Todo listo para el despegue mexicano
Las leyes estructurales aspiran a ser la turbina que haga despegar al pa¨ªs El objetivo es abrir las puertas de la competencia y alcanzar un crecimiento del 5% del PIB
El mayor reto de la agenda econ¨®mica del presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto fue anunciado el 18 de marzo de 1938. Ese d¨ªa, a las diez de la noche, el presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas, despu¨¦s de dos horas de reuni¨®n a puerta cerrada con su gabinete, comunic¨® a trav¨¦s de las estaciones de radio la expropiaci¨®n de las poderosas compa?¨ªas petroleras, hasta aquel momento en manos extranjeras. Con su vibrante desaf¨ªo a Washington y Londres, el antiguo general revolucionario cataliz¨® como pocas veces a la sociedad mexicana y puso bajo control estatal el tesoro de la naci¨®n: los hidrocarburos. Hab¨ªa nacido Pemex. Setenta y seis a?os despu¨¦s, la petrolera mexicana ha entrado en p¨¦rdidas (9.200 millones en 2013), y M¨¦xico, el s¨¦ptimo productor mundial, se ve obligado a importar el 50% de la gasolina que consume y el 30% del gas.
El s¨ªmbolo se ha oxidado y, pese a la resistencia del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD, izquierda), su monopolio ser¨¢ liquidado para abrir la puerta a la inversi¨®n privada y extranjera. El giro, del que se espera una de las mayores entradas de capital de la historia de M¨¦xico, es obra del ambicioso plan de reformas estructurales impulsado por Pe?a Nieto (del Partido Revolucionario Institucional, PRI). Si se consuma este programa, el gigante americano, con 118 millones de habitantes, vivir¨¢ posiblemente su mayor vuelco desde las postrimer¨ªas de la revoluci¨®n. No solo el petr¨®leo y el gas ver¨¢n cambiadas las reglas del juego, tambi¨¦n las normas electorales, la educaci¨®n, la fiscalidad, las finanzas y las telecomunicaciones. Todo ello con un objetivo declarado: abrir las puertas de la competencia y producir una explosi¨®n controlada que libere un crecimiento econ¨®mico del 5% del PIB. Ser¨¢ la hora del bum mexicano.
En un pa¨ªs con 52 millones de pobres, ese 5% se ha convertido en la gran referencia nacional. Considerada la puerta de la prosperidad, el presidente ha puesto a trabajar a la maquinaria estatal para alcanzar la cifra. Pero el camino no es f¨¢cil. M¨¦xico sufre de anemia cr¨®nica. Desde 1981 su crecimiento medio se ha limitado al 2,4% del PIB. El a?o pasado acab¨® con un frustrante 1,1%, y las previsiones para 2014 ya han sido recortadas por el Gobierno al 2,7% ante los insuficientes resultados del primer trimestre. Demasiados golpes para una potencia emergente que aspira a ser la d¨¦cima econom¨ªa del mundo (ahora es la decimocuarta).
El Sindicato de Trabajadores Petroleros saldr¨¢ del consejo de administraci¨®n de Pemex
El gobernador del Banco de M¨¦xico, Agust¨ªn Carstens, resta importancia a los datos de los ¨²ltimos meses. Los considera coyunturales y atribuibles a la mala racha de Estados Unidos en 2013. Pero admite que con la estructura econ¨®mica actual, el crecimiento potencial no puede pasar del 3% o el 3,5%. Para iniciar el verdadero despegue hace falta algo m¨¢s. "Se necesitan las reformas estructurales, que se aprueben y entren en funcionamiento. Es trascendental para la productividad y la lucha contra la pobreza", afirma Carstens a este peri¨®dico.
Esta advertencia del gobernador pone dimensi¨®n a los retos asumidos por Pe?a Nieto. En el influyente sector de telecomunicaciones, por ejemplo, la reforma implica recortar el poder a dos titanes: Carlos Slim y Emilio Azc¨¢rraga. El primero, una de las mayores fortunas del mundo, controla el 84% de la telefon¨ªa fija y el 70% de la m¨®vil. El segundo, el 70% de la radiodifusi¨®n. La apertura de sus apabullantes dominios a otros competidores supondr¨¢, si llega a buen puerto, una revoluci¨®n en las reglas de competencia, pero tambi¨¦n una formidable demostraci¨®n de fuerza pol¨ªtica. No lo es menos el vuelco energ¨¦tico.
No se trata solo de la llegada de inversi¨®n privada y extranjera. El nuevo modelo pone fin a otros tab¨²es. El precio de la gasolina se liberalizar¨¢ progresivamente, los contratos ser¨¢n de dominio p¨²blico, el Sindicato de Trabajadores Petroleros saldr¨¢ del consejo de administraci¨®n de Pemex y la sacrosanta carga fiscal que soporta la empresa paraestatal y que alimenta ella sola un tercio del presupuesto estatal se reducir¨¢ sensiblemente (del 79% al 65%).
Este nuevo paradigma alcanza tambi¨¦n al gas y la electricidad. La apertura en este sector, seg¨²n los especialistas del FMI y del Banco Mundial, rebajar¨¢ el coste de la energ¨ªa. La producci¨®n manufacturera, gran motor industrial de M¨¦xico, se ver¨¢ beneficiada, con el consiguiente aumento de la competitividad y las exportaciones. "Es un hito. Tan importantes son los cambios en el petr¨®leo como en el gas. Han decidido enfrentarse a sus debilidades con un impresionante proceso de reformas estructurales", destaca el analista jefe para M¨¦xico del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rob Rennhack.
Pero estas elevadas expectativas, en un pa¨ªs con fuertes desigualdades sociales, han suscitado una reacci¨®n sim¨¦trica: la impaciencia por los resultados. A?o y medio despu¨¦s del anuncio del plan, las reformas prosiguen su tr¨¢mite parlamentario (excepto educaci¨®n y fiscalidad, ya aprobadas). El debate se centra ahora en la letra peque?a, en las llamadas leyes secundarias. Y aunque Pe?a Nieto, con el apoyo del conservador Partido Acci¨®n Nacional (PAN), tiene previsto aprobarlas en los pr¨®ximos meses, el tiempo ha empezado a correr en contra, enfriando el entusiasmo inicial. El ¨ªndice de confianza del consumidor, seg¨²n una encuesta de Bloomberg, atraviesa uno de sus puntos m¨¢s bajos de los ¨²ltimos cuatro a?os.
"Va a tomar bastante tiempo hasta que estas reformas se implementen y arrojen resultados partiendo de crecimiento sostenido. Y eso puede generar frustraci¨®n. Tiene que calar la idea de que las reformas estructurales deben ser continuas, no basta con aprobarlas", se?ala Joost Draais?ma, analista del Banco Mundial.
Para el especialista en M¨¦xico de Moody's, Mauro Leos, lo importante es elevar la mirada m¨¢s all¨¢ del horizonte inmediato: "Hay escepticismo, m¨¢s dentro del pa¨ªs que fuera, por las expectativas de crecimiento acelerado que se generaron en un principio. Eso es un problema que el Gobierno tiene que manejar. Pero lo importante es el medio y largo plazo, ah¨ª va a haber un crecimiento continuado del orden del 3% al 4%, muy superior al hist¨®rico. Ser¨¢ en la segunda parte del sexenio. La reforma es fundamental".
Para animar la econom¨ªa durante el comp¨¢s de espera, el Gobierno ha sacado del armario un remedio cl¨¢sico. Ha subido el d¨¦ficit al 1,5% y ordenado un fuerte aumento del gasto p¨²blico. En algunos apartados, como la inversi¨®n en infraestructuras, el disparo ha sido del 45%. Lo m¨¢s parecido a una inyecci¨®n de adrenalina para ir preparando al corredor.
"El objetivo del 5% es una carrera ambiciosa y dif¨ªcil, pero posible. La falta de crecimiento genera pobreza y esta inhibe el crecimiento, y vuelta a empezar. Para acabar con este c¨ªrculo, la econom¨ªa tiene que expandirse. Un 4,5% ya ser¨ªa un ¨¦xito. Ahora bien, para lograrlo, M¨¦xico tiene que cumplir dos objetivos: uno, explotar toda su capacidad potencial de crecimiento del 3%, y dos, expandir ese potencial hasta el 5%", explica el profesor-investigador del Colegio M¨¦xico, Gerardo Esquivel.
El peso del esfuerzo por lograr la remontada recae sobre el hombre fuerte del Gobierno y secretario de Hacienda, Luis Videgaray. En este doctor en Econom¨ªa por el MIT no hay lugar para la duda. "Las reformas van a detonar el gran potencial de M¨¦xico", ha sentenciado.
En un pa¨ªs donde la econom¨ªa ha desbancado al narcotr¨¢fico como tema de discusi¨®n, Videgaray ha decidido jugar fuerte y, sin temblarle el pulso, ha puesto incluso fecha a la consecuci¨®n del 5%: ser¨¢ en 2016. El plazo es objeto de disecci¨®n por los analistas. No hay unanimidad. "Depende. Si hay una muy buena implementaci¨®n de la ley, se podr¨ªa lograr. Otro factor es que haya un buen entorno externo; hay que tener en mente que el 50% del PIB mundial corresponde a pa¨ªses como Estados Unidos que han venido creciendo muy por debajo de su potencial. Eso tiene repercusi¨®n. Pero todo va en la buena direcci¨®n", afirma Carstens, gobernador del Banco de M¨¦xico.
Esta dependencia externa es uno de los dilemas perennes de la econom¨ªa mexicana. Y Estados Unidos, que absorbe el 80% de las exportaciones, su gran representaci¨®n: con una frontera com¨²n de 3.185 kil¨®metros, en las ¨¦pocas de bonanza la locomotora del norte tira con fuerza; en las malas, la deprime.
"Es el mercado m¨¢s potente del mundo, y eso proporciona muchas oportunidades incluso en momentos de crisis", explica Draaisma, del Banco Mundial, "uno tiene que vivir con la realidad y aprovecharla al m¨¢ximo".
"Adem¨¢s, 20 a?os despu¨¦s de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte, M¨¦xico tambi¨¦n ha diversificado mercados", se?ala Rennhack, del FMI, en referencia a las alianzas en el eje del Pac¨ªfico, un ¨¢rea donde ya ha clavado bandera el gran rival: China.
Forjado en la extenuante competencia con Estados Unidos y con China, M¨¦xico ha desarrollado una temible industria manufacturera, de gran poder exportador. Su tejido empresarial, sin embargo, adolece de una excesiva atomizaci¨®n. El 95% de sus empresas, seg¨²n la OCDE, tienen menos de 10 trabajadores (80%-90% en Brasil, Argentina o Chile). Este enanismo va de la mano de la falta de cr¨¦dito, uno de los frutos amargos del trauma financiero que supuso el tequilazo de 1994.
En la c¨²spide de sus fortalezas figura, en opini¨®n de todos los expertos consultados, una arquitectura macroecon¨®mica bien cimentada, capaz de resistir los huracanes que suelen barrer la zona. Las finanzas p¨²blicas, la inflaci¨®n, los tipos de inter¨¦s y las reservas son la envidia de gran parte de Latinoam¨¦rica.
Su peso demogr¨¢fico tambi¨¦n juega a favor. "A diferencia de otros, M¨¦xico tiene la ventaja de que la poblaci¨®n joven y en edad de trabajar crece m¨¢s r¨¢pidamente que la total, de forma que se est¨¢ reduciendo la tasa de dependencia. Ese bono seguir¨¢ los pr¨®ximos 15 a?os", detalla el analista del Banco Mundial.
Todos estos factores abonan la esperanza de que las reformas crecer¨¢n en terreno propicio. En este clima, Moody's ha mejorado la calificaci¨®n del pa¨ªs (nivel A3), situ¨¢ndola por encima de muchos de sus competidores naturales. Y para los expertos consultados, ni la inseguridad, que ha sembrado en la ¨²ltima d¨¦cada el territorio de decenas de miles de cad¨¢veres, ni la informalidad, que lleva a que el 60% de la poblaci¨®n activa trabaje sin seguridad social, son obst¨¢culos insalvables para la recuperaci¨®n. "Precisamente los cambios tienen como finalidad reducir la pobreza y sus consecuencias", se?alan fuentes gubernamentales.
Ese es el objetivo. La pista est¨¢ casi a punto. Las multinacionales compiten por situarse en la rampa de salida y los grandes inversores mundiales solo esperan a que se despejen las ¨²ltimas brumas para inyectar capital. Sobre M¨¦xico convergen todas las miradas. En el centro de este inter¨¦s global, como es habitual en la historia de este pa¨ªs, figura el petr¨®leo. Es el gran tesoro nacional. Y aqu¨ª reaparece el recuerdo del 18 de marzo de 1938. En aquella noche hist¨®rica, C¨¢rdenas apel¨® en su discurso radiof¨®nico a la necesidad de "salvar la econom¨ªa del pa¨ªs"; ahora el Gobierno explica la apertura del mercado de los hidrocarburos con un argumento similar, aunque menos enf¨¢tico: se trata no solo de mejorar la competitividad de Pemex, cuya producci¨®n ha ca¨ªdo en torno al 25% en 10 a?os, sino tambi¨¦n de atraer inversi¨®n a raudales; dinero fresco para acelerar las turbinas del sistema; para despegar y volar. Los c¨¢lculos alimentan esta ambici¨®n. La propia Pemex considera que la reforma energ¨¦tica traer¨¢ por s¨ª sola un aumento del PIB mexicano de un punto. Un punto que supondr¨ªa un paso de gigante hacia el sue?o que alberga la gran potencia hispana.
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