¡°A¨²n hay ruandeses tentados por hacer pol¨ªtica con tintes ¨¦tnicos¡±
Veinte a?os despu¨¦s del genocidio, Kigali destaca avances como la reconstrucci¨®n y la afluencia de inversores extranjeros
Cuando Louise Mushikiwabo (Kigali, 1961) rondaba los 33 a?os, hace poco m¨¢s de dos d¨¦cadas, su hermano, Lando Ndasingwa, formaba parte del Gobierno de Juv¨¦nal Habyarimana. Era el ¨²nico ministro tutsi de un gabinete copado por hutus. El 6 de abril de 1994, el avi¨®n de Habyarimana fue derribado y la llama del genocidio contra los ruandeses tutsis -las matanzas tambi¨¦n alcanzaron a hutus moderados- prendi¨® definitivamente. Ndasingwa fue asesinado. En el 20? aniversario de aquella sangrienta persecuci¨®n ¨¦tnica, que dej¨® un saldo aproximado de 800.000 muertes, la hermana de aquel ministro forma parte del actual Gobierno de Paul Kagame. Es su titular de Exteriores y una de las portavoces de esa nueva "narrativa" sobre Ruanda que quiere dejar atr¨¢s el genocidio para hablar m¨¢s de crecimiento econ¨®mico, de nuevas tecnolog¨ªas, del poder de la mujer... ?C¨®mo dejaron atr¨¢s ese pasado? "Somos resistentes, empujamos cuando las cosas vienen dif¨ªciles", responde Mushikiwabo, tras un encuentro en Madrid en la sede del Fride.
Pregunta. ?Se puede pensar en Ruanda sin pensar en un genocidio?
Respuesta. Es dif¨ªcil. Algo tan horrible como el genocidio capta la atenci¨®n, pero no lo hace la paz, esta incre¨ªble reconstrucci¨®n y el renacimiento de un pa¨ªs¡ No hay mucha gente a la que le importen las buenas noticias. No somos una gran econom¨ªa, no tenemos petr¨®leo, pero tenemos much¨ªsima inversi¨®n llegando de todo el mundo. Las reformas han hecho atractivo Ruanda: registrar una empresa en tres horas, por ejemplo. Tenemos un reto: reunir todas estas noticias positivas para crear nuestra imagen.
Es muy importante que la historia de la nueva Ruanda despu¨¦s de 20 a?os [de genocidio] sea la historia de un pa¨ªs diferente, no asociado a la violencia, asesinatos¡ Tenemos que invertir en esta nueva narrativa. Necesitamos equilibrio en la mirada hacia ?frica, y as¨ª tambi¨¦n se beneficiar¨¢ Ruanda.
P. ?El genocidio forma parte del d¨ªa a d¨ªa de Ruanda?
R. No, pero en una sociedad que ha pasado por una experiencia tan dram¨¢tica, siempre est¨¢ en el trasfondo. He percibido y sentido en los ¨²ltimos a?os que la tentaci¨®n de hacer pol¨ªtica con tintes ¨¦tnicos siempre est¨¢ ah¨ª, es una carta f¨¢cil. La gente que estuvo involucrada en pol¨ªtica en los noventa recupera la dimensi¨®n ¨¦tnica, algo envenenado y relacionado con el genocidio. Pero hoy la mayor¨ªa de los ruandeses se levantan, se duchan, van al trabajo y no es algo que est¨¦ en sus cabezas a diario. La superaci¨®n del genocidio, pese a la reconstrucci¨®n del pa¨ªs, est¨¢ a¨²n en proceso. No pensamos en ello a diario, pero siempre queda algo en nuestras mentes.
P. ?C¨®mo se puede olvidar esta dimensi¨®n ¨¦tnica?
R. La pol¨ªtica ruandesa, como dice la Constituci¨®n, es la pol¨ªtica del consenso. El modo en el que tratamos de alejarnos de la negatividad del pasado es discutiendo de forma consciente sobre nosotros como naci¨®n, como gente, qu¨¦ nos une, y convertir eso en pol¨ªtica para asegurarnos de que todo el mundo logra ser promocionado por los m¨¦ritos o que todo el mundo tiene una oportunidad de recibir educaci¨®n. Y eso permite a la gente ver que, en primer lugar, el pa¨ªs pertenece a todos y que todos tenemos que tomar parte en ¨¦l. Esto debe llegar desde el liderazgo.
P. ?Ha acabado la reconciliaci¨®n?
R. No, en absoluto. El genocidio en Ruanda empez¨® con un lavado de cerebro general y un proceso de discriminaci¨®n contra los tutsis. Es mucho m¨¢s f¨¢cil destruir que construir; esto lleva mucho m¨¢s tiempo. Estamos contentos y orgullosos de que estamos de camino a un futuro mucho mejor. Y esto lo vemos sobre todo con los m¨¢s j¨®venes, c¨®mo interact¨²an en las escuelas, en los trabajos, la manera en la que est¨¢n m¨¢s concentrados en tener una vida mejor, m¨¢s que cualquier otra persona.
P. A parte del proceso gacaca (tribunales comunitarios), ?hay alg¨²n otro proceso judicial abierto por el genocidio?
R.S¨ª, los tribunales nacionales est¨¢n llevando casos sobre el genocidio. Hay muchos en gacaca pero los que no se resuelven ah¨ª van al sistema judicial tradicional.
P. Francia y B¨¦lgica han sido siempre se?alados desde Kigali por su relaci¨®n con el genocidio. ?Se ha hecho justicia con ellos?
R. Ruanda no ha firmado el Tratado de Roma, as¨ª que no forma parte del Tribunal Penal Internacional. La justicia internacional es muy pol¨ªtica, tiene menos que ver con la justicia que con la pol¨ªtica, as¨ª que nunca hemos reconocido al TPI. Francia estuvo involucrada en tapar algunas acciones durante el genocidio. Se aline¨® pol¨ªticamente con los tipos malos. El TPI es un tribunal europeo. Y lo hemos comprobado al ver como Francia ha tratado de esconder lo que hizo en Ruanda durante los noventa. Solo una veintena de pa¨ªs de ?frica, de 54, reconoce esta corte. El TPI ha ido contra los africanos hasta ahora. Parece un tribunal creado por europeos para manipular la pol¨ªtica en ?frica, a sus presidentes, se?ores de guerra¡ Por eso, el TPI est¨¢ en crisis.
No tiene sentido que desde 2002 hasta 2014, esta corte solo haya procesado a africanos. Ha habido tambi¨¦n cr¨ªmenes en Myanmar, Afganist¨¢n, Siria¡ Cuanto m¨¢s clara es tu piel, menos culpable eres de este tipo de delitos. Si no hay una reforma del TPI, muchos pa¨ªses africanos van a dejarlo.
P. Se ha relacionado al Gobierno con la muerte del exjefe de inteligencia Patrick Karegeya y el ataque contra el exgeneral Kayumba Nyamwasa...
R. Estos individuos se asociaron durante los ¨²ltimos a?os con el FDLR (Fuerzas Democr¨¢ticas para la Liberaci¨®n de Ruanda) para crear inseguridad dentro del pa¨ªs, lanzando granadas, por ejemplo. El FDLR es una milicia armada asociada con el genocidio, con los que huyeron despu¨¦s de cometerlo. Sol¨ªan trabajar con el Gobierno de Ruanda en posiciones de alto rango.
Recientemente, la parte oeste del pa¨ªs ha recibido llamamientos para el reclutamiento por parte del FDLR. Descubrimos que hab¨ªa gente, muchos con lazos familiares, trabajando con ellos desde el otro lado de la frontera. Ha habido incidentes, como el tiroteo contra un oficial de polic¨ªa que trataba de evitar la muerte de un alcalde. As¨ª que volcamos ah¨ª nuestras fuerzas de seguridad y arrestamos a muchos. Algunos fueron liberados, pero era importante obtener informaci¨®n.
P. Pero, ?qu¨¦ pas¨® con Karegeya y Nyamwasa?
Estos dos hombres estuvieron directamente involucrados en todo esto. La muerte de uno de ellos est¨¢ siendo investigada en Sud¨¢frica porque muri¨® all¨ª. Este Karegeya y los relacionados con ¨¦l son gente que est¨¢n tratando desestabilizar Ruanda, son enemigos del pa¨ªs. Como Gobierno, no lo sentimos. Muri¨®, ?y qu¨¦? Estuvo involucrado en la muerte de ruandeses inocentes, reclutando gente para el FDLR. Fue asesinado, ?y qu¨¦?
El otro [Nyamwasa] a¨²n vive en Sud¨¢frica y ese pa¨ªs tiene informaci¨®n sobre sus actividades. Los dos pa¨ªses estamos en contacto y hablamos sobre ello porque afecta a las relaciones bilaterales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.