¡°El objetivo es lograr una mentalidad democr¨¢tica¡±

El movimiento hongkon¨¦s Occupy Central se ha apuntado dos importantes tantos con el ¨¦xito del refer¨¦ndum pro democracia concluido el domingo y la alta asistencia a la marcha de el martes. Pero su fundador, el profesor de Derecho Benny Tai Yiu, advierte que se trata tan s¨®lo del ¡°final de una ronda del juego¡± y ahora espera que se abra un di¨¢logo con China.

Pregunta. ?Es usted optimista ante c¨®mo vaya a reaccionar Pek¨ªn?

Respuesta. Soy una de las pocas personas en Hong Kong que es optimista. Si nuestros l¨ªderes en Pek¨ªn, en el gobierno local, son racionales y responsables ver¨¢n que no hay ninguna raz¨®n por la que deban elegir una opci¨®n que frustre y enfade m¨¢s a los habitantes de Hong Kong en lugar de dejarles pronunciarse.

P. ?Qu¨¦ es lo que buscaba el refer¨¦ndum? ?Influy¨® el Libro Blanco en la participaci¨®n en la consulta y en la marcha?

R. Esto es un juego pol¨ªtico, y el refer¨¦ndum y la marcha forman una etapa de este juego. En ella nosotros hicimos lo que pudimos para acumular poder de presi¨®n, y ellos hicieron lo que pudieron para mantenernos a raya. La siguiente ronda debe ser de di¨¢logo, en la que exploremos las necesidades de ambas partes. Entendemos que China tiene preocupaciones, pero no queremos protestar contra la soberan¨ªa china, no somos un movimiento pro independencia ni nada parecido. Tampoco queremos poner a la oposici¨®n en el poder; no tenemos intenci¨®n de ganar el poder. S¨®lo pedimos cambiar el sistema electoral, que es una petici¨®n muy humilde.

P. ?S¨®lo se trata de cambiar el sistema electoral? ?O se pretende algo m¨¢s?

R. El objetivo final no es s¨®lo cambiar el sistema de voto, sino tambi¨¦n la mentalidad, conseguir una mentalidad democr¨¢tica entre los ciudadanos de Hong Kong. Estamos aprendiendo, a¨²n nos queda mucho, pero al implicarnos en este proceso ganaremos una actitud para encarar opiniones diferentes y aprender a respetarlas. Soy un acad¨¦mico, mi vida consiste en educar y ¨¦ste es un proceso de educaci¨®n civil. La cultura de Hong Kong puede cambiar. Va a ser un proceso largo, pero hay que empezarlo.