Un exguerrillero al frente de uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos del mundo

El Salvador, de apenas 21 mil kil¨®metros cuadrados y un poco m¨¢s de seis millones de habitantes, es hoy por hoy, el cuarto pa¨ªs m¨¢s peligroso del mundo por sus altas tasas de homicidios, seg¨²n estad¨ªsticas de las Naciones Unidas (ONU). La tendencia en lo que va del presente a?o ha sido de alza en los niveles de violencia y convierte en el desaf¨ªo m¨¢s importante que enfrentar¨¢ el nuevo presidente Salvador S¨¢nchez Cer¨¦n, un exjefe guerrillero que ha prometido ponerle paro a la criminalidad a partir del primero de junio cuando asuma el Gobierno.?

El nuevo mandatario heredar¨¢ un pa¨ªs con una tasa de homicidios superior a los 40 homicidios por cada 100.000 habitantes; esa cifra convierte a El Salvador en uno de los pa¨ªses m¨¢s letales, especialmente por el auge del pandillerismo, que oficialmente se sit¨²a como la principal causa generadora de violencia incontrolable por el dominio de las llamadas maras en casi todo el territorio nacional.

En la m¨¢s reciente encuesta de la Universidad Centroamericana Jos¨¦ Sime¨®n Ca?as (UCA) ¨Ccentro regentado por sacerdotes jesuitas-, se indica que el 71,3 por ciento de los salvadore?os considera que la delincuencia es el principal problema que sufren y estiman que aument¨® en los ¨²ltimos cinco a?os en los que ha gobernado Mauricio Funes y el Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN), del cual S¨¢nchez Cer¨¦n es uno de sus m¨¢ximos l¨ªderes.

De acuerdo a estad¨ªsticas del Gobierno de Funes 17.400 personas fueron asesinadas producto del embate de las pandillas o "maras", as¨ª como de otras organizaciones del crimen organizado y de la violencia social; esta cifra representa un cuarto de todos los asesinados durante los 12 a?os de guerra civil. Hubo un respiro a mitad del per¨ªodo de Funes, dado que los liderazgos de las ¡°maras¡± que est¨¢n encarcelados lograron establecer una tregua en marzo de 2012. Inmediatamente los homicidios se redujeron de 15 a 5 diarios; durante 15 meses esa baja se mantuvo, pero a mediados de 2013 el Gobierno realiz¨® un cambio en la seguridad p¨²blica, con lo que la ¡°tregua mara¡± dej¨® de recibir apoyo.?

Por otra parte, los homicidios no es la ¨²nica preocupaci¨®n de los salvadore?os: a decenas de miles de micros, peque?os y medianos empresarios los golpea la extorsi¨®n. A pesar que el obierno saliente afirma haber disminuido tal flagelo, los mismos empresarios indican que tienen p¨¦rdidas de m¨¢s de 170 millones de d¨®lares anuales por ese delito, el cual no s¨®lo provoca el cierre de peque?os negocios, sino de migraci¨®n de las familias afectadas.

En tanto, otro de los grandes retos que S¨¢nchez Cer¨¦n tendr¨¢ que resolver ser¨¢ el de la sobrepoblaci¨®n carcelaria. Las autoridades reconocen que las c¨¢rceles salvadore?as tienen capacidad de albergar s¨®lo para 8.000 personas, pero la poblaci¨®n real es de 27.000; es decir, el hacinamiento es de m¨¢s del 300 por ciento.

Para la magna tarea contra la ola delincuencial S¨¢nchez Cer¨¦n design¨® como nuevo ministro de Justicia y Seguridad, al actual diputado Benito Lara, quien lleva nueve a?os al frente de la comisi¨®n de Seguridad y Defensa del parlamento y como jefe general de la Polic¨ªa Nacional Civil (PNC), al comisionado y fundador de la fuerza policial, Mauricio Ram¨ªrez Landaverde. Ambos se han comprometido en hacer una combinaci¨®n de prevenci¨®n de la violencia con represi¨®n de la delincuencia, tambi¨¦n con la depuraci¨®n y modernizaci¨®n de la polic¨ªa, lo que requiere de muchos recursos econ¨®micos, lo cual escasea actualmente en El Salvador, sumido en una crisis de falta de crecimiento y de generaci¨®n de empleo.