La lista del primer ministro iraqu¨ª logra 92 de los 328 esca?os del Parlamento

La lista del primer ministro iraqu¨ª, Nuri al Maliki, fue la m¨¢s votada en las elecciones legislativas del mes pasado, aunque queda lejos de la mayor¨ªa. El Estado de la Ley obtiene al menos 92 de los 328 esca?os del Parlamento, seg¨²n los resultados provisionales hechos p¨²blicos hoy lunes por la Comisi¨®n Electoral. Ese ¨¦xito supone un rev¨¦s para los adversarios pol¨ªticos de Al Maliki, tanto chi¨ªes como sun¨ªes y kurdos, contrarios a que ejerza un tercer mandato. Para lograrlo necesita poner en pie una coalici¨®n que garantice la investidura de su nuevo Gobierno, algo que puede llevar meses.

La televisi¨®n estatal iraqu¨ª eleva a 95 los diputados electos afiliados con el bloque del primer ministro. En cualquier caso, el triunfo de su grupo es evidente. Encabeza los resultados en 10 de las 18 provincias del pa¨ªs y ha obtenido 30 esca?os en Bagdad, donde Al Maliki ha recibido 721.000 votos directos, la cifra m¨¢s elevada para un candidato a nivel nacional. Pero, sobre todo, deja muy lejos a sus opositores.

Los principales rivales del primer ministro han logrado entre los 20 diputados de Al Wataniya (Iyad Alaui) y los 29 de Al Muwatin (Ammar al Hakim). Incluso si estos ¨²ltimos se aliaran con los sadristas, que cuentan con 24 esca?os y el apoyo de 7 independientes, s¨®lo sumar¨ªan 60 legisladores. Esos datos, que ser¨¢n definitivos una vez que la Comisi¨®n Electoral se pronuncie sobre las denuncias de irregularidades en las pr¨®ximas semanas, respaldan sin duda su aspiraci¨®n a un tercer mandato a pesar de la renuencia de sus adversarios.

De hecho, las negociaciones en ese sentido ya parecen estar en marcha. La agencia France Presse se hace eco de una carta que el Estado de la Ley envi¨® a primeros de mes a varias formaciones rivales proponi¨¦ndoles un programa de gobierno. Entre los 18 puntos del plan, destaca el apoyo a los derechos de la mujer, la distribuci¨®n equitativa de los recursos y el rechazo a las pol¨ªticas sectarias, un gui?o para buscar apoyos fuera de la comunidad ¨¢rabe chi¨ª a la que pertenece Al Maliki y tres quintos de los iraqu¨ªes.

Tanto el exprimer ministro Alaui, como el influyente cl¨¦rigo chi¨ª Muqtada al Sadr y el presidente kurdo, Masud Barzani, acusan a Al Maliki de acaparar el poder y exacerbar la violencia interconfesional, que ha causado al menos 3.500 muertos desde principios de a?o. El malestar tambi¨¦n resulta patente en la calle. Sin embargo, los iraqu¨ªes no parecen haber encontrado una alternativa mejor entre los 9.000 candidatos que se presentaron a estas terceras legislativas desde que EEUU derrib¨® a Saddam Husein y las primeras sin tropas extranjeras en el pa¨ªs.

A pesar del desencanto con la falta de servicios p¨²blicos y la par¨¢lisis pol¨ªtica, el 62% de los 22 millones de electores ejercieron su derecho a voto, la misma participaci¨®n que en 2010. Entonces Al Maliki obtuvo 89 esca?os frente a los 90 de Alaui, pero utiliz¨® su control de las palancas del poder para formar una coalici¨®n de Gobierno, lo que le llev¨® casi nueve meses.

Una vez que los resultados sean ratificados, el presidente dispone de 15 d¨ªas para convocar al nuevo Parlamento. Los diputados nombran entonces al primer ministro, al presidente de la C¨¢mara y al jefe del Estado. Seg¨²n una regla no escrita, esos cargos se distribuyen entre las tres principales comunidades: ¨¢rabe chi¨ª, ¨¢rabe sun¨ª y kurda.