El auge y declive de las FARC
Los colombianos han entendido que la guerra sigue mientras se negocia el fin de un conflicto que ya suma 50 a?os
A los polic¨ªas Germ¨¢n M¨¦ndez y Edilmer Mu?oz, un grupo de guerrilleros de las FARC los secuestraron y los torturaron antes de asesinarlos al sur de Colombia. La autopsia confirm¨® despu¨¦s que uno de ellos fue degollado y el otro recibi¨® un tiro de gracia. La noticia sacudi¨® al pa¨ªs hace dos meses y las voces de rechazo e indignaci¨®n llegaron hasta Cuba, donde se negocia la firma de la paz. Pero como ha ocurrido desde noviembre de 2012, cuando arrancaron los di¨¢logos con la guerrilla, los colombianos tuvieron que entender, una vez m¨¢s, que la guerra sigue mientras se negocia el fin de un conflicto que ya completa 50 a?os.
Pero esta guerra es muy diferente a la que sacudi¨® a Colombia hace casi dos d¨¦cadas, cuando las FARC alcanzaron su mayor poder¨ªo e incluso rodearon grandes ciudades. Atr¨¢s quedaron las tomas de poblaciones hasta con mil guerrilleros y los secuestros masivos, el flagelo que m¨¢s repudian los colombianos de una larga lista de horrores que incluyen v¨ªctimas de minas antipersona, violencia sexual, desplazamientos forzados y reclutamiento de ni?os.
En 1982 esta guerrilla pas¨® de tener peque?os grupos con presencia en zonas apartadas y sin recursos econ¨®micos, a una que empez¨® a expandirse. ¡°Ese crecimiento se exacerba en 1993, principalmente por el narcotr¨¢fico, algo que resulta parad¨®jico porque coincidi¨® cuando todas las guerrillas negociaban en el mundo tras la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn¡±, explica Ariel ?vila, investigador de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n.
Fue en esa ¨¦poca que la estrategia de la guerrilla se vio fortalecida por los secuestros de cientos de polic¨ªas y soldados por los que ped¨ªa un intercambio por guerrilleros presos en c¨¢rceles. Para financiarse se valieron de la extorsi¨®n y el secuestro generalizado, exigi¨¦ndoles a las v¨ªctimas el pago de lo que bautizaron como vacuna. ¡°En 2001, casi tres personas al d¨ªa ca¨ªan en sus pescas milagrosas o en sus operativos armados y muchos pasaron a?os encadenados y enfermos en las selvas¡±, dice el periodista C¨¦sar Molinares, que ha cubierto el conflicto armado.
Los combates registraron en el 2002 su punto m¨¢s elevado en toda la historia del conflicto y la guerrilla alcanz¨® a tener cerca de 20 mil hombres, explica Camilo Echand¨ªa, profesor de la Universidad Externado de Colombia. Pero desde el 2003, la intensidad de la guerra empez¨® a cambiar y quedaron atr¨¢s esas grandes acciones que les demandaban gran esfuerzo militar. ¡°El ej¨¦rcito se fortaleci¨® y mejor¨® la aviaci¨®n, obligando a la guerrilla a replegarse a zonas alejadas de las capitales¡±, agrega Echand¨ªa. Tambi¨¦n se dispar¨® la desmovilizaci¨®n. Seg¨²n cifras de la Agencia Colombiana para la Reintegraci¨®n, en la ¨²ltima d¨¦cada m¨¢s de 15 mil guerrilleros han dejado las armas.
Hoy, por el contrario, sus acciones no requieren de gran esfuerzo militar, por eso se concentran en activar artefactos explosivos y en volar oleoductos, torres de energ¨ªa y v¨ªas f¨¦rreas. Seg¨²n un estudio publicado por la fundaci¨®n Ideas para la Paz, las FARC han perdido el poder ofensivo que tuvieron en el pasado por lo que las acciones de bajo esfuerzo militar pasaron a ser las protagonistas. Se suma que en los ¨²ltimos a?os las FARC han recibido golpes fuertes como los bombardeos a los campamentos de Ra¨²l Reyes y del Mono Jojoy, dos de los m¨¢ximos jefes, en 2008 y 2010. En 2011, tambi¨¦n fue abatido su m¨¢ximo l¨ªder, Alfonso Cano.
Sin embargo, Ariel ?vila cree que el hecho de que las FARC hayan perdido el acceso a los centros de producci¨®n del pa¨ªs y que se han replegado a sus zonas hist¨®ricas, y que incluso cuenten con menos hombres, cerca de 11 mil, no significa que est¨¦n derrotadas. ¡°Antes se tomaban las cabeceras municipales, eran mil guerrilleros en una ciudad. Hoy en d¨ªa si pasa eso los bombardean, por eso cambiaron de t¨¢ctica donde grupos de no m¨¢s de 10 guerrilleros, muy buenos en explosivos y francotiradores que no entran en combate, s¨ª causan da?os a la infraestructura. En 2013, hubo m¨¢s de 300 de estos ataques¡±, dice. Por eso, para este analista, hoy hay una especie de empate t¨¦cnico (con el gobierno), negativo para las FARC, por lo que ambos tienen la necesidad de solucionar este conflicto de la manera m¨¢s r¨¢pida.
Las FARC hoy operan en 242 municipios de los m¨¢s de 1.100 que hay en Colombia, repartidos en 11 regiones, seg¨²n las cifras de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n. En el a?o y medio que llevan los di¨¢logos de paz, esta guerrilla ha aprendido a adaptar la intensidad del conflicto al ritmo de la negociaci¨®n. ¡°Es decir, las FARC est¨¢n pensando en la opini¨®n p¨²blica¡±, apunta ?vila.
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