El Tea Party fuerza la ca¨ªda del ¡®n¨²mero dos¡¯ republicano
La c¨²pula del Partido Republicano, en jaque tras la derrota en unas primarias del l¨ªder de la mayor¨ªa en el Congreso
Las noticias sobre la muerte del Tea Party, como dec¨ªa Mark Twain de la suya propia, eran exageradas. El movimiento populista y conservador, que vivi¨® su apogeo en los primeros a?os de la presidencia del dem¨®crata Barack Obama, viv¨ªa horas bajas. Hab¨ªa forzado al Partido Republicano a derechizarse, pero sus candidatos perd¨ªan pegada frente al establishment. Hasta ahora.
La victoria de David Brat, un desconocido profesor de Econom¨ªa con escasa experiencia pol¨ªtica, frente a Eric Cantor, el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, vuelve a colocar al Tea Party en el centro del debate. Las elecciones primarias del martes, en el distrito 7 de Virginia, descabezan a la derecha de EE?UU, agravan el abismo entre republicanos moderados y populistas y abocan al partido a una crisis de liderazgo.
¡°Estoy un poco harto de que, despu¨¦s de ganar unas elecciones se nos diga que somos fuertes y cuando perdemos una elecci¨®n se diga que nos derrumbamos. No desapareceremos¡±, avis¨® ayer, en una entrevista telef¨®nica, Adam Brandon, vicepresidente ejecutivo de Freedom Works, una de las principales organizaciones del Tea Party. ¡°El movimiento est¨¢ vivo y lo seguir¨¢ estando. Si el Partido Republicano quiere sobrevivir, deber¨¢ comprometerse con los principios del Estado m¨ªnimo¡±, a?adi¨® en alusi¨®n a la oposici¨®n del Tea Party al intervencionismo estatal.
La oposici¨®n de Brat a la regularizaci¨®n de inmigrantes le dio ventaja en Virginia
No existen precedentes de un l¨ªder de mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes ¡ªa efectos pr¨¢cticos, el n¨²mero dos del Partido Republicano en Washington¡ª que haya perdido unas primarias. Cantor hab¨ªa sido reelegido siete veces. Ambicionaba el cargo de speaker o presidente de la C¨¢mara, que ocupa el republicano John Boehner. En todas las peleas presupuestarias con la Administraci¨®n de Obama, defendi¨® las posiciones m¨¢s conservadoras. Y fue uno de los art¨ªfices, hace tres a?os, del desembarco del Tea Party en el Capitolio. Ahora el movimiento que ¨¦l aliment¨® le devora.
Al perder en las primarias ante Brat, y a menos que recurra al improbable m¨¦todo de que sus seguidores escriban su nombre en la papeleta de voto en las elecciones legislativas de noviembre, Cantor queda excluido de la batalla por el esca?o que ocupaba desde 2001. En la permanente guerra de guerrillas que el Tea Party ha desplegado contra el aparato republicano, Cantor es la mayor pieza que se ha cobrado.
En las primarias de Virginia votaron 65.000 personas. Los motivos del resultado son complejos y van desde la reforma migratoria ¡ªBrat hizo bandera de la mano dura con los indocumentados frente al tibio Cantor¡ª hasta el resentimiento en la Am¨¦rica interior contra las ¨¦lites de Washington. The New York Times apuntaba ayer otro factor inquietante: Cantor era el ¨²nico republicano jud¨ªo en el Congreso.
La derechizaci¨®n de la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes dificulta a¨²n m¨¢s las iniciativas de Obama
Lo indiscutible es el efecto de estas primarias en Washington. Para el Partido Republicano representa una sacudida. Cantor anunci¨® el mi¨¦rcoles por la tarde su dimisi¨®n. El 31 de julio abandonar¨¢ el cargo de l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara. Los planes de la derecha, a cuatro meses y medio de unas legislativas con malas perspectivas para los dem¨®cratas de Obama, quedan trastocados.
Si la lecci¨®n que los republicanos extraen de la humillaci¨®n del congresista por Virginia es que el partido debe derechizarse m¨¢s, esto puede ser motivo de celebraci¨®n para el Partido Dem¨®crata, m¨¢s centrado y tolerante en materia de costumbres. A cada paso del Partido Republicano hacia la derecha, m¨¢s espacio les queda a los dem¨®cratas para ganar.
El problema, para Obama, es que un Partido Republicano m¨¢s derechizado har¨¢ a¨²n m¨¢s dif¨ªcil que el Congreso apruebe cualquier iniciativa legislativa. La par¨¢lisis, evidente desde que en 2011 la generaci¨®n del Tea Party lleg¨® al Congreso, se acentuar¨¢ en los dos a?os y medio que le quedan en la Casa Blanca.
Thomas Mann, miembro del laboratorio de ideas Brookings Institution, es pesimista. La victoria de un candidato "La reforma migratoria ya me parec¨ªa que no ten¨ªa futuro en la C¨¢mara de Representantes. Esto pone el ¨²ltimo clavo en el ata¨²d", dice en un correo electr¨®nico. "El Partido Republicano se ha convertido en un partido conservador de la l¨ªnea dura, y muchos de sus miembros son nihilistas radicales", a?ade Mann, coautor de It's even worse than it looks (Es peor de lo que parece), un ensayo de referencia sobre la polarizaci¨®n en el Congreso.
El Tea Party, que naci¨® en 2009 como una confederaci¨®n de activistas heterog¨¦neos unidos por el rechazo a las pol¨ªticas de inversi¨®n de Obama y a su reforma sanitaria, habr¨¢ marcado sus dos mandatos. El ¨¦xito de Brat se explica en parte por su campa?a contra la regularizaci¨®n de los inmigrantes indocumentados, pero tambi¨¦n por una irritaci¨®n difusa en EE UU contra Washington y lo que representa: desconexi¨®n entre las ¨¦lites y los ciudadanos, influencia de los lobbies, y par¨¢lisis pol¨ªtica.
Durante la campa?a, Cantor ¡ªcercano al big business, el mundo de la gran empresa, y Wall Street¡ª gast¨® 168.637 d¨®lares s¨®lo en facturas de restaurantes de carne. Brat gast¨® 200.000 d¨®lares en toda su campa?a. El Tea Party regresa. Nunca se march¨®.
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