En busca de una v¨ªa
Se equivoca el presidente Santos si cree la Tercera v¨ªa, sin una verdadera actualizaci¨®n de sus principios, le sirve para ubicarse lejos de la izquierda y de la derecha iracunda
Pasadas dos semanas de su reelecci¨®n el presidente Juan Manuel Santos reuni¨® en Cartagena a quienes fueran los l¨ªderes del mundo y hoy ex jefes de estado a un conversatorio para el relanzamiento de la llamada Tercera V¨ªa que hace casi dos d¨¦cadas le dio discurso al Nuevo Laborismo brit¨¢nico a cerrar veinte a?os de la Sra. Thatcher.
Bill Clinton, Tony Blair, Felipe Gonz¨¢lez, Fernando Henrique Cardoso y Ricardo Lagos. Estados Unidos, Reino Unido, Espa?a, Brasil y Chile. Y en el centro, Colombia. El presidente colombiano quiere ser ubicado en el centro del espectro ideol¨®gico, o de una nueva derecha como plantean otros, para decirle al mundo que, aunque la izquierda lo ayud¨® a reelegir, en esa posici¨®n no se siente c¨®modo y mucho menos en deuda.
No hubo entre los invitados a ese conversatorio l¨ªderes de la izquierda colombiana, tan unida en los comicios en torno al presidente Santos por la defensa de las libertades y el proceso de paz, y tan atomizada ahora pero con claridades sobre las reformas que deben exigir y que este gobierno tiene que hacer obligatoriamente en el segundo tiempo.
Los mandatarios reunidos en Cartagena hace unos d¨ªas apoyaron todos el proceso de paz en Colombia, generando la reacci¨®n airada del ex presidente Alvaro Uribe, cuyo trino en contra de la declaraci¨®n final, tuvo m¨¢s seguidores que las intervenciones de todos los presentes unidos y que la misma declaraci¨®n que pocos leyeron. Y la raz¨®n est¨¢ en que Uribe, a pesar de su ya reconocida patolog¨ªa iracunda, interpreta con mayor facilidad a la gente sobre todo la afectada por los ataques irracionales de la guerrilla.
Precisamente el d¨ªa anterior a que se celebrara el conversatorio sobre la Tercera V¨ªa, el ELN le hab¨ªa lanzado dos cilindros a la sala de TV y al casino del complejo petrolero Ca?o Lim¨®n dejando trece civiles heridos y suspendida la producci¨®n del oleoducto. Esa es la misma guerrilla con la que el Gobierno anunci¨® que ya inici¨® un proceso de paz como el que lleva a cabo con las FARC en la Habana.
Ninguno de los presentes fue capaz de redefinir la llamada Tercera V¨ªa, a la que para ser justos solo pertenec¨ªa Tony Blair, en t¨¦rminos de dar respuesta a la infinidad de desaf¨ªos que plantean las realidades por lo menos de Am¨¦rica Latina. Incluso Blair dijo que 25 a?os despu¨¦s, los principios de esa pol¨ªtica tan en boga luego de la Guerra Fr¨ªa, no requer¨ªa una redefinici¨®n en sus principios y que segu¨ªa siendo la alternativa intermedia para que el estado fuera garantista y el mercado proveedor para las necesidades p¨²blicas. Decepci¨®n grande que este l¨ªder del nuevo laboralismo pareciera que no ha entendido lo que plantean cientos de manifestaciones en el mundo. Ya las primeras, las de Egipto, cumplen 5 a?os.
Nos quedamos sin saber si tambi¨¦n piensa hoy lo mismo que en 2003 cuando aprob¨® de la mano de George Bush la invasi¨®n a Irak. Posiblemente s¨ª, pues ha dicho en otros escenarios que lo que ocurre en Irak es producto de la inacci¨®n internacional en Siria.
Por eso, se equivoca el presidente Santos si cree la Tercera v¨ªa, sin una verdadera actualizaci¨®n de sus principios, le sirve para ubicarse lejos de la izquierda y de la derecha iracunda, pues los principios rectores de la filosof¨ªa pol¨ªtica de Anthony Giddens lo que precisamente plantean es la necesidad de reconciliar valores sociales de los progresistas, garantizar la distribuci¨®n del ingreso y no como un Estado proveedor de casas gratis sino como un estado inversor en educaci¨®n y salud, las dos grandes reformas pendientes junto con la agraria, para lo cual, requerir¨¢ m¨¢s que una v¨ªa, un nuevo liderazgo que no mine la confianza que le entregaron millones de colombianos.
Valioso aporte hicieron en Cartagena los ex presidentes Felipe Gonz¨¢lez y Ricardo Lagos, quienes advierten en Colombia un pa¨ªs en punto de inflexi¨®n. El espa?ol dijo claramente que son inviables nuestras sociedades mientras no se solucione la inequidad y el chileno hizo una important¨ªsima reflexi¨®n sobre la verdad como forma de reparaci¨®n, que ojal¨¢ fueran escuchados por quienes hoy tienen en sus manos la posibilidad de hacer justicia para Colombia.
En Paris, en el VI Foro Econ¨®mico de la OCDE para Am¨¦rica Latina, se advert¨ªa que pesar de los crecimientos de econom¨ªas como las nuestras que ya superan el 6 por ciento, la desigualdad, el endeudamiento de una clase media que crece, la falta de inversi¨®n en infraestructura, m¨¢s importaciones que exportaciones y la aplazada revoluci¨®n educativa siguen siendo los inaplazables.
No s¨¦ si en Paris, pero en Cartagena no se plantearon f¨®rmulas. Ni siquiera se reivindicaron pol¨ªticas. No hubo menciones a la debilidad institucional o a la corrupci¨®n del sistema pol¨ªtico y judicial. Hubo humor s¨ª. Y eso al menos nos dejo saber de boca de Felipe Gonz¨¢lez que Aznar usa zapatos con tac¨®n y que Luis Alberto Moreno, el colombiano presidente del BID se sube en butacos para ganar cent¨ªmetros de estatura.
En buena hora, dicen, un socialdem¨®crata en Italia, su primer ministro Matteo Renzi, se erige como un nuevo liderazgo en Europa para reivindicar la pol¨ªtica de manera moderna en la construcci¨®n de un proyecto de naci¨®n y para Europa entera. De nuevos liderazgos es de lo que se trata. De liderazgos como los que nos ha regalado Nestor Pekerman, el t¨¦cnico colombiano, que puso a un grupo tan diverso de jugadores a moverse por un solo objetivo sin permitir goles ni juegos sucios.
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