Entre temblores, los mexicanos temen a ¡®The Big One¡¯
Los habitantes de M¨¦xico se preguntan si dos sismos en menos de una semana son la antesala a un potente terremoto
Los habitantes de la Ciudad de M¨¦xico se han acostumbrado a pasar horas en el coche para recorrer cortos tramos, a que un d¨ªa que comienza con sol pueda acabar con un chubasco ¨¦pico y hasta el ocasional asalto a mano armada. Pero son contados los habitantes de esta urbe de 22 millones de habitantes que no se salen de quicio cuando el suelo comienza a moverse bajo sus pies. En las ¨²ltimas semanas la capital de M¨¦xico ha registrado varios sismos de mediana y alta intensidad que han hecho preguntarse a m¨¢s de uno si no representan la antesala de un potente terremoto.
La respuesta es no. Pero s¨ª. Lo que el pa¨ªs ha estado registrando en las ¨²ltimas semanas son movimientos ¡°normales¡±, seg¨²n Ra¨²l Valenzuela, del Sistema Sismol¨®gico Nacional. El ¨²ltimo sismo de gran potencia ocurrido en M¨¦xico se registr¨® el 18 de abril, con una magnitud de 7.2 en la escala de Richter. Las sacudidas que han estado asustando a los capitalinos en el mes de mayo son r¨¦plicas de aquel movimiento. ¡°Van a seguir ocurriendo varias semanas, posiblemente un mes o un poco m¨¢s¡±, dice Valenzuela, que recuerda que el terrible sismo de 9.0 en Sendai, Jap¨®n, tuvo r¨¦plicas por algo m¨¢s de un a?o.
Los sismos en M¨¦xico cambian la vida. Annuska Angulo es espa?ola y lleva 12 a?os viviendo en la capital. Vive en Condesa, un c¨¦ntrico barrio bohemio. ¡°Aqu¨ª los se¨ªsmos se sienten m¨¢s acuosos que en otras partes de la ciudad¡±, dice. Est¨¢ buscando un departamento para comprar y ha modificado sus criterios de compra. ¡°Queremos que sea en la ¨²ltima planta o en la primera. En los del medio mueres aplastado¡±, alega.
En la memoria de la Ciudad de M¨¦xico los terremotos tienen un lugar particular. En 1985 uno de magnitud 8.1 cambi¨® el rostro de la capital para siempre. Decenas de edificios colapsaron y una emergencia humanitaria rebas¨® al entonces Gobierno del presidente Miguel de la Madrid. Hace algunos a?os el Gobierno de la ciudad digitaliz¨® todas las actas de defunci¨®n de ese 19 de septiembre, fueron 3.600. Las versiones extraoficiales se?alan que en realidad fueron m¨¢s de 10.000 los que fallecieron ese d¨ªa.
Al doctor Ra¨²l Valenzuela, investigador del departamento de Geof¨ªsica de la Universidad Nacional, le gusta pensar en un aguacate para explicar por qu¨¦ M¨¦xico se cimbra tanto. La c¨¢scara, dice, ser¨ªa lo que en la tierra llamamos corteza. La pulpa es el manto y el hueso ser¨ªa el n¨²cleo. ¡°Esa c¨¢scara o corteza est¨¢ dividida en las placas tect¨®nicas. Son las piezas de un rompecabezas¡±, se?ala.
M¨¦xico est¨¢ afectado por cinco diferentes placas. La mayor¨ªa del pa¨ªs se encuentra en la placa de Am¨¦rica del Norte. La Pen¨ªnsula de Baja California est¨¢ en la del Pac¨ªfico y la parte sur, Chiapas, est¨¢ en la placa del Caribe. En las costas del Pac¨ªfico, entre Jalisco y Chiapas, hay dos placas en el fondo del mar, les llaman la de Cocos y Rivera. ¡°Estas placas subacu¨¢ticas se est¨¢n metiendo por debajo del manto de Am¨¦rica del Norte, creando una zona de subducci¨®n¡±, dice Valenzuela. Los sismos que se han registrado en municipios de Guerrero desde el mes de abril est¨¢n ocurriendo en esa zona.
Las placas tect¨®nicas se est¨¢n moviendo, pero sus orillas se mantienen embonadas. ¡°Esto da una acumulaci¨®n de energ¨ªa¡±, dice Valenzuela. Cuando esos bordes de rocas se rompen tienen un desplazamiento fuerte y r¨¢pido. Esto provoca una onda que viaja cuatro kil¨®metros por segundo y que a su paso aterroriza a quien est¨¢ en la superficie.
Despu¨¦s del terremoto de 1985 el Gobierno de M¨¦xico instal¨® 12 aceler¨®metros en la costa de Guerrero, un estado que tiene una intensa actividad s¨ªsmica. La costa del Pac¨ªfico est¨¢ a 370 kil¨®metros de distancia de capital mexicana. Esa proximidad fue clave para colocar un sistema de sensores que lanzan una alerta.
Las alarmas s¨ªsmicas se han convertido en una herramienta muy popular en la era de los tel¨¦fonos inteligentes. Emiten un sonido que antecede hasta por 60 segundos la llegada de las vibraciones generadas por un sismo. En ese tiempo uno puede ir a un lugar seguro. Sky Alert es una de las alarmas s¨ªsmicas para m¨®viles. Tiene una versi¨®n gratuita en las redes sociales, pero la compa?¨ªa tambi¨¦n ofrece servicios dom¨¦sticos por 600 pesos al mes (46 d¨®lares) y a empresas hasta por 30.000 (2.316 d¨®lares). ¡°Alertamos sismos de una magnitud mayor a cinco¡±, explica Alejandro Cant¨², uno de los directivos de la empresa. El pasado fin de semana, despu¨¦s de dos temblores en menos de tres d¨ªas, tuvieron un pico de 400.000 descargas.
Cant¨² cree que herramientas como esta permiten a la gente ¡°ser m¨¢s consciente de los riesgos que se corren¡±. El acceso a esta informaci¨®n ha hecho creer a algunos que ahora tiembla m¨¢s que antes. Lo cierto es que buena parte del d¨ªa el suelo est¨¢ en movimiento. En su cuenta de Twitter, el Sismol¨®gico nacional report¨® 15 sismos el 14 de mayo y 6 el 15 mayo. La mayor¨ªa de estos movimientos son completamente imperceptibles. ¡°En todo el mundo, en promedio, en un a?o podemos esperar que se produzcan 15 sismos de magnitud entre 7.0 y 7.9. Uno de 8.0 o mayor normalmente se espera que ocurra cada dos a?os¡±, apunta el doctor Valenzuela.
Otra idea muy arraigada en los mexicanos es que es bueno que tiemble constantemente porque eso libera energ¨ªa y evita un sismo m¨¢s potente. ¡°No es correcto¡±, dice el investigador. ¡°Si quisi¨¦ramos evitar un sismo de magnitud ocho necesitar¨ªamos tener 900 sismos de magnitud seis en su lugar. Imag¨ªnese usted la locura si tuvi¨¦ramos 900 sismos¡±, se?ala.
En poco m¨¢s de un siglo M¨¦xico s¨®lo ha vivido tres terremotos de magnitud 8.0 o mayores. El primero y m¨¢s fuerte, de 8.2, tuvo su epicentro en las costas de Jalisco. Tuvieron que pasar m¨¢s de 50 a?os para que se volviera a registrar uno de esa fuerza. Fue en 1985, con una magnitud de 8.1 registrado en Michoac¨¢n. El m¨¢s reciente sucedi¨® en 1995 y fue de 8.0.
Desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas los investigadores llevan un minucioso seguimiento de las zonas m¨¢s activas en el mundo a la espera de lo que los geof¨ªsicos americanos han llamado The big one, un sismo de magnitud 9.0. ¡°No se puede descartar. No podemos saber cu¨¢ndo, pero en alg¨²n momento se va a producir. Ni aqu¨ª, ni en Chile o China se puede hacer una predicci¨®n¡±, se?ala el doctor Valenzuela.?
Carolina Vegas lleva tres a?os en la Ciudad de M¨¦xico. A¨²n no se acostumbra. ¡°Entiendo que despu¨¦s de cada sismo la gente piense en irse de M¨¦xico y no quiera volver m¨¢s¡±, se?ala. Tiene un recuerdo claro de la sacudida del pasado 18 de abril. Eran las nueve de la ma?ana. ¡°Llor¨¦ del miedo. Tuve la imagen v¨ªvida de que qued¨¢bamos enterrados en el tri¨¢ngulo de la vida (una zona de seguridad de cada piso para evitar morir por aplastamiento) y me tocaba comerme a mi esposo para sobrevivir. Y yo no quiero comerme a mi esposo, por eso empec¨¦ a llorar¡±, recuerda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.