La polic¨ªa boliviana echa un pulso al Gobierno y reclama m¨¢s ingresos

La polic¨ªa de Bolivia ha decidido echar un pulso al Gobierno. Desde el pasado jueves suboficiales, sargentos y agentes de todo el pa¨ªs se han replegado en protesta por el incumplimiento, por parte del Ejecutivo de Evo Morales, de un acuerdo, suscrito en 2012, para mejorar sus ingresos. Un conflicto que tiene visos de agudizarse despu¨¦s de que el Comando de la Polic¨ªa decidiese dar la baja a Pedro Ticona, uno de los l¨ªderes de la movilizaci¨®n.

La Asociaci¨®n de Suboficiales, Sargentos, Clases y Polic¨ªas (ASSCLAPOL) ha convocado a sus asociados a un acuartelamiento, que no mot¨ªn, en las unidades policiales de las principales ciudades de Bolivia para exigir al Gobierno que disponga de la fusi¨®n de un pago extraordinario de 400 bolivianos (unos 57 d¨®lares) mensuales al sueldo b¨¢sico de 1.200 bolivianos (unos 163 d¨®lares), que el mismo Gobierno hab¨ªa ofrecido hace dos a?os atr¨¢s, seg¨²n record¨® el defensor del Pueblo de La Paz, Gregorio Lanza.

Este pago extraordinario, conocido como bono de seguridad, se otorga como reconocimiento a horas y servicios extraordinarios para dar protecci¨®n a la ciudadan¨ªa boliviana.

Cerca del 70% de los 37.000 miembros de la polic¨ªa boliviana tienen el grado de suboficiales, sargentos, clases y polic¨ªas. De acuerdo a los portavoces de este movimiento, no se descuida ninguna de las funciones que tienen asignados para proteger el orden y la seguridad. El personal que tiene descanso se repliega a los cuarteles para mantener la medida. Quienes tienen turno en las distintas reparticiones cumplen el trabajo con normalidad.

Las demandas se hicieron p¨²blicas la semana pasada tras fracasar las negociaciones con los mandos policiales y autoridades de Gobierno. El ministro del Interior, Carlos Romero, deplor¨® que la indisciplina y la insubordinaci¨®n est¨¦n afectando a la instituci¨®n del orden y advirti¨® que no dialogar¨¢ bajo presi¨®n.

El anuncio de la baja de un polic¨ªa ha sido mal recibido entre los acuartelados que, indignados, han propuesto declarar persona no grata al comandante de la Polic¨ªa. Consideran que, en lugar de defenderlos, est¨¢ atentado contra miles de sus camaradas, al denegar una petici¨®n que, seg¨²n han coincidido varias instituciones, como la Defensor¨ªa del Pueblo, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos y la ASSCLAPOL, tiene sus ra¨ªces en una oferta que el mismo Gobierno les hizo hace dos a?os.

Los efectivos acuartelados en la Unidad de T¨¢ctica de Operaciones Policiales (UTOP) de Cochabamba declararon ante los medios locales que el comandante puede anunciar todas las bajas que crea conveniente, pero no lograr¨¢ poner de rodillas a quienes demandan que el Gobierno cumpla con los acuerdos.

El ministro del Interior, Carlos Romero, ha reiterado la decisi¨®n de su despacho de no dialogar bajo presi¨®n. En las ¨²ltimas horas ha se?alado una y otra vez la serie de grandes beneficios otorgados a la instituci¨®n desde 2006 ¡ªcuando asumi¨® la presidencia Evo Morales¡ª en el mejoramiento de los cuarteles, la dotaci¨®n de veh¨ªculos y motocicletas, as¨ª como una red de c¨¢maras de seguridad para apoyar el trabajo de los polic¨ªas principalmente en las calles de Santa Cruz, El Alto, y La Paz, que registran mayor inseguridad ciudadana.

Romero ha justificado su rechazo a la petici¨®n de fusionar el bono de seguridad al salario b¨¢sico en la necesidad de nuevos estudios t¨¦cnicos que avalen la sostenibilidad de la medida en el futuro. De ah¨ª que convocara a los implicados a considerar el asunto a partir de agosto y se incluya en el presupuesto del pr¨®ximo a?o. En octubre Bolivia celebrar¨¢ elecciones presidenciales.

Romero destac¨® que la polic¨ªa recibe un equivalente a 1.600 bolivianos en cuatro productos alimenticios (arroz, harina, az¨²car y aceite) una vez al a?o, adem¨¢s de un pago para alimentaci¨®n de siete bolivianos (poco menos de un d¨®lar) por d¨ªa, unos cincuenta centavos m¨¢s de la asignaci¨®n diaria que reciben un preso en las c¨¢rceles bolivianas.

Como los militares hace unas semanas, los polic¨ªas tambi¨¦n han salido a las calles de La Paz y Cochabamba a protestar. En ambas ciudades han estado acompa?adas de mujeres, familiares de los polic¨ªas, que han realizado vigilias en las puertas de los cuarteles.