¡°Vivimos de la ayuda de la gente¡±

Turqu¨ªa, que cuenta con un mill¨®n de refugiados sirios, gestiona 22 campos que acogen a cerca de 220.000 personas huidas de la guerra. Este es el caso del campamento de Midyat, en la provincia de Mardin, visitado este s¨¢bado por una delegaci¨®n de periodistas invitados por la UE. Las instalaciones cumplen con todos los requisitos humanitarios, seg¨²n los responsables de Cooperaci¨®n de Bruselas. ¡°Estamos satisfechos, hemos rebajado los costes un 30%¡±, detallaba durante la visita Veysel Dalmaz, responsable del Gobierno turco para los refugiados en la regi¨®n.

Frente a las casas prefabricadas que se observan en otros campos, como los de la provincia de Hatay, en Midyat los refugiados tienen que vivir en tiendas de campa?a bajo un clima de oscilaciones extremas. ¡°Los turcos son muy orgullosos y no quieren aceptar la ayuda internacional¡±, revela tras exigir el anonimato un t¨¦cnico de la UE en la zona, ¡°pero en privado confiesan que se han visto desbordados por la duraci¨®n y la magnitud del conflicto sirio¡±.

Unos 800.000 refugiados viven en Turqu¨ªa fuera de los campamentos y solo 527.000 se han registrado ante las autoridades locales para poder tener derecho, por ejemplo, a la atenci¨®n sanitaria o a la escolarizaci¨®n de sus hijos. La UE considera que una quinta parte de estos refugiados se halla en una situaci¨®n muy vulnerable y requieren asistencia especial.

Por ello se ha puesto en marcha un programa con ONG europeas y turcas ¨Cuna especie de ¡°salario social¡± de 14 euros al mes por persona y durante seis meses--, para casos como el de F¨¢tima, de 35 a?os, que malvive en una infravivienda de Kiciltepe, provincia de Mardin, con cuatro hijos de entre 13 y 3 a?os y un marido con una pierna lisiada que rara vez encuentra trabajo. ¡°Vivimos de la ayuda de la gente, para pagar seis liras turcas [dos euros] al d¨ªa por la casa y para poder comer¡±, explica F¨¢tima en su chabola de limpias alfombras ra¨ªdas, junto a un arroyo de aguas residuales.