China en Latinoam¨¦rica: Una amistad m¨¢s intensa
En Beijing resulta muy claro que la expansi¨®n global de las empresas e inversiones chinas requiere de una plataforma pol¨ªtica s¨®lida
?Qu¨¦ espera obtener Beijing de la visita del Presidente Xi Jinping a Am¨¦rica Latina? Como sabemos, el l¨ªder chino plane¨® una agenda intensa en la regi¨®n: la cumbre de los BRICS en Brasil (y a su vez con los l¨ªderes de la Uni¨®n de Naciones Suramericanas, UNASUR), reuni¨®n con el Cuarteto de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (CELAC) y visitas a Argentina, Venezuela y Cuba.
Si examinamos el viaje del Presidente Xi desde una perspectiva que vaya m¨¢s all¨¢ de lo inmediato, podemos postular que la potencia asi¨¢tica busca principalmente cuatro resultados.
Primero, afirmar los lazos pol¨ªticos con la regi¨®n.
Segundo, adelantar una agenda regional.
Tercero, avanzar con firmeza en la seguridad energ¨¦tica y alimentaria, as¨ª tambi¨¦n como en las inversiones en infraestructura y transporte.
Cuarto, mejorar la articulaci¨®n de la pol¨ªtica hacia Latinoam¨¦rica con la estrategia global de Beijing.
No es poco. Por eso esta visita reviste una importancia especial al marcar un punto de inflexi¨®n en las relaciones de China con la regi¨®n.
El primer objetivo es afianzar los v¨ªnculos pol¨ªticos con Am¨¦rica Latina. Aunque solemos enfocarnos en lo econ¨®mico, en Beijing resulta muy claro que la expansi¨®n global de las empresas e inversiones chinas requiere de una plataforma pol¨ªtica s¨®lida. La diplomacia es la base de la expansi¨®n comercial. A Beijing le preocupa la estabilidad pol¨ªtica de sus socios estrat¨¦gicos (Venezuela y Argentina son buenos ejemplos). Pero tambi¨¦n reconoce d¨®nde hay que poner el ¨¦nfasis: Brasil es un hueso duro de roer, al que China necesita como coordinador para su juego en la regi¨®n. Si Brasil ve a China como competencia, entonces obstaculiza la agenda y eso complica la estrategia regional de Beijing.
El segundo resultado consiste en avanzar de una pol¨ªtica basada en lo bilateral a una de car¨¢cter regional. Desde que asumi¨® su mandato, el Presidente Xi ha adelantado una pol¨ªtica exterior que busca crear o fortalecer espacios multilaterales donde la influencia de los Estados Unidos sea d¨¦bil o est¨¦ ausente, pero siempre cuid¨¢ndose de no irritar a Washington. En este sentido, la inteligente agenda de Beijing se mueve simult¨¢neamente en distintos frentes. El anuncio de la creaci¨®n de un banco de inversi¨®n para el desarrollo ha sido el plato fuerte del encuentro de los BRICS en Fortaleza, lo que cuadra con las aspiraciones chinas de contar con instituciones internacionales que le permitan tener un papel de liderazgo y sirvan de plataforma para promover sus intereses. Al mismo tiempo, la iniciativa de crear una cumbre China-CELAC mata dos p¨¢jaros de un tiro: responde a la ausencia de una plataforma de interacci¨®n con la regi¨®n, lo que ha sido una cr¨ªtica constante de los pa¨ªses latinoamericanos, y logra dicho objetivo dejando afuera a los Estados Unidos.
Se especula que el banco de los BRICS puede hacerle contrapeso al tradicional sistema multilateral del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, y para Am¨¦rica Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En la coyuntura actual de la deuda externa argentina, un banco de desarrollo y un fondo de reservas como los que se han anunciado generan considerable atenci¨®n, pero es dif¨ªcil precisar en este momento cu¨¢les ser¨¢n sus beneficios concretos al no conocerse exactamente sus detalles. Algunos piensan que el nuevo banco aspirar¨ªa a disputarle a Jap¨®n espacios como el del Banco Asi¨¢tico del Desarrollo y a los Estados Unidos el del BID. Lo que s¨ª queda claro es que puede funcionar como una herramienta real de impacto pol¨ªtico y econ¨®mico para este grupo de pa¨ªses.
El tercer resultado esperado consiste en fortalecer la pol¨ªtica china de seguridad energ¨¦tica y alimentaria. Sobre lo energ¨¦tico, Venezuela es un socio importante con el que Beijing tiene una relaci¨®n muy cercana e intereses cuidadosamente diversificados. China quiere entrar en nuevos negocios de petr¨®leo y gas, como los yacimientos de Vaca Muerta en el sur de Argentina, donde ya ha desembarcado Chevron. Se anticipa que el Presidente Xi pondr¨¢ ¨¦nfasis en las importaciones de mineral de hierro de Brasil.
Como sabemos, las exportaciones del complejo sojero argentino y brasilero son claves en la relaci¨®n comercial de Latinoam¨¦rica con China. El drag¨®n asi¨¢tico quisiera lograr autosuficiencia en la producci¨®n de alimentos, pero serias limitaciones a la producci¨®n dom¨¦stica y las inseguridades asociadas con la volatilidad en los precios han impulsado a las empresas chinas a invertir en el exterior para controlar la producci¨®n y procesamiento de los productos agr¨ªcolas, as¨ª tambi¨¦n como la log¨ªstica de su transporte. Por el momento, la inversi¨®n agr¨ªcola china en Am¨¦rica Latina es limitada. Hay mucho inter¨¦s por expandirla. Sin embargo, los obst¨¢culos son m¨²ltiples y principalmente de car¨¢cter pol¨ªtico. Por eso la diplomacia tiene un papel importante que cumplir.
M¨¢s all¨¢ de lo energ¨¦tico y alimentario, inversiones en el transporte de carga ferroviario en Argentina y varios proyectos de infraestructura son parte relevante de la agenda.
Cuarto, a medida que la diplomacia hacia Am¨¦rica Latina se torna m¨¢s compleja, resulta necesario ajustar el modo en que las relaciones con la regi¨®n encajan en la pol¨ªtica global de Beijing. Los cuatro pa¨ªses que el Presidente Xi incluye en su tour latinoamericano son destinos usuales del liderazgo chino. Sin embargo, como mencionaba antes, este viaje debe entenderse m¨¢s all¨¢ de la mirada bilateral: la pol¨ªtica de Beijing ha tenido un giro hacia lo regional y lo multilateral. Esta evoluci¨®n hace que los pasos que China marque en Am¨¦rica Latina empiecen a ser le¨ªdos m¨¢s y m¨¢s en relaci¨®n a sus acciones en otras regiones. Por eso, a Beijing le preocupa mucho explicar a Washington que su pol¨ªtica latinoamericana no debe leerse como contenciosa y que Am¨¦rica Latina es una regi¨®n secundaria en el contexto mayor de la pol¨ªtica exterior china. Pero se dan cuenta de que hay razones para leer esta pol¨ªtica de otra manera.
Si la visita del Presidente Xi logra los cuatro resultados mencionados, podemos empezar a hablar de una nueva etapa en las relaciones chino-latinoamericanas. Esta nueva etapa presenta nuevas oportunidades, pero tambi¨¦n desaf¨ªos para ambas partes. Y nos plantea una interrogante significativa: ?c¨®mo evaluar¨¢ Washington la visita del mandatario chino? ?Afectar¨¢ de alguna forma la pol¨ªtica norteamericana hacia Am¨¦rica Latina?
*Ariel Armony es director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami
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