Las urnas examinan la unidad europea
El expresidente Sarkozy dinamita la campa?a con su propuesta de eurozona de dos velocidades El exmandatario aboga por la suspensi¨®n temporal de la libertad de circulaci¨®n de personas
Reino Unido y Holanda, dos de los pa¨ªses donde m¨¢s han calado los populismos antieuropeos, iniciaron este jueves el marat¨®n de elecciones al que han sido convocados 380 millones de votantes en 28 pa¨ªses para examinar el estado de la unidad europea. Los comicios a la Euroc¨¢mara ¡ªla cita con las urnas m¨¢s importante del a?o junto con las recientes elecciones en India¡ª son una especie de expedici¨®n al horizonte: a partir del 25-M, Europa se mide con un ramillete de sensacionales desaf¨ªos para redefinir un proyecto tocado, ¡°en fase de fracaso cr¨ªtico¡±, en palabras del expresidente Felipe Gonz¨¢lez.
El ¨²nico control efectivo que ejerce el electorado sobre la pol¨ªtica es su capacidad para expulsar (o no) a un partido del poder. En Europa eso ha sucedido una y otra vez ¡ªcon contadas excepciones: Alemania¡ª desde que empez¨® la Gran Recesi¨®n. Pero el examen, que se alargar¨¢ hasta el domingo, va m¨¢s lejos que esa primera evaluaci¨®n de la gesti¨®n de la crisis: est¨¢n en juego los planes de mayor integraci¨®n y la posible devoluci¨®n de competencias a las capitales, el redise?o de la eurozona, las consecuencias del ascenso de las fuerzas antieuropeas en medio de un eurodesencanto creciente, la amenaza que supone una guerra cerca de las fronteras de la UE ¡ªUcrania¡ª y la potencial fractura que representan los proyectos secesionistas puertas adentro, entre otros asuntos.
La crisis plantea cuestiones fundamentales sobre la forma de vida europea. Hay partidos que ponen en duda la viabilidad del Estado del bienestar, el denominado modelo social europeo que el brasile?o Lula da Silva califica de ¡°patrimonio de la humanidad¡±. Y el resultado de las elecciones influir¨¢ incluso en el futuro de alguno de los pilares b¨¢sicos de la Uni¨®n: la libre circulaci¨®n de personas est¨¢ en entredicho como efecto secundario de los problemas econ¨®micos. El expresidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy sali¨® este jueves de su retiro y dio una fenomenal sacudida a la campa?a con una propuesta en la que reclama un euro de dos velocidades y una suspensi¨®n temporal de los acuerdos de Schengen, que garantizan la libre circulaci¨®n de personas. Sarkozy quiere impedir que los extranjeros puedan retorcer los procedimientos que les permiten penetrar en el ¨¢rea Schengen para elegir el pa¨ªs con prestaciones sociales m¨¢s generosas. Los datos no apoyan esa tesis: no hay apenas turismo de prestaciones, a pesar de la insistencia de Londres, Par¨ªs y Berl¨ªn al respecto, denuncia la Comisi¨®n Europea.
El auge de los populismos cala en algunos grandes partidos
Las ideas de Sarkozy nunca pasan desapercibidas. La l¨ªder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, acus¨® al expresidente de copiarle sus recetas por motivos electorales. Le Pen encabeza los sondeos con un 23% de los votos, a la par del partido conservador de Sarkozy y cinco puntos por delante de los socialistas. Pero no es solo Francia: las encuestas dan una foto fija parecida en varios pa¨ªses, incluidos los dos que votaban este jueves. El grupo antieuropeo y antiinmigraci¨®n UKIP encabeza los sondeos en Reino Unido, por delante de los laboristas y los conservadores. En Holanda, las encuestas auguraban en la campa?a un gran resultado a Geert Wilders, partidario de que el pa¨ªs salga del euro y de expulsar a los marroqu¨ªes.
Ese auge de los populismos ¡ªque podr¨ªan copar en torno a una cuarta parte de los esca?os en la Euroc¨¢mara¡ª va haciendo mella en los debates nacionales; va calando incluso en algunos de los grandes partidos tradicionales. Y pone en peligro bastiones intocables hasta ahora. Las palabras de Sarkozy cuestionan una de las grandes conquistas del proyecto europeo, la libre circulaci¨®n de ciudadanos. El espacio Schengen, que no coincide exactamente con el de la UE sino que ampl¨ªa la movilidad a otros pa¨ªses como Suiza, ha eliminado cualquier obst¨¢culo a la movilidad desde 1995, con grandes ventajas econ¨®micas y sociales. ¡°La UE abre un debate peligroso: si se deben restringir los movimientos de los ciudadanos para evitar el llamado turismo de prestaciones. Pero los estudios demuestran que la gran mayor¨ªa de las personas que se desplazan lo hacen por trabajo o por reagrupaci¨®n familiar¡±, explica Katharina Eisele, investigadora del Centre for European Policy Studies, un laboratorio de an¨¢lisis bruselense. Esta experta se?ala la necesidad de crear una pol¨ªtica migratoria com¨²n, con un enfoque que supere las actuales restricciones y la fragmentaci¨®n de los Estados miembros. Frente al discurso del miedo que impera, Eisele asegura que en apenas unos a?os Europa ¡°va a necesitar m¨¢s inmigraci¨®n para sostener los sistemas europeos. Y lo mejor ser¨ªa empezar ahora a crear un marco¡±.
Est¨¢ en juego seguir con la receta conservadora o permitir cierto viraje
Judy Dempsey, analista de Carnegie Europe, aporta otra raz¨®n para mantener conquistas como la libre circulaci¨®n: ¡°Si Europa debilita esas bases, pierde influencia en el mundo. Y son otros los que ganan¡±. Esta experta combate la idea del coste social que supone mantener la libertad de movimientos. ¡°Los j¨®venes espa?oles que se van, por ejemplo, a Irlanda, dejan de consumir prestaciones sociales en su pa¨ªs para ir a trabajar a otro. En eso consiste Europa¡±, dice.
Pero el examen a la unidad europea tras el 25-M va m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica migratoria. Medir¨¢ a los partidos proeuropeos contra los antieuropeos. Y pondr¨¢ en juego el signo de las grandes pol¨ªticas de la Uni¨®n para los pr¨®ximos tiempos: seguir con la actual receta conservadora o permitir cierto viraje en la pol¨ªtica econ¨®mica; devolver competencias a los socios o seguir con la apuesta federal. Incluso detalles aparentemente m¨¢s t¨¦cnicos como poner en marcha proyectos de mutualizaci¨®n de deudas o permitir reestructuraciones en los pa¨ªses m¨¢s enfangados, como Grecia, dependen en parte de los resultados electorales. ¡°Europa est¨¢ en estado de negaci¨®n¡±, avisa Philip Legrain, exasesor del presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Barroso. ¡°La recuperaci¨®n es extremadamente d¨¦bil, y sin un cambio de pol¨ªticas podemos ver serias crisis pol¨ªticas y sociales. Sin un cambio de rumbo el jaleo volver¨¢ por donde sol¨ªa; quiz¨¢ no con tanta dureza, pero har¨¢ mucho da?o en los pa¨ªses donde ha golpeado m¨¢s fuerte. Se necesita una especie de primavera europea: la UE debe llenar de contenido lemas vac¨ªos como el actual Una uni¨®n cada vez m¨¢s estrecha o sufrir¨¢ de lo lindo¡±, advierte Legrain.
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