Miles de ucranios se refugian en Rusia

Fugitivos de Ucrania llegan a Rusia en los ¨²ltimos meses para ponerse a salvo de la violencia que engulle las regiones orientales de su pa¨ªs, donde las autoridades centrales de Kiev reanudaron el martes la operaci¨®n militar contra los insurgentes e independentistas prorrusos tras una tregua que no lleg¨® a ser tal.

Mujeres, ni?os y, en menor medida, hombres, entran en Rusia por los puestos fronterizos de Rostov del Don, la regi¨®n de tradici¨®n cosaca que linda con Lugansk y Donetsk, las provincias ucranias escenario del conflicto armado que unos consideran como ¡°guerra¡± y otros como ¡°operaci¨®n contraterrorista¡±.

Los fugitivos llegan casi sin equipaje. A menudo, con lo puesto. Llevan la fatiga en el rostro. Cuando los tiroteos les pusieron los nervios a flor de piel se marcharon de Slaviansk ¡ªdonde no hay ni luz ni agua¡ª de Kramatorsk o de Aleks¨¢ndrovka. Dejaron sin cosechar los huertos que hubieran asegurado su subsistencia para el invierno; abandonaron a su suerte a sus animales dom¨¦sticos y, a veces, ni siquiera se despidieron de los hijos que se quedaron a combatir al Ej¨¦rcito, la Guardia Nacional y las unidades militares que el presidente Petro Poroshenko les env¨ªa para restablecer el orden constitucional de Ucrania.

Mosc¨² permite a los fugitivos permanecer un a?o en vez de 90 d¨ªas

As¨ª lo han contado a esta corresponsal diversos ciudadanos de Ucrania que se cobijan en los centros de acogida de Rostov del Don. Sus historias se parecen mucho entre s¨ª.

ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, cifra el n¨²mero de desplazados a Rusia en unos 110.000 desde principios de a?o hasta el pasado viernes . En Rostov del Don, en la ma?ana de ayer se cobijaban 20.796 ucranios (entre ellos 7.778 ni?os), seg¨²n Anatoli Jarkovski, el defensor del pueblo local. De ellos, 3.580 residen en alojamientos temporales y el resto en casas de parientes, amigos o voluntarios.

En la frontera se han registrado diversos incidentes e incluso tiroteos. En la parte ucrania, las tropas leales a Kiev y los insurgentes han luchado por los puestos fronterizos. El martes, Ucrania asegur¨® haber restablecido el control sobre ellos. Las estad¨ªsticas de ayer indican que 2.339 ucranios llegaron a Rusia el martes. A t¨ªtulo comparativo, el lunes fueron 6.381, y el 18 de junio, algo m¨¢s de 14.000.

Los nuestros matan a los nuestros y no s¨¦ en quien confiar Asegura un mec¨¢nico

Dado que Kiev restringe el paso fronterizo, cabe preguntarse si la poblaci¨®n civil de las ciudades m¨¢s castigadas, como Slaviansk, Krematorsk, G¨®rlovka, disponen de corredores seguros para ponerse a salvo en territorio de Ucrania. Los ucranios refugiados en Rostov del Don no hab¨ªan considerado siquiera esa posibilidad. Seg¨²n relataron los refugiados en tres centros de acogida, los uniformados al servicio de Kiev son representantes de un ¡°r¨¦gimen fascista¡± que les lanzan ¡°bombas de f¨®sforo¡±, ¡°asesinan a los ni?os¡±, y realizan una ¡°operaci¨®n de exterminio¡± para que ¡°EE?UU pueda explotar el gas de esquisto¡± sin la molesta poblaci¨®n local.

Rostov del Don acoge de forma eficiente a los fugitivos. Nada que ver con las penurias que chechenos y rusos sufrieron en su propio pa¨ªs en la d¨¦cada de los noventa del siglo pasado y la primera d¨¦cada de ¨¦ste, cuando huyeron del Ej¨¦rcito que Mosc¨² mand¨® a restablecer el orden constitucional quebrantado por los independentistas chechenos.

En Novosh¨¢jtinsk, los ucranios se alojan en un campamento formado por 20 grandes tiendas, desplegado por los servicios de emergencia de la provincia. Hay sala de juegos para los ni?os y hasta una capilla ortodoxa. La provincia ha recibido 240 millones de rublos (unos cinco millones de euros) de Mosc¨² para atender a los refugiados.

Por disposici¨®n del Gobierno, los ucranios pueden ahora permanecer hasta un a?o en Rusia, en lugar de los 90 d¨ªas a los que les limitaba la legislaci¨®n, y trabajar durante todo ese tiempo. Pueden tambi¨¦n pedir asilo temporal por un a?o, aunque convertirse en refugiado pol¨ªtico es mucho m¨¢s complicado porque Rusia no prodiga este estatus debido a los costes que conlleva.

Empresarios y representantes de otras provincias acuden a Rostov del Don para llevarse a los ucranios a Vor¨®nezh, St¨¢vropol, Daguest¨¢n, o Krasnodarsk. No todas las ofertas laborales son lo que parecen. En una tienda de campa?a de Novosh¨¢jtinsk Mariana y Natalia, dos cocineras, se recuperan del viaje a Krasnodarsk, de donde regresaron tras comprobar que la oferta recibida no se ajustaba a lo prometido. Sergu¨¦i, de 27 a?os, es uno de los 23 hombres adultos entre los 247 residentes en Pioner, un antiguo campamento de verano infantil. Es mec¨¢nico y trabajaba para una empresa de coches de Lugansk que se cerr¨® cuando unos enmascarados con fusiles le ¡°requisaron¡± una docena de coches.

?Ha huido Sergu¨¦i de los bandidos, de los insurgentes, de la Guardia Nacional? ¡°No lo s¨¦¡±, responde. ¡°Ahora los nuestros matan a los nuestros y no s¨¦ en quien confiar. Si vas a luchar, uno de los tuyos te puede atacar por la espalda, pueden matarte por dinero. No hay orden¡±.

Los representantes del ACNUR han pasado por Rostov del Don. En Mettalurg, uno de los centros de acogida, los ucranios no quisieron escuchar a los funcionarios de Naciones Unidas. Materialmente est¨¢n atendidos (por lo menos hasta el final del verano) y, seg¨²n dicen, las instituciones internacionales no quieren o no les pueden dar lo que m¨¢s necesitan: seguridad para volver a sus domicilios y paz.