140 pa¨ªses en la cumbre contra la violencia sexual como arma de guerra
Angelina Jolie apoya la reuni¨®n de la que saldr¨¢ un protocolo para combatir estos cr¨ªmenes
Desde Bosnia o la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo hasta Siria y Sud¨¢n, la violencia sexual ha sido y es utilizada de forma masiva como arma o t¨¢ctica de guerra en los conflictos. Una t¨¢ctica de terror y sometimiento que traumatiza a las v¨ªctimas y garantiza una destrucci¨®n de larga duraci¨®n de comunidades o grupos ¨¦tnicos. La cultura de la impunidad que ampara esos cr¨ªmenes es el enemigo a batir en el la cumbre inaugurada hoy martes en Londres. Una reuni¨®n que servir¨¢ para sellar un verdadero compromiso internacional para que se investiguen y documenten estos cr¨ªmenes; para que se persiga a los perpetradores y se garantice asistencia a largo plazo de los supervivientes; la mayor¨ªa ¨Caunque no ¨²nicamente¨C mujeres y ni?as.
¡°La violaci¨®n es uno de los grandes cr¨ªmenes en masa de nuestro tiempo¡±, ha subrayado el secretario del Foreign Office, William Hague, en la apertura de un encuentro que ha auspiciado personalmente junto a la actriz y enviada especial del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Angelina Jolie. En la conferencia participar¨¢n hasta el viernes delegados de los Gobiernos de 140 pa¨ªses, adem¨¢s de centenares de representantes de la sociedad civil y de grupos defensores de los derechos humanos que dar¨¢n voz a algunas de las v¨ªctimas. En el centro de la agenda pol¨ªtica est¨¢ la activaci¨®n del primer protocolo internacional que recoger¨¢ medidas concretas de prevenci¨®n y acci¨®n, pero que sobre todo ambiciona cambiar actitudes hacia unos cr¨ªmenes reconocidos como de lesa humanidad y que, sin embargo, en la inmensa mayor¨ªa de casos nunca son perseguidos.
La cita de Londres coincide en el tiempo con el secuestro de dos centenares de estudiantes nigerianas por los islamistas radicales de Boko Haram, un suceso que, al igual que la reciente lapidaci¨®n de una mujer embarazada en un "crimen de honor" en Pakist¨¢n o la violaci¨®n y asesinato de dos adolescentes en el norte de India, ha arreciado la presi¨®n para que los Gobiernos reaccionen. Frente a su gran impacto medi¨¢tico, subraya Amnist¨ªa Internacional, el recurso sistem¨¢tico a la violencia sexual en los conflictos sigue siendo un crimen silenciado, a menudo por la falta de pruebas a causa del temor de las v¨ªctimas y de su estigmatizaci¨®n.
Una media de 36 mujeres y ni?as son violadas a diario en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, seg¨²n las estimaciones de UNICEF, que cifra en hasta 200.000 el n¨²mero de v¨ªctimas de la violencia sexual desde finales de los a?os noventa. En el conflicto civil sirio, la agresi¨®n sexual es un arma recurrente contra mujeres, hombres y menores durante los registros de viviendas e interrogatorios en centros de detenci¨®n, confirmaba la ONU meses atr¨¢s. Eso ocurre dos d¨¦cadas despu¨¦s del ep¨ªlogo de la guerra de los Balcanes, en la que decenas de miles de mujeres fueron violadas y nunca obtuvieron justicia. Su vindicaci¨®n ha movilizado en los ¨²ltimos dos a?os al at¨ªpico t¨¢ndem Hague-Jolie para promover un in¨¦dito protocolo que el pr¨®ximo viernes respaldar¨¢n en la capital brit¨¢nica el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon.
Medio a?o despu¨¦s de que dos tercios de los pa¨ªses miembro de la ONU accedieran a suscribir la Declaraci¨®n de Compromiso para poner Fin a la Violencia Sexual en los Conflictos, la cumbre de Londres alienta a convertir el mero papel en acci¨®n: documentar esos cr¨ªmenes para sustentar acciones judiciales contra los instigadores, presionar a los pa¨ªses afectados para que refuercen sus leyes en ese ¨¢mbito, alentar la formaci¨®n de los soldados y fuerzas de paz en la prevenci¨®n de la violencia sexual e incrementar los recursos econ¨®micos en el apoyo a unas v¨ªctimas que, tras la agresi¨®n, deben afrontar el rechazo social y enfermedades como el sida.
El hecho de que la violencia sexual contravenga la Convenci¨®n de Ginebra y constituya un crimen de guerra deber¨ªa impedir, asimismo, que se pueda amnistiar ese delito en los acuerdos de paz, aunque la realpolitik quiz¨¢ acabe contradiciendo ese punto. Cu¨¢ndo y c¨®mo se aplicar¨¢ y cu¨¢nto tendr¨¢ de efectivo ese nuevo protocolo internacional son los interrogantes que plantean los medios m¨¢s cr¨ªticos, pero los representantes de los grupos pro derechos humanos que trabajan con las v¨ªctimas y est¨¢n presentes en el foro Londres se congratulan de estas tengan, por fin, una voz resonante.
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