La polarizaci¨®n desangra a Nicaragua

Las c¨¢maras de la televisi¨®n de Nicaragua mostraron a todo el pa¨ªs los rostros de tres campesinos acusados por la Fiscal¨ªa de haber ¡°conspirado¡± en la ejecuci¨®n de un ataque contra unas caravanas de simpatizantes del gobernante Frente Sandinista, que el pasado 19 de julio dej¨® cinco muertos. Con la presentaci¨®n p¨²blica de Erick Salgado y Juan y Gregorio Torres las autoridades nicarag¨¹enses pretend¨ªan demostrar un avance en las investigaciones del crimen, pero han logrado avivar la confusi¨®n de todo un pa¨ªs: no s¨®lo porque los tres detenidos se han declarado abiertamente sandinistas, sino porque ellos no fueron quienes dispararon. M¨¢s de una semana de los hechos, las autoridades desconocen a los que perpetuaron la masacre, ni los motivos. Mientras tanto, la polarizaci¨®n pol¨ªtica ha ido en aumento, causando un nuevo muerto: Carlos Garc¨ªa, exmiembro de la llamada contra ¡ªgrupo armado financiado por Estado Unidos que pretend¨ªa derrocar por las armas al Gobierno sandinista de los ochenta¡ª y l¨ªder opositor del norte de Nicaragua, quien fue asesinado de un balazo en el pecho.

?Qui¨¦nes mataron a los sandinistas? Es la pregunta que los nicarag¨¹enses se repiten a diario, consternados por un crimen que demuestra hasta d¨®nde ha llegado la divisi¨®n y la intolerancia pol¨ªtica en este pa¨ªs centroamericano de apenas seis millones de habitantes, pero con una larga historia de polarizaci¨®n y violencia patrocinada desde el poder. De hecho, la masacre del 19 de julio ¡ªd¨ªa en que se celebra el aniversario de la Revoluci¨®n Popular Sandinista contra la dinast¨ªa somocista¡ª se une a otros dos episodios sangrientos acontecidos en el pa¨ªs en los ¨²ltimos tres a?os, con la salvedad de que los muertos en esos hechos eran considerados ¡°opositores¡± al Gobierno de Ortega.

El primero ocurri¨® en la peque?¨ªsima y pobre comunidad de El Carrizo, habitada en su mayor¨ªa por ind¨ªgenas y campesinos, que no tiene energ¨ªa el¨¦ctrica y se localiza en una zona del norte del pa¨ªs que fue escenario de la cruenta guerra de los ochenta, entre la contra y el Ej¨¦rcito Sandinista. A las ocho y media de la noche del 8 de noviembre de 2011, dos d¨ªas despu¨¦s de las elecciones generales en las que triunf¨® Daniel Ortega pero que fueron catalogadas como ¡°opacas¡± por observadores internacionales, un grupo de simpatizantes del Frente Sandinista entraron a la casa de Irene Mej¨ªa Cruz y atacaron a balazos a su marido, Jos¨¦ Mercedes P¨¦rez, de 67 a?os, y a sus cuatro hijos, simpatizantes todos del opositor Partido Liberal Independiente.

La familia estaba indefensa. En el ataque murieron el esposo de Irene y dos de sus hijos. Los otros dos resultaron gravemente heridos. Las autoridades acusaron a cuatro personas por la tragedia, a quienes impusieron penas de poco m¨¢s de tres a?os. Entre los condenados est¨¢ Jes¨²s Herrera Zepeda, ex secretario pol¨ªtico del Frente Sandinista, Eusebio Cruz Montenegro, exfuncionario del Tribunal Electoral de Nicaragua, y, lo m¨¢s alarmante, dos expolic¨ªas: Elvin L¨®pez y Mauro D¨ªaz. Durante el proceso judicial, el juez a cargo del caso estableci¨® que la matanza se produjo, en parte, ¡°bajo arrebato¡± causado por el licor, un atenuante que permiti¨® establecer una pena menor a la esperada por los familiares de la v¨ªctima. ¡°Esto da asco¡±, afirm¨® en esa ocasi¨®n Gonzalo Carri¨®n, abogado del Centro Nicarag¨¹enses de Derechos Humanos (Cenidh).

Las autoridades acusaron a cuatro personas por la tragedia, a quienes impusieron penas de poco m¨¢s de tres a?os

El otro hecho violento ocurri¨® el 5 de noviembre de 2012 en Ciudad Dar¨ªo, municipio del norte de Nicaragua llamado as¨ª porque en ¨¦l naci¨® el c¨¦lebre poeta nicarag¨¹ense Rub¨¦n Dar¨ªo. La violencia pol¨ªtica se apoder¨® de ese peque?o municipio tras conocerse los resultados de las elecciones municipales de ese a?o, que dieron un arrollador triunfo a los candidatos del Frente Sandinista. En Ciudad Dar¨ªo los simpatizantes de la oposici¨®n acusaron al Tribunal Electoral de alterar los resultados a favor del FSLN, por lo que hubo enfrentamientos violentos en el poblado. La trifulca dej¨® a dos simpatizantes de la oposici¨®n muertos: Vidal Obando, asesinado de dos disparos en la cabeza, y Juan L¨®pez Artola. Testigos de los hechos dijeron a los medios de comunicaci¨®n que los cr¨ªmenes fueron perpetuados por simpatizantes sandinistas.

En ninguno de esos cr¨ªmenes hubo un pronunciamiento oficial de parte del presidente Daniel Ortega y su Gobierno. Ortega s¨ª reaccion¨® indignado contra la masacre del pasado 19 de julio y orden¨® a la Polic¨ªa organizar una amplia investigaci¨®n para esclarecer los hechos. ¡°Hemos recibido la orden de nuestro Presidente y Jefe Supremo, el Comandante Daniel Ortega, de esclarecer a la mayor brevedad posible este hecho criminal y no vamos a escatimar ni tiempo, ni esfuerzo, ni sudor, ni sangre para [impedir] que unos pocos le arrebaten a la mayor¨ªa de nuestro pueblo esta paz que tanto nos ha costado construir a todos¡±, dijo la jefa de la Polic¨ªa de Nicaragua, Aminta Granera.

Los periodistas nicarag¨¹enses tambi¨¦n han sido v¨ªctimas de la creciente intolerancia que vive este pa¨ªs. El pasado 17 de julio el c¨¢mara de Canal 12 de la televisi¨®n local, Javier Castro, fue atacado con un bate de madera por un simpatizante del Frente Sandinista cuando cubr¨ªa una protesta de mujeres contra el Tribunal Electoral, en Managua. Y el 9 de julio el reportero de Televicentro Canal 2 fue agredido mientras entrevistaba a un funcionario del Ministerio de Salud: los videos del canal muestran el momento cuando un veh¨ªculo golpea intencionadamente al reportero mientras hac¨ªa su trabajo.

El Informe sobre Derechos Humanos y Conflictividad en Centroam¨¦rica 2011-2012 alert¨® sobre el retroceso en derechos humanos que vive Nicaragua, debido a la violencia pol¨ªtica y la represi¨®n oficial. Seg¨²n el documento, Nicaragua pas¨® del puesto 72 al n¨²mero 81 de un total de 158 naciones en el ?ndice de Paz Global. El informe advierte de la ¡°reaparici¨®n de la violencia pol¨ªtica en Nicaragua con toda su crudeza, especialmente en contextos electorales¡±.

Para algunos analistas pol¨ªticos nicarag¨¹enses todos estos hechos se enmarcan en una cultura pol¨ªtica basada en el sectarismo, y que es impulsada por el r¨¦gimen de Ortega. En lo que todos en este pa¨ªs parecen coincidir es que Nicaragua, naci¨®n que ha demostrado tener suficiente capacidad para desestabilizar a Centroam¨¦rica, no deber¨ªa caer en un nuevo periodo de violencia pol¨ªtica como los que ya vivi¨® en el pasado. ¡°Debemos estar convencidos que el camino para cambiar Nicaragua es de largo plazo y por la v¨ªa c¨ªvica, porque la v¨ªa armada ya vimos los resultados que da¡±, asegura Mar¨ªa L¨®pez Vigil, editora de la revista Env¨ªo de la Universidad Centroamericana de Managua.