Los BRICS, unidos por la econom¨ªa pero separados por la democracia
Un informe compara las diferencias democr¨¢ticas en el seno del club de los emergentes
Cuando el martes se re¨²nan en Fortaleza, los cinco presidentes del club de los BRICS volver¨¢n a comprobar que como gigantes emergentes les unen mucho m¨¢s sus intereses econ¨®micos y diplom¨¢ticos que sus posicionamientos pol¨ªticos y sociales. En el trasfondo de la sexta cumbre entre Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica -que suponen alrededor de una quinta parte del PIB mundial y un 40% de la poblaci¨®n- se vislumbrar¨¢ un choque de filosof¨ªas sobre si es necesaria la democracia para lograr un s¨®lido crecimiento econ¨®mico y reducir la pobreza.
Tras la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn en 1989, el modelo occidental democr¨¢tico-capitalista parec¨ªa imponerse a largo plazo como la mejor receta de ¨¦xito, pero la crisis econ¨®mica internacional de 2008 y la paulatina p¨¦rdida de influencia de Occidente ante el despunte de nuevos actores han trastocado este paradigma. ¡°Mientras los poderes occidentales luchaban por superar la paralizaci¨®n pol¨ªtica, el ¡®establishment¡¯ pol¨ªtico chino segu¨ªa generando altos niveles de crecimiento y sacando a millones de personas de la pobreza¡±, subraya un informe sobre los BRICS, presentado recientemente en Washington, elaborado por el centro de estudios brit¨¢nico Legatum con la colaboraci¨®n de think tanks brasile?os, indios y sudafricanos.
Seguramente, uno de los ejemplos m¨¢s reveladores sea la dificultad que tiene el Gobierno de Estados Unidos -dada la par¨¢lisis que atenaza al Capitolio- de lograr la aprobaci¨®n para la construcci¨®n de una infraestructura, en contraste con la eficacia y rapidez china.
¡°La democracia no es un obst¨¢culo al crecimiento. Al contrario, los derechos y libertades democr¨¢ticas pueden ayudar a promover un desarrollo sostenido, un mayor crecimiento econ¨®mico y salidas efectivas de la pobreza¡± Informe del centro Legatum
El documento compara los modelos de gobierno democr¨¢tico de Brasil, India y Sud¨¢frica frente a los autoritarios de China y Rusia. Y su conclusi¨®n es muy n¨ªtida: ¡°La democracia no es un obst¨¢culo al crecimiento. No es necesario, como algunos argumentan, renunciar a libertades individuales, estado de derecho, instituciones independientes, libertad de prensa y elecciones regulares. Al contrario, los derechos y libertades democr¨¢ticas pueden ayudar a promover un desarrollo sostenido, un mayor crecimiento econ¨®mico y salidas efectivas de la pobreza¡±.
Los autores sostienen que el despunte econ¨®mico y social de Brasil, India y Sud¨¢frica en los ¨²ltimos 25 a?os no se puede entender sin su evoluci¨®n democr¨¢tica. Por ello, argumentan, suponen un modelo de ¡°democracia alternativa desde el sur¡±, alejado del patr¨®n occidental de EE UU y Europa, y que puede servir de referente para otros pa¨ªses emergentes -como Malasia, Turqu¨ªa o Singapur- que pueden estar tentados de no avanzar hacia libertades y contrapoderes plenos.
En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, China y Rusia -aunque en menor medida- han registrado un descenso dr¨¢stico de la tasa de pobreza y una ampliaci¨®n de la clase media. Lo mismo han logrado Brasil, India y Sud¨¢frica. Por tanto, la pregunta surge r¨¢pidamente: ?Qu¨¦ aporta la democracia en esos casos? Y la respuesta, seg¨²n el informe, es much¨ªsimo. En un amplio an¨¢lisis comparativo y partiendo de la base de que el concepto de democracia va m¨¢s all¨¢ de la celebraci¨®n de elecciones, el documento destaca que permite una mayor liberalizaci¨®n econ¨®mica, da poder y protege a individuos que no pertenecen a clases privilegiadas, genera instituciones ajenas a interferencias pol¨ªticas -un asunto clave para reducir la corrupci¨®n-, y permite a los individuos denunciar abusos de poder sin ser reprimidos. Factores imprescindibles en naciones emergentes con amplias disparidades raciales, ¨¦tnicas, regionales y clasistas.
Adem¨¢s, a diferencia de las autoritarias, las nuevas sociedades democr¨¢ticas ¡°pueden rectificar por s¨ª mismas¡±, generan un ¡°contrato social¡± al forjar una identidad nacional alrededor de valores democr¨¢ticos que permite la soluci¨®n pac¨ªfica de tensiones, y ¡°fomentan y blindan la innovaci¨®n social y econ¨®mica¡±. Por ejemplo, los autores dudan de que Bolsa Familia, el exitoso programa brasile?o de subsidios para reducir la pobreza, se hubiese impulsado en pa¨ªses desp¨®ticos.
El panorama, sin embargo, dista de ser id¨ªlico. Brasil, India y Sud¨¢frica mantienen numerosos problemas y desaf¨ªos -al margen de los econ¨®micos, la corrupci¨®n y la desigualdad siguen siendo elevadas-, lo que los sit¨²a en una encrucijada. ¡°Hay circunstancias peligrosas en los tres. Hace falta m¨¢s democracia¡±, afirm¨® Ann Bernstein, directora ejecutiva del Centro por el Desarrollo y la Empresa, un laboratorio de ideas sudafricano, en la presentaci¨®n del informe.
El documento considera que las reformas estructurales emprendidas en los tres pa¨ªses en la d¨¦cada de los 90 han quedado obsoletas y aboga por impulsar una segunda oleada para hacer frente a las crecientes demandas de mejoras por parte de la clase media urbana, el riesgo de perder competitividad a nivel mundial y la dificultad de mantener el elevado gasto p¨²blico en pol¨ªticas sociales. En concreto, propone mejorar la transparencia y responsabilidad en las instituciones, liberalizar m¨¢s la econom¨ªa, ganar eficiencia en la gesti¨®n de los servicios p¨²blicos y promover la autosuficiencia en las pol¨ªticas contra la pobreza. El objetivo: lograr un crecimiento econ¨®mico s¨®lido e inclusivo sin perder estabilidad pol¨ªtica.
El contexto no resulta casual. 2014 es un a?o electoral para los tres grandes emergentes democr¨¢ticos. India y Sud¨¢frica acudieron a las urnas en abril y mayo, con cambio de gobierno en el gigante asi¨¢tico. Y Brasil lo har¨¢ en octubre, con la presidenta Dilma Rousseff situ¨¢ndose a la cabeza en las encuestas. Lo que parece muy improbable, coinciden los analistas, es que las divergencias democr¨¢ticas en el seno de los BRICS se aborden en la cumbre de Fortaleza. El club de los emergentes, enfatizan, naci¨® como un concepto econ¨®mico y de contraposici¨®n a los organismos occidentales
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