Varados por tiempo indefinido
Cerca de medio millar de venezolanos permanecen en Madrid tras anularse sus vuelos La aerol¨ªnea estatal Conviasa acumula una deuda millonaria
Varados, sin apenas dinero para subsistir y sin saber cu¨¢ndo regresar¨¢n. As¨ª se encuentran desde hace varios d¨ªas casi medio millar de venezolanos en Madrid. Los dos vuelos de Conviasa, compa?¨ªa estatal de ese pa¨ªs que los deb¨ªa llevar de vuelta a Caracas esta semana, han sido suspendidos. Los afectados se resignan a ir cada ma?ana al aeropuerto de Barajas para despu¨¦s regresar sin respuesta a los hoteles. A ¨²ltima hora de ayer, la compa?¨ªa asegur¨® en un comunicado que iniciar¨¢ las repatriaciones el pr¨®ximo lunes. Pero los afectados no se f¨ªan.
El calvario comenz¨® el pasado 17 de julio. La aerol¨ªnea Conviasa ten¨ªa un contrato de arrendamiento con la italiana Blue Panorama, que les prove¨ªa de aviones y tripulaci¨®n completa hasta finales de este a?o, seg¨²n explica Fernando Riego, un empleado espa?ol de la aerol¨ªnea venezolana que hace las veces de portavoz. El vuelo desde Caracas hab¨ªa aterrizado y era el turno para los pasajeros con destino a Venezuela. ¡°Recib¨ª una llamada del aeropuerto, donde me informaban de que ten¨ªan una solicitud para que el mismo avi¨®n realizara un vuelo hacia Malpensa (Mil¨¢n)¡±, explica Riego. Los pasajeros consiguieron regresar a su pa¨ªs tres d¨ªas despu¨¦s, gracias a un acuerdo con Air Europa. Sin embargo, los viajes programados para el 22 y 24 de julio no salieron de Madrid. En total, 470 personas varadas. Riego asegura que Blue Panorama rompi¨® el contrato repentinamente. La aerol¨ªnea italiana declin¨® ayer hacer declaraciones.
No podemos hacer nada, ni pasear. Nos sentimos como en una prisi¨®n
Desde Caracas se apunta a un caso de impago. Venezuela acumula una deuda de 4.000 millones de d¨®lares (2.978 millones de euros) con distintas aerol¨ªneas internacionales. La estatal Conviasa no cuenta con divisas para seguir contratando a Blue Panorama. Seg¨²n revel¨® el jueves el periodista venezolano Nelson Bocaranda, la situaci¨®n es conocida por las compa?¨ªas del sector, que no est¨¢n dispuestas a otorgar cr¨¦dito a Conviasa y exigen un pago por adelantado para auxiliar a los afectados de Barajas. Esa ser¨ªa la raz¨®n por la que un acuerdo con una compa?¨ªa espa?ola de ch¨¢rteres para rescatarlos se abort¨® en el ¨²ltimo momento.
La indignaci¨®n preside la zona de reclamaciones de la Terminal 1 de Barajas. Los afectados se han quedado sin dinero. El Gobierno de Venezuela, con su r¨¦gimen de control de cambio, les permite utilizar solo hasta un m¨¢ximo de 2.200 d¨®lares (1.638 euros) de sus propios ahorros cuando viajan a un destino europeo. Para obtener la autorizaci¨®n, deben presentar a las autoridades venezolanas el boleto adquirido, de cuyas fechas toman nota. En el d¨ªa programado para el regreso, el Gobierno les corta el uso de las tarjetas de cr¨¦dito en el extranjero. La fracci¨®n de dinero en efectivo permitida es de 400 d¨®lares (297 euros). La angustia se reproduce a la inversa: en el aeropuerto de Maiquet¨ªa, en Caracas, aguardan 250 personas que ten¨ªan que viajar a Madrid.
¡°No podemos hacer nada, ni pasear por Madrid. Nos sentimos como en una prisi¨®n¡±, afirma enfadada Libia Mora, de 29 a?os. Conviasa est¨¢ pagando el alojamiento, tres comidas diarias y algunas necesidades como medicinas. Pero no la compensaci¨®n de 600 euros que el pasajero tiene derecho a solicitar. Eliana Pati?a, de 33 a?os, lamenta: ¡°A mi hijo de cuatro a?os no le gusta la comida que nos dan, pero no le puedo comprar nada m¨¢s. Todo el d¨ªa est¨¢ inquieto. Y nos miran mal. ?Acaso yo ped¨ª estar aqu¨ª?¡±.
Entre el alivio y la desesperaci¨®n
Las l¨¢grimas no se hicieron esperar. Algunos lloraban de alivio, otros de desesperaci¨®n. Natascha Contreras es una periodista venezolana de 28 a?os. Sus gafas se empa?an al hablar. ¡°Ya no quiero estar aqu¨ª, no puedo comer m¨¢s de los alimentos del hotel, la harina me sienta mal. Necesito llegar a Venezuela, ya he perdido d¨ªas de trabajo y tengo que hacerme ciertas pruebas m¨¦dicas. Estoy empezando a tener una crisis nerviosa¡±, le llora a Fernando Riego, el empleado de Conviasa que hace las veces de portavoz. Pero ¨¦l poco puede hacer. Las decisiones vienen del pa¨ªs sudamericano.
Los casos m¨¢s urgentes se han resuelto. Este s¨¢bado por la tarde tarde 10 personas regresan a Caracas, entre ellos, una madre a la que se le casa su hija. Prefiere guardar el anonimato por medio a las represalias, ya que es funcionaria. No sabe si llegar¨¢ a la celebraci¨®n. Su vuelo sali¨® a las 15.00. Sin embargo, la ceremonia se llevar¨¢ a cabo a cuatro horas en carretera de la capital venezolana, en Puerto de la Cruz.
Sobre el resto de afectados, casi medio millar, el portavoz de la compa?¨ªa asegura que ¡°se empieza a ver la luz¡±, despu¨¦s de anunciar que el lunes podr¨¢n viajar a Caracas 243 pasajeros, es decir, los que ten¨ªan el vuelo programado para el pasado 22 de julio. Los que ten¨ªan que haber partido el d¨ªa 24 todav¨ªa no saben nada.
En los hoteles, las conversaciones se suceden. La mayor parte de los varados son venezolanos, aunque tambi¨¦n hay espa?oles, como Nuria P¨¦rez, que quer¨ªa viajar a Venezuela 20 d¨ªas. All¨ª iba a conocer a un chico con el que lleva escribi¨¦ndose cuatro a?os. ¡°?Imag¨ªnate! Llevaba esperando todo este tiempo para conocerlo y ahora me quitan d¨ªas. Con lo que me cost¨® el billete. No me han resuelto nada, pero yo quiero que me repongan los d¨ªas perdidos¡±, lamenta.
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