Los talibanes redoblan su desaf¨ªo con otro ataque al aeropuerto de Karachi
La aviaci¨®n paquistan¨ª hab¨ªa bombardeado horas antes refugios terroristas
Los talibanes han vuelto a atacar hoy martes el aeropuerto internacional de Karachi, el centro financiero y comercial de Pakist¨¢n. Poco importa que s¨®lo se haya tratado de un tiroteo sin v¨ªctimas. Menos de 24 horas despu¨¦s de que las fuerzas de seguridad acabaran con el primer asalto, la acci¨®n env¨ªa un potente mensaje de su desaf¨ªo al Gobierno central y pone de relieve la debilidad de ¨¦ste para combatir la insurgencia. Islamabad no s¨®lo teme las represalias de cualquier acci¨®n contra los feudos terroristas, sino tambi¨¦n perder la que su Ej¨¦rcito considera una importante baza frente a Afganist¨¢n e India.
¡°Aceptamos la responsabilidad por otro ataque con ¨¦xito contra el Gobierno¡±, ha declarado a la agencia Reuters el portavoz talib¨¢n Shahidullah Shahid. ¡°Estamos alcanzando todos nuestros objetivos y continuaremos llevando a cabo muchos m¨¢s atentados similares¡±.
Hacia las once de la ma?ana, tres o cuatro hombres armados a bordo de un par de motos han abierto fuego contra un puesto de control pr¨®ximo a la academia que la Fuerza de Seguridad Aeroportuaria (FSA) tiene en el recinto, a quinientos metros de la entrada principal. A¨²n no hab¨ªan pasado 24 horas de que las tropas pusieran fin a un primer asalto que dur¨® toda la noche del domingo al lunes. De hecho, tan s¨®lo unas horas antes se hab¨ªan hallado los cad¨¢veres calcinados de otras siete personas, con lo que el total de muertos se eleva a por lo menos 37, incluidos los 12 terroristas.
¡°Los atacantes han huido tras disparar [contra el puesto] y la situaci¨®n est¨¢ ahora bajo control¡±, se ha apresurado a declarar el portavoz de la FSA, el coronel Tahir Ali, citado por la agencia France Presse. Los guardias han respondido al fuego antes de lanzarse a la captura de los atacantes, al parecer sin ¨¦xito. ¡°No han pasado la verja. No han entrado¡±, insiste tambi¨¦n el servicio de informaci¨®n del Ej¨¦rcito en su p¨¢gina web.
Los responsables militares intentan quitar hierro al incidente, que no ha causado v¨ªctimas. Sin embargo, los analistas interpretan la osad¨ªa de la acci¨®n como una declaraci¨®n de guerra abierta del envalentonado Movimiento de los Talibanes de Pakist¨¢n (TTP en las siglas locales). En su mensaje a los medios de comunicaci¨®n, ese grupo ha asegurado que el ataque de hoy era su respuesta a los bombardeos con los que a primera hora de la ma?ana la aviaci¨®n paquistan¨ª hab¨ªa querido castigar su primer asalto.
Siguiendo su t¨¢ctica de los ¨²ltimos meses, el Ej¨¦rcito hab¨ªa bombardeado a primera hora varios objetivos en el valle de Tirah, en las regiones tribales fronterizas con Afganist¨¢n donde se refugian los talibanes (aprovechando su estatuto hist¨®rico de semi autonom¨ªa). Seg¨²n un comunicado oficial, han destruido ¡°nueve refugios de terroristas¡± y matado a 15 de ellos. Aunque no hay forma de verificar esos datos, el c¨ªrculo vicioso de represalias y venganzas pone de relieve el dilema a que hace frente el Gobierno central para responder al desaf¨ªo insurgente, siempre temeroso de las consecuencias y de la reacci¨®n popular.
Por un lado, los talibanes acusan al Gobierno de estar matando inocentes, una alegaci¨®n que les granjea la simpat¨ªa de parte de la poblaci¨®n. Sin embargo, otra parte de los paquistan¨ªes y los aliados occidentales de Islamabad le exigen que despliegue tropas en Wazirist¨¢n del Norte, la regi¨®n tribal en la que se han refugiado los rebeldes a medida que la autoridad del Estado se ha ido extendiendo al resto. De ah¨ª, el intento del primer ministro Nawaf Sharif de alcanzar una salida negociada al conflicto, algo que ahora parece fuera de lugar.
Pero m¨¢s all¨¢ de esas consideraciones, algunos analistas destacan que el Ej¨¦rcito sigue viendo el asunto desde la perspectiva de m¨¢s amplia de las relaciones con sus vecinos. Esa regi¨®n fronteriza constituye una zona estrat¨¦gica para influir sobre Afganist¨¢n cuando est¨¢n a punto de retirarse las tropas de la OTAN. Adem¨¢s, los grupos radicales que en el resto del pa¨ªs simpatizan con la ideolog¨ªa talib¨¢n siempre le han resultado muy ¨²tiles frente a India, su rival y su obsesi¨®n desde la partici¨®n en 1947.
A primera vista, los dos ataques de esta semana en Karachi dan la impresi¨®n de que los talibanes habr¨ªan aumentado su capacidad log¨ªstica, al actuar a muchos kil¨®metros de sus refugios seguros junto a la frontera afgana. No obstante, su presencia en Karachi data de a?os atr¨¢s. Barrios enteros de esa megal¨®polis de 18 millones de habitantes est¨¢n poblados por pastunes (la etnia mayoritaria en el cintur¨®n tribal) que han llegado en busca de trabajo, o huyendo de los combates que desde la intervenci¨®n estadounidense en Afganist¨¢n en 2001 sacuden sus lugares de origen. Los insurgentes encuentran en ellos el escondite perfecto.
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