¡°Si hacemos reformas cre¨ªbles, el populismo ya no tendr¨¢ futuro¡±
Renzi apuesta por una Europa distinta que devuelva la ilusi¨®n a los ciudadanos
Hace un a?o y un mes, Matteo Renzi atendi¨® a este mismo grupo de corresponsales en su despacho de alcalde de Florencia. Traje, corbata y el o¨ªdo atento por si el tel¨¦fono sonaba y era el presidente de la Rep¨²blica para pedirle que se pusiera al frente de un gobierno de emergencia. El t¨ªtulo de aquella entrevista fue: "La izquierda tiene miedo al futuro". Horas despu¨¦s se supo que Giorgio Napolitano se hab¨ªa decidido por la fiabilidad serena de Enrico Letta y el joven e impulsivo Renzi ¡ª38 a?os ten¨ªa entonces¡ª se qued¨® compuesto y a la espera de su oportunidad. La paciencia le dur¨® 10 meses. El pasado mes de febrero, el ya por entonces secretario del Partido Democr¨¢tico (PD) decidi¨® que "las bater¨ªas del Gobierno de Letta se hab¨ªan gastado" y tom¨® el poder. "He sufrido mucho", dice ahora, "porque aquello se present¨® como una intriga de palacio por intereses personales y, en cambio, fue un acto de generosidad".
Maniobra palaciega o acto de generosidad, los tres primeros meses del Gobierno de Matteo Renzi han estado marcados por la forma poco ortodoxa de llegar al poder ¡ªel tercer primer ministro sin pasar por las urnas¡ª y por la urgente necesidad de sacar adelante reformas que frenaran el ascenso del Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo. Los espl¨¦ndidos resultados obtenidos el pasado domingo ¡ªun 40,8%, el r¨¦cord absoluto del centroizquierda italiano¡ª no solo le absuelven de todos los pecados partidarios, sino que conjuran de momento el peligro de los extremismos en Italia y mandan a la jubilaci¨®n a Silvio Berlusconi. De alcalde inquieto de Florencia, Matteo Renzi ha pasado a ser un l¨ªder europeo indiscutible. Ya no necesita siquiera ponerse elegante para esperar una llamada. Ahora baja de su apartamento con zapatos deportivos, vaqueros gastados, camisa abierta y su habitual falta de complejos: "He engordado cinco kilos. Tengo que adelagazar. Estoy en 85 y tengo que llegar a 78".
Pregunta. Despu¨¦s de tantas falsas alarmas, ahora s¨ª Europa est¨¢ en una encrucijada: o repensarse o correr el riesgo de desaparecer. Usted ya se ha reunido con los jefes de Estado y de Gobierno. ?Hay una preocupaci¨®n ret¨®rica o verdadera?
Respuesta. No s¨¦ valorar la posici¨®n de cada uno, pero s¨ª la de Italia: si queremos salvar Europa, tenemos que cambiar Europa. Nuestro pa¨ªs, que ha sido el pa¨ªs con el porcentaje m¨¢s alto de votantes, ha pedido cambiar. Incluso quienes han votado por el Partido Democr¨¢tico (PD) ¡ªel partido vencedor¡ª quieren una Europa distinta a la de ahora.
Alemania no es el enemigo, es un modelo
P. Es la tercera vez en dos a?os que este grupo de periodistas viene al Palacio Chigi para entrevistar a un primer ministro, Mario Monti, Enrico Letta y ahora usted. ?Cree que tendr¨¢ m¨¢s suerte que sus antecesores?
R. No s¨¦ si es un bien o un mal, pero creo que por unos cuantos a?os no ver¨¢n a otros aqu¨ª. Italia ha elegido la estabilidad y nosotros interpretamos la estabilidad como el deber de hacer reformas muy fuertes, muy duras, en nuestro pa¨ªs. Podemos permitirnos decir que queremos cambiar Europa porque ya estamos cambiando Italia. Porque la reforma de la ley electoral ya ha sido aprobada en primera lectura de la C¨¢mara, porque el texto base de la reforma de la Constituci¨®n ya ha sido aprobado, porque la reforma de la legislaci¨®n laboral ya se ha iniciado, porque la reforma de la Administraci¨®n p¨²blica¡ Italia est¨¢ cambiando profundamente. Parad¨®jicamente, la estabilidad consiente el cambio y el cambio llama a la estabilidad. El mensaje de las urnas es muy claro. Desde 1958 un partido no consegu¨ªa este apoyo electoral. Lo siento por ustedes, pero tardar¨¢n en ver a otro primer ministro aqu¨ª sentado.
P. ?El gran apoyo que usted ha obtenido es un voto pol¨ªtico o un acto de fe, un razonamiento o simples ganas de creer?
R. Si ya es dif¨ªcil interpretar los flujos electorales, imag¨ªnense las emociones electorales. Yo personalmente creo que las dos cosas van juntas. Es un acto de fe basado sobre el razonamiento pol¨ªtico. Hay una frase t¨ªpica de los pol¨ªticos italianos cuando pierden las elecciones: ah, los italianos no nos han entendido. Como si fuese culpa de los electores. Podr¨ªa decir que en esta ocasi¨®n los italianos nos han entendido mejor que nosotros mismos. Mucho mejor que lo que pensaban dirigentes, periodistas, pol¨ªticos. Han entendido que esta era la ocasi¨®n de una elecci¨®n clara. O valent¨ªa y futuro o insultos y pasado. Han elegido la valent¨ªa.
si queremos salvar Europa, tenemos que cambiar Europa
P. ?Apoyar¨¢ usted la candidatura de [Jean-Claude] Juncker a la presidencia de la Comisi¨®n?
R. La posici¨®n del Gobierno italiano es muy clara. Somos partidarios de que, antes de hablar de nombres, nos tenemos que poner de acuerdo sobre la agenda. Hay que saber primero cu¨¢les son las posiciones sobre las cuales puede haber un apoyo a Juncker o a los otros. Ninguno ha obtenido la mayor¨ªa absoluta, y por eso es dif¨ªcil pensar que se pueda elegir a una persona sin un acuerdo global. Nosotros queremos discutir un acuerdo global.
P. Si, por alguna raz¨®n, Juncker no se convierte en presidente de la Comisi¨®n, ?no quedar¨¢ da?ada la credibilidad democr¨¢tica de la Euroc¨¢mara?
R. No s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢. S¨¦ que por primera vez estamos escribiendo una p¨¢gina nueva. Porque hay unos candidatos pero el Consejo tiene la prerrogativa y la tarea de proponer al Parlamento un nombre. Creo que ser¨¢ serio, razonable e inteligente que todos nosotros ayudemos para evitar que se abra un conflicto institucional entre el Parlamento y el Consejo. Pero personalmente soy uno de aquellos que est¨¢ menos interesado en el nombre y m¨¢s en la agenda. Menos interesado en un gran reparto de puestos y mucho m¨¢s interesado en entender cu¨¢l ser¨¢ la estrategia de Europa en los pr¨®ximos a?os. A m¨ª me interesan m¨¢s los puestos de trabajo que los puestos de poder. Y hasta que Europa no tenga una estrategia sobre c¨®mo combatir el desempleo y por tanto la falta de puestos de trabajo, cualquier discusi¨®n sobre puestos de poder ser¨¢ in¨²til.
Crecimiento, ocupaci¨®n y reforma, este es nuestro objetivo.
P. ?Y tiene al menos un perfil de c¨®mo tiene que ser este jefe de Europa? ?Qu¨¦ cualidades tiene que tener?
R. Debe amar la idea de Europa. Y, hoy, el verdadero amante de la idea de Europa sabe que Europa as¨ª como va no funciona. Por tanto, tiene que cambiar. Debe amar Europa con una mirada de innovador.
P. ?Cu¨¢l es su relaci¨®n con Merkel, c¨®mo ser¨¢ a partir de ahora su relaci¨®n con Berl¨ªn?
R. Yo tengo una relaci¨®n estupenda con la se?ora Merkel. Y tambi¨¦n dije en la cena de la otra noche que si Italia tiene problemas la culpa no es de Europa. Y encuentro vulgar, inelegante, el modo en que algunas fuerzas pol¨ªticas han intentado recoger votos hablando mal de Alemania. Nosotros hemos recogido votos hablando bien de Italia, de la Italia que intenta cambiar. Para m¨ª Alemania no es el enemigo, es un modelo. Cuando pienso en el mercado de trabajo, en la eficiencia de la Administraci¨®n p¨²blica, veo un modelo. Esto no significa no tener la posibilidad de tener ideas diferentes sobre muchas cuestiones, adem¨¢s de pertenecer a familias pol¨ªticas distintas. Es del todo evidente hoy que Alemania tiene todo el inter¨¦s que Italia corra, e Italia tiene todas las condiciones para ponerse a correr. El ajuste de fondo en Europa tiene que estar centrada no solo sobre la austeridad, sino tambi¨¦n sobre el crecimiento. Crecimiento, ocupaci¨®n y reforma, este es nuestro objetivo. Y sin una gran inversi¨®n sobre puestos de trabajo y sobre el crecimiento, cualquier medida relacionada con la austeridad est¨¢ destinada al fracaso.
P. En Espa?a los dos partidos tradicionales de centroderecha y centroizquierda han perdido millones de votos, se refleja un cansancio grande del electorado¡
R. No tengo recetas para otros pa¨ªses, espero que funcionen las de mi casa, pero puedo decir en nombre del partido m¨¢s votado en Europa ¡ªel PD tiene el n¨²mero absoluto de m¨¢s electores¡ª que la apuesta es mostrar el aspecto m¨¢s fascinante de Europa, el aspecto sugestivo, intrigante, de Europa. Que vale para los j¨®venes de modo gr¨¢fico cuando se habla de Erasmus, que puede llevar al servicio civil europeo, a una gran inversi¨®n sobre la escuela diplom¨¢tica continental y a aquel gran sue?o de los Estados Unidos de Europa que para m¨ª sigue quedando en el horizonte. La apuesta es sobre dos planos. El primero es volver a apasionar a las personas sobre la cosa p¨²blica. El aspecto m¨¢s conmovedor es que la gente ha votado por la esperanza. Esto es bell¨ªsimo. Y por otro lado, grandes objetivos concretos. Yo soy uno, junto al presidente Mariano Rajoy, de los que he subrayado c¨®mo la cuesti¨®n energ¨¦tica ¡ªsobre la que hablar¨¦ en el discurso del 2 de julio ante el Parlamento Europeo¡ªes crucial a partir de la interconexi¨®n de las infraestructuras. Porque Europa tiene que tener la posibilidad de tener su propia pol¨ªtica energ¨¦tica, a condici¨®n de que empiece a hacer equipos, redes, a poner en red la infraestructura. O sea, ilusi¨®n, sue?os, y a la vez proyectos muy concretos.
P. Sobre la inmigraci¨®n, ?qu¨¦ pide Italia a Europa sobre una cuesti¨®n que se desarrolla dram¨¢ticamente en sus aguas?
R. Por el momento, Italia no est¨¢ pidiendo nada, porque est¨¢ haciendo primero su trabajo. Nosotros pensamos que ver morir a ni?os de tres o cinco a?os en el fondo del mar diciendo ah, no es un problema nuestro, es una cosa inmoral. Contra las reglas del mar, contra las reglas de aquella cultura ateniense, romana. Nosotros hemos aprendido que el salvamento es un valor sagrado. Nosotros no dejamos morir ni?os en el mar. Y con la operaci¨®n Mare Nostrum vamos a rescatarlos. Y cuando hay una situaci¨®n de peligrosidad los salvamos. Y esto es un elemento de valor civil que nosotros defendemos y que nos gustar¨ªa que tambi¨¦n lo hiciese Europa. Europa deber¨ªa al mismo tiempo pedir a Naciones Unidas que intervenga en Libia y en general tener una capacidad de gestionar los fen¨®menos migratorios m¨¢s determinada. En este sentido, pensamos que Frontex tiene que ser utilizado m¨¢s y mejor.
P. En torno a la inmigraci¨®n, Sarkozy ha propuesto renunciar a Schengen, ?usted estar¨ªa de acuerdo?
R. El problema de la inmigraci¨®n se afronta con reglas claras, no volviendo para atr¨¢s, as¨ª que no, no estar¨ªa de acuerdo.
P. Usted ha entrado hace apenas unas semanas en el PSE y ya es un l¨ªder del que se esperan nuevas l¨ªneas, ?qu¨¦ planes tiene?
R. Yo no me siento l¨ªder as¨ª que no me hace ning¨²n efecto, yo me siento interesado, un ciudadano europeo que tiene ganas de tener una Europa con alma y no solo con normas. Si Europa me dice todo sobre c¨®mo se pesca el pez espada, pero se olvida de hablarme de c¨®mo hacer para salvar a los ni?os que est¨¢n muriendo en el Mediterr¨¢neo, hay algo que no funciona. A m¨ª me interesa que Europa tenga alma y trabajo para que esto ocurra. Espero que el PSE sea consecuente con lo que ha dicho en la campa?a. Lo importante no es ser o no l¨ªder, lo importante es entender si logramos o no recuperar la esperanza, no es f¨¢cil, en los ¨²ltimos a?os se ha perdido el sentido de la aventura, del reto, del gran sue?o, restituir esto es el deber de los partidos pol¨ªticos, no aferrarse a una poltrona. A mi no me interesa si en esta composici¨®n de equilibrios tendr¨¦ un puesto m¨¢s o menos, me interesa si ser¨¢ una Europa que responda a las necesidades de los ciudadanos y en esto el papel de los partidos pol¨ªticos es fundamentales.
P. Pero se le ha visto como un l¨ªder de la izquierda, est¨¦ usted o no de acuerdo, hay otros que lo ven as¨ª, por tanto es una responsabilidad.
R. Me gusta que sea l¨ªder Italia, no creo que el sentido de las elecciones sea ¡°oh, ha nacido el l¨ªder Mateo Renzi¡±, el sentido es ¡°oh, Italia puede jugar un papel, Italia no est¨¢ a la cola¡±. Italia es un pa¨ªs que se est¨¢ cambiando a s¨ª mismo y por tanto puede ser uno de los que gu¨ªen a Europa. Y, en ese sentido, el tema no es buscar privilegios con algunos pa¨ªses sino sacar a Europa de la situaci¨®n de crisis, porque si no nos ponemos a ello todos juntos, en 20 a?os ning¨²n pa¨ªs europeo estar¨¢ entre las principales econom¨ªas. Estar¨¢ como mucho, igual, Alemania. Igual. Es por esto que Europa conviene a todos. Europa conviene pero no convence. Ahora tenemos que convencer a la gente de que Europa conviene.
P. ?Cu¨¢l es su an¨¢lisis del fracaso de Beppe Grillo? Y, en el mismo lote, ?cree que Silvio Berlusconi est¨¢ pol¨ªticamente acabado?
R. Hay un dato objetivo: el resultado italiano es hist¨®rico. En 70 a?os, solo tres veces un partido ha superado el 40% ¡ªen 1948, en 19 58 y en 2014¡ª. Dicho esto, se equivoca quien piense que Grillo y Berlusconi est¨¢n acabados. Italia es capaz de todo, en lo bueno y en lo malo. Es un pa¨ªs de genialidad y de locura al mismo tiempo. Y desde nuestro punto de vista se equivoca quien piensa que Grillo ha obtenido un fracaso. Ha tenido un resultado claramente inferior a las expectativas. Ha escondido a los suyos que hab¨ªa ya hecho alianzas internacionales. Ha escondido el nombre de sus propios candidatos, los ha ignorado, no los ha dejado hablar. Pero Grillo no est¨¢ acabado. Estar¨¢ acabado si nosotros hacemos las reformas. Si nosotros hacemos las reformas y somos cre¨ªbles, entonces el [populismo] del Movimiento 5 Estrellas ya no tendr¨¢ futuro. Podr¨¢ ser un movimiento de protesta e incluso tener buenos dirigentes, porque entre sus parlamentarios hay gente muy buena y otros creen en las sirenas. Hay una parlamentaria que dijo que cre¨ªa en las sirenas. Pero subestimamos a M5S. Si hacemos la reformas, si vamos a la calle, entonces vencemos nosotros. Si la pol¨ªtica est¨¢ convencida que ha pasado el peligro y vuelve a encerrarse en los palacios, M5S volver¨¢ con gran fuerza. Si no hubi¨¦semos hecho una campa?a electoral en medio de la gente, a cara descubierta, la gente nos habr¨ªa dejado fuera, como en otros pa¨ªses ha pasado. En cuanto a Berlusconi¡ Berlusconi es¡ Berlusconi. Ha obtenido entre el 16% y el 17% que es un resultado que en Europa muchos consideran inexplicable, pero que pertenece a un hombre que en este a?o ha tenido una condena, pol¨¦micas a gogo, separaciones de alguno de sus m¨¢s estrechos colaboradores y en cualquier cosa contin¨²a en liza. Hay millones de italianos que contin¨²an creyendo en Forza Italia. Yo parto del presupuesto de ignorar a ninguno, porque la actitud t¨ªpica de la izquierda de superioridad moral e intelectual, t¨ªpica de los salones radical chic, que a menudo inspiran tambi¨¦n a los medios italianos, no se corresponde con la realidad de nuestro pa¨ªs. Justo o equivocado es mi pa¨ªs y yo lo quiero mucho. Berlusconi y Grillo han sufrido un rev¨¦s, pero no los considero terminados. Y me gustar¨ªa que las reglas que estamos reescribiendo las hici¨¦ramos juntos.
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