Un general libio contra el islamismo
El cabecilla del golpe en Tr¨ªpoli, exrival de Gadafi, es considerado pr¨®ximo a EE UU
Libia ha entrado en erupci¨®n y el ¨²ltimo detonante de esta en¨¦sima espiral de violencia y caos ha sido el general retirado Jalifa Hifter, que el pasado domingo encabez¨® un intento de golpe de Estado contra el Parlamento elegido tras la ca¨ªda en 2011 del dictador Muamar Gadafi. Hifter no es ni mucho menos un novato y est¨¢ cosechando muchos e inesperados apoyos. Tiene un pasado de 70 a?os y una carrera en el Ej¨¦rcito y en el exilio que le retrata como un militar, sobre todo, muy antiislamista y bastante amigo y pr¨®ximo a los Estados Unidos e incluso a la CIA.
El perfil profesional como militar de Jalifa Hifter es m¨¢s controvertido. Primero jefe de la Academia de Artiller¨ªa de Al Mark, su ciudad de la infancia, ya en 1969 ayud¨® y respald¨® a Gadafi en el golpe que le aup¨® en el poder y derroc¨® al monarca King Idris. Pero luego se distanciaron y se convirtieron en grandes enemigos. La brecha se gener¨® tras la ca¨®tica guerra entre Libia y Chad en la d¨¦cada de los 80. Hifter la dirigi¨® pero result¨® un desastre. Murieron m¨¢s de 75.000 libios, hubo miles de torturados y Hifter fue capturado y hecho prisionero. Todo apunta a que Gadafi no movi¨® muchos hilos para su liberaci¨®n. Algunos estrategas cuestionan tambi¨¦n c¨®mo el general se meti¨® en ese avispero sin alternativa clara de salida.
Cuando volvi¨® a Libia mont¨® el Frente de Salvaci¨®n Nacional en la oposici¨®n. Luego cogi¨® las maletas y se refugi¨® en Estados Unidos, en Virginia, en una casa situada muy cerca de la base central que la CIA tiene en Langley, cerca de Washington. All¨ª se parapet¨® casi 20 a?os, manteniendo reuniones, contactos y conspiraciones contra el r¨¦gimen de Gadafi. No se sabe muy bien c¨®mo se financi¨® ese periodo de su vida. Un informe del Congreso norteamericano sugiri¨® en 1996 que EE UU sufrag¨® y entren¨® ese grupo.
Cuando los norteamericanos y la OTAN montaron toda la operaci¨®n para tumbar en 2011 a Gadafi el general Hifter estaba tambi¨¦n en esos vericuetos y pensaba salir muy reforzado, al mando del futuro Ej¨¦rcito del nuevo Gobierno. No sucedi¨® as¨ª. Eso s¨ª, volvi¨® a su pa¨ªs y retom¨® sus conexiones con pol¨ªticos liberales bien situados y con antiguos compa?eros militares cada vez m¨¢s hartos de la presencia e influencia de los islamistas en el nuevo poder pol¨ªtico.
En febrero pasado, cuando el actual Parlamento hab¨ªa expirado su mandato y pretend¨ªa autoprorrogarse, Hifter dio un paso arriesgado que pareci¨® en falso. Anunci¨® por televisi¨®n un golpe contra el poder entregado al islamismo. No fragu¨® y ¨¦l parec¨ªa sentenciado.
Hifter es un antiislamista que acusa al Parlamento de Libia de dar cobijo a los yihadistas extremistas y a grupos terroristas pr¨®ximos a Al Qaeda. Esa es la raz¨®n que esgrimi¨® para atacar hace 10 d¨ªas Bengasi y provocar casi 80 muertos y hace siete el Parlamento, enfrentarse a las milicias tribales y armadas y zarandear a¨²n m¨¢s este d¨¦bil pa¨ªs. Pero ahora s¨ª ha recogido muchos y variados apoyos.
EE UU, que no ha querido condenar este intento de asonada, ve con muy buenos ojos esa obsesi¨®n de Hifter contra las milicias asentadas en torno a Bengasi, que quieren imponer la ley del Islam y la Sharia.
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