®n Ecuavisa. ¡°Ellos est¨¢n con gu¨ªas, no vamos a permitir que se pierdan en la selva o mueran de hambre y sed¡±.
Gualinga tambi¨¦n advirti¨® que cualquier incursi¨®n del Estado debe ser acordada con ellos previamente. Esto es as¨ª desde que el pueblo en 2003 se quej¨® ante la CIDH porque el Estado permiti¨® que la petrolera argentina CGC entrara en sus territorio sin hacer una consulta previa a sus habitantes ancestrales. El proceso en las cortes internacionales demor¨® casi una d¨¦cada y en 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos fall¨® a favor de los Sarayakus y orden¨® que el Estado limpiara la pentolita que la petrolera hab¨ªa sembrado en su territorio para la exploraci¨®n s¨ªsmica y que indemnizara a la comunidad con 1,3 millones de d¨®lares.
El lunes pasado, la poblaci¨®n tom¨® la pista de aterrizaje al ver llegar a los dos helic¨®pteros de la Fuerza P¨²blica y estos tuvieron que despegar nuevamente ante la resistencia. El Ministro de Interior, Jos¨¦ Serrano, dijo que los habitantes de la comunidad estaban armados y habl¨® de un grupo de paramilitares. Pero estas declaraciones fueron desmentidas por Gualinga, quien asegur¨® que el grupo de seguridad de su comunidad est¨¢ reconocido por el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador.
Se trata de los wios, un grupo que cuida a los dirigentes de la comunidad y tambi¨¦n a los pobladores cuando se internan en la selva. Justamente esta semana una de sus labores fue encontrar a un adulto mayor que se hab¨ªa alejado del centro poblado. El dirigente del grupo de protecci¨®n, Gerardo Gualinga, explic¨® al diario El Comercio que wio es una peque?a hormiga que vive en la Amazon¨ªa, pero que su mordedura produce picaz¨®n y fiebre y hasta la ceguera si la lesi¨®n est¨¢ cerca del ojo. ¡°Chica pero fuerte, as¨ª es una wio; por eso usamos ese nombre para nuestro grupo de seguridad¡±, cont¨® Gualinga.
Sobre las armas, Gualinga ha dicho a varios medios de comunicaci¨®n que el grupo de protecci¨®n usa armas de producci¨®n artesanal, que disparan perdigones, como herramienta de cacer¨ªa para sustentar a sus familias y que Interior al hablar de grupos paramilitares solo quiere justificar la intervenci¨®n en la comunidad.
El presidente Rafael Correa se pronunci¨® sobre el caso en una entrevista que concedi¨® el viernes pasado en radio Ondas Carchenses (Tulc¨¢n, norte del pa¨ªs). Dijo que la Fuerza P¨²blica va a entrar nuevamente. ¡°Diremos por favor entreguen a los pr¨®fugos, y si impiden la acci¨®n de la Polic¨ªa declararemos el estado de emergencia¡±, se?al¨® el primer mandatario.
La comunidad est¨¢ al tanto de las noticias por las tres radios que escuchan en el centro poblado. Cada noche se juntan para escuchar las noticias de la capital. Aparte de esto siguen con sus actividades normales; las mujeres se dedican al cultivo de sus alimentos en sus chacras y los hombres se internan en la selva para cazar. Los ni?os aprenden sus materias en kichwa y espa?ol y se mantienen alejados de la modernidad. No cuentan con carreteras y por eso la comunidad controla qui¨¦n entra y qui¨¦n sale del territorio. Los visitantes solo acceden por aire. El trayecto fluvial por el r¨ªo Bobonaza tarda de dos a tres d¨ªas y por tierra son unos ocho d¨ªas de camino, pero solo los nativos se atreven.
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