La ofensiva y el bloqueo amargan el fin del Ramad¨¢n a los vecinos de Gaza

Cada a?o, Bashir Shuij sala varias toneladas de pescado para venderlo en las dos principales festividades musulmanas. La preparaci¨®n en salmuera de las lubinas, las doradas y otros pescados comunes del Mediterr¨¢neo exige varios meses de trabajo y se vende en Gaza como fesij, uno de los platos t¨ªpicos para las cenas familiares en la regi¨®n costera palestina. Este lunes se celebrar¨¢ la fiesta de la ruptura del ayuno del Ramad¨¢n, la segunda m¨¢s importante del a?o.

Coincide con la ofensiva militar de Israel sobre la franja de Gaza. El pescadero Shuij explica que ¡°este a?o solo se han vendido 200 kilos¡± de las m¨¢s de cinco toneladas que prepar¨® desde marzo. Toda su familia vive de esto y, seg¨²n contaba Shuij en el mercado central de Gaza, mientras retumbaban las bombas israel¨ªes algunos kil¨®metros al este, el resultado de las ventas este a?o est¨¢ ¡°decenas de miles de euros¡± por debajo de otros ejercicios. Tendr¨¢ que tirar todo lo que no venda.

La vida diaria de los 1,8 millones de gazat¨ªes recuper¨® el domingo cierta normalidad tras 20 d¨ªas de duros bombardeos que ya han matado a m¨¢s de 1.030 vecinos, tres cuartas partes de los cuales eran, seg¨²n la ONU, civiles. La v¨ªspera, una tregua de 12 horas hab¨ªa permitido que los palestinos de los barrios m¨¢s castigados por la invasi¨®n israel¨ª recuperasen sus muertos o comprobaran la destrucci¨®n de sus casas o de negocios como el de Moayin al Eisla. El empresario tuvo que sentarse en un soportal al otro lado de la calle principal de Shiyaiya para llorar la destrucci¨®n completa de su supermercado: ¡°Era toda mi vida de trabajo, todo lo que ten¨ªa¡±.

El s¨¢bado y el domingo, Ham¨¢s e Israel se enzarzaron en un duelo de ofertas y rechazos de alto el fuego. Primero, Israel propuso el s¨¢bado por la noche ampliar la pausa b¨¦lica por otras 24 horas. Ham¨¢s lo rechaz¨® para, a mediod¨ªa, proponer a su vez otro un alto el fuego a partir de las 2 de la tarde. Israel declin¨®. Ham¨¢s sigui¨® disparando cohetes e Israel endureci¨® a mediod¨ªa sus bombardeos sobre Gaza. Al caer la tarde, sin embargo, la tensi¨®n decay¨® en ambos bandos.

Los que viven en el centro de Gaza, donde la destrucci¨®n es mucho menor que en las devastadas Shiyaiya o Beit Han¨²n, pudieron ir de compras o avanzar un poco en los preparativos de la fiesta que celebra el fin del Ramad¨¢n. Ahmed Hasan, un alba?il retirado de 56 a?os, describ¨ªa la ¡°falta de ganas¡± de la mayor¨ªa de los vecinos para preparar la fiesta. ¡°Es dif¨ªcil reunir a los familiares, los cajeros autom¨¢ticos no dan dinero y las carreteras est¨¢n cortadas¡±, se lamentaba en el mercado central. ?l compr¨® algo de fesij, porque ¡°algo habr¨¢ que comer¡±. Dice que es uno de los finales de Ramad¨¢n ¡°m¨¢s amargos¡± de su vida. Abogaba por ¡°un alto el fuego cuanto antes¡±. Tras distanciarse discretamente del grupo islamista Ham¨¢s, que gobierna Gaza, el jubilado explic¨® no obstante que los palestinos ¡°tienen que defenderse de la agresi¨®n de Israel¡±.

Tampoco funciona la venta de adornos y juguetes, cuya temporada alta es el per¨ªodo de ramad¨¢n. Mahmud Awad, un tendero del centro, explicaba que no ha vendido ¡°m¨¢s que media caja de adornos luminosos¡±, de las 20 que encarg¨® este a?o. Sobre Ham¨¢s y el alto el fuego, Awad contaba c¨®mo ¡°familias enteras de simpatizantes de Al Fatah¡±, el partido rival de Ham¨¢s, ¡°celebran cada cohete que sale hacia Israel, porque han perdido parientes y amigos¡± en los bombardeos. Para Awad, ¡°no puede haber paz duradera si Israel y Egipto no levantan el bloqueo contra Gaza¡±.

Unas calles m¨¢s arriba, el cristalero Mohamed Sawafiri lamentaba que ¡°aunque las bombas de Israel destruyen todos los cristales¡±, la gente ¡°no tiene dinero para reemplazarlos¡±. Recuerda que un bombardeo en 2012 le ¡°destroz¨® todas las existencias¡± en la tienda. Tambi¨¦n ¨¦l se?ala el fin del bloqueo como condici¨®n para que pueda haber paz, porque ¡°tenemos que poder vivir con dignidad¡±. En Gaza, dijo, ¡°no hay suficiente de nada; ni cemento, ni productos de consumo, nada. As¨ª, ?qui¨¦n se pone a comprar espejos?¡±.