Merkel aborta un plan socialista contra las normas europeas de austeridad
La canciller exhibe su acuerdo con el SPD para mantener intactas las reglas fiscales
Una idea apenas esbozada en las ¨²ltimas horas por los socialistas europeos ha encontrado ya un enemigo al que ser¨¢ dif¨ªcil batir: la canciller Angela Merkel. Los l¨ªderes de centro-izquierda de los tres grandes de la eurozona se pusieron de acuerdo a lo largo de esta semana para ofrecer un consuelo a los pa¨ªses que m¨¢s se esforzaran en reformar su econom¨ªa. Los socialistas franceses, italianos y ¡ªlo que es m¨¢s importante¡ª alemanes coincidieron en ofrecer a los Gobiernos reformistas una cierta relajaci¨®n en las estrictas reglas fiscales impuestas por Bruselas. Pero la l¨ªder democristiana parece poco proclive a estas alegr¨ªas con el dinero p¨²blico. Y en esta negativa asegura contar con el apoyo de sus socios de Gobierno, que no son otros que los socialdem¨®cratas.
¡°Ambos estamos de acuerdo en que no hay necesidad de introducir cambios en el Pacto de Estabilidad¡±, dijo Merkel el jueves en Berl¨ªn. Con este ¡°ambos¡± se refer¨ªa a ella misma y al l¨ªder del Partido Socialdem¨®crata (SPD) y n¨²mero dos del Gobierno, Sigmar Gabriel. El mismo que lleva repitiendo toda la semana algo parecido a lo contrario. El primer disparo lleg¨® el lunes. ¡°Los costes ocasionados por las medidas de reforma no deber¨ªan tenerse en cuenta en los criterios para calcular el d¨¦ficit p¨²blico¡±, dijo el vicecanciller y ministro de Econom¨ªa en Toulouse, acompa?ado por su hom¨®logo franc¨¦s, Arnaud Montebourg. El mismo jueves insist¨ªa Gabriel en una entrevista al peri¨®dico m¨¢s le¨ªdo de Europa, el Bild. ¡°Deseo que tengamos un debate m¨¢s honesto. Los alemanes estamos hoy mejor que muchos otros pa¨ªses, porque nos impusimos un duro programa de reformas con la Agenda 2010 de [el antiguo canciller socialdem¨®crata] Gerhard Schr?der. Pero entonces nosotros tambi¨¦n necesitamos m¨¢s tiempo para reducir la deuda p¨²blica¡±, aseguraba Gabriel.
La propuesta de Gabriel despert¨® el malestar de sus socios de coalici¨®n
Sus socios de coalici¨®n no han disimulado el malestar por sus palabras. Los democristianos avisan de que se trata una mala se?al que pone en peligro la confianza en el euro; mientras que los socialcristianos b¨¢varos van m¨¢s lejos y hablan de ¡°atentado contra el contribuyente alem¨¢n¡±. Los socialdem¨®cratas acudieron a las elecciones al Bundestag del a?o pasado con la propuesta de impulsar un importante paquete inversor para el sur de Europa. Pese a sufrir una derrota ante las huestes de Merkel, entraron en un Gobierno en el que han logrado imponer un giro a la izquierda dentro de casa: salario m¨ªnimo, jubilaci¨®n a los 63 en ciertos casos, doble nacionalidad para hijos de inmigrantes... Pero la pol¨ªtica europea se ha mantenido inalterada hasta ahora. Ni rastro del Plan Marshall que el candidato del SPD a canciller, Peer Steinbr¨¹ck, se hart¨® de anunciar.
La propuesta de un mayor margen de maniobra fiscal la coordinaron Gabriel, el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, y el pujante primer ministro italiano, Matteo Renzi. Despu¨¦s, los socialistas del Parlamento Europeo la hicieron suya. Pero la jefa de Gabriel en el Gobierno de coalici¨®n intervino el jueves para contradecirle. Tras hablar con ¨¦l, Merkel asegur¨® a los periodistas que ambos comparten ¡°una convicci¨®n¡± de que el pacto actual ya ofrece suficiente flexibilidad. El choque puede saldarse o bien con la victoria de Merkel o con una fricci¨®n creciente en un Ejecutivo que hasta ahora ha funcionado razonablemente bien, pese a tensiones ocasionales, como la surgida por la letra peque?a que acompa?ar¨¢ al salario m¨ªnimo. Pero este asunto ya no es de detalle. Es de vital importancia para Francia e Italia. Y Merkel promete dar la batalla.
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