Dos hispanos en la Casa Blanca
Ken Salazar y Arturo Valenzuela son los dos hispanos que m¨¢s alto han llegado en la Administraci¨®n P¨²blica Federal de Estados Unidos. Ambos coneversan con EL PA?S.
El hombre que a finales de 2008 llam¨® el reci¨¦n elegido Barack Obama para que se hiciera cargo de la Secretar¨ªa del Interior de Estados Unidos, era un senador de origen hispano que, tanto en su rancho como en varios actos p¨²blicos, casi siempre llevaba en la cabeza un sombrero de vaquero. Cuando Ken Salazar (nacido en 1955 en el Valle de San Luis, al sur de Colorado) acept¨® el cargo, su nuevo jefe lo present¨® recordando: ¡°la familia de Ken ya estaba en Estados Unidos antes de que existiera como pa¨ªs. La frontera los cruz¨®, ellos no cruzaron la frontera.¡± Obama hizo alusi¨®n as¨ª a que Salazar desciende de los primeros colonos mexicanos y espa?oles que, en 1598, llegaron a una regi¨®n que hoy ocupa parte de Nuevo M¨¦xico y Colorado. Al asumir el cargo, Salazar se convirti¨® en el hispano que ha llegado m¨¢s alto en toda la historia de la Administraci¨®n P¨²blica Federal de Estados Unidos.
Poco despu¨¦s, Hillary Clinton, reci¨¦n nombrada secretaria de Estado, tambi¨¦n levant¨® el tel¨¦fono y, con la confianza que tienen los viejos conocidos, se dirigi¨® a un circunspecto profesor de Georgetown University para proponerle la Subsecretar¨ªa de Asuntos del Hemisferio Occidental, es decir, el manejo de la relaci¨®n de Estados Unidos con el resto del continente americano. Arturo Valenzuela (nacido en Chile en 1944 y habitante del pa¨ªs de Abraham Lincoln desde que era un adolescente de 16 a?os) pidi¨® una excedencia en la Universidad, se mud¨® a un amplio despacho del edificio de la canciller¨ªa estadounidense y, de forma paralela a Salazar, le imprimi¨® el sello latino a la primera legislatura del primer presidente negro de la primera potencia mundial.
Convers¨¦ con ellos por separado en los ornamentados salones de la Casa de Am¨¦rica de Madrid donde, adem¨¢s, cada uno encabez¨® una mesa redonda sobre el papel de la comunidad hispana en Estados Unidos. Ken Salazar dijo ante el p¨²blico que, antes de que se muera, conf¨ªa en que su pa¨ªs tenga un presidente de origen latino. ¡°Quiz¨¢ Juli¨¢n Castro, ahora secretario de Vivienda. O Mar¨ªa Contreras, encargada de las Pymes. S¨ª, me gustar¨ªa que una mujer fuera presidenta.¡± Una semana despu¨¦s, Arturo Valenzuela subray¨® que ¡°antes el tema hispano no exist¨ªa en Estados Unidos. Cuando empez¨® a hablarse de derechos civiles, se exig¨ªan para los afroamericanos. Por eso es tan importante que hoy se hable en m¨²ltiples foros sobre ello.¡±
Ya en privado, estos dos hombres bien trajeados posaron, con cinco d¨ªas de diferencia, para los fot¨®grafos de EL PA?S y enseguida se mostraron dispuestos a hablar acerca de sus or¨ªgenes, de c¨®mo llegaron a ocupar sus respectivos puestos pol¨ªticos, de su experiencia en el gobierno estadounidense y de sus puntos de vista sobre el futuro de la cada vez m¨¢s numerosa (y poderosa) comunidad latina del pa¨ªs donde viven.
Ken Salazar: "Para nuestra econom¨ªa es mejor saber hablar espa?ol. En estados como Texas, por ejemplo, los pediatras o los abogados tienen que hablar espa?ol. ?Porque muchos de sus clientes son hispanos!¡±
Ken Salazar procura visitar cada fin de semana el cementerio de Los Cerritos, en el sur de Colorado, donde est¨¢n enterrados varios de sus antepasados. Los m¨¢s cercanos: sus bisabuelos, sus abuelos y su padre. Su padre fue un sargento del ej¨¦rcito de Estados Unidos que particip¨® en la Segunda Guerra Mundial. ¡°Estuvo combatiendo dos o tres a?os y luego regres¨® a Colorado¡±, puntualiza. Su madre trabaj¨® en el Departamento de Guerra en Washington durante ese mismo conflicto. ¡°Mis padres se casaron en el 48 y se fueron a vivir al rancho donde yo crec¨ª, que es una belleza. Si ve uno hacia donde sale el Sol, esas tierras se llaman la Sangre de Cristo. Si mira uno al oeste, se topa con la Sierra de San Juan. Hay un r¨ªo que cruza nuestro rancho, que se llama el r¨ªo San Antonio. El lugar de nosotros se llama Los Rincones, porque ese fue el nombre que le dieron los que llegaron ah¨ª en 1849. As¨ª que este lugar, donde siempre hemos hablado espa?ol, se reconoce por el ambiente, la historia y la herencia latina.¡±
En 1998, Salazar fue elegido fiscal general de Colorado y reelegido para el mismo cargo en 2002. Dos a?os m¨¢s tarde fue el candidato dem¨®crata para representar a su estado en el senado. Fue entonces cuando conoci¨® a Obama. ¡°Era 2004 y, como ¨¦l y yo quer¨ªamos ser senadores, coincidimos en varios lugares para recaudar fondos para la campa?a. Hace diez a?os no hab¨ªa senadores afroamericanos ni latinos, entonces nos ve¨ªamos y habl¨¢bamos sobre eso. Y en noviembre de 2004 gan¨¦ yo y gan¨® ¨¦l y los dos nos fuimos al senado. ?ramos amigos. Viv¨ªamos en el mismo lugar durante los primeros dos a?os que llegamos a Washington. Luego, cuando decidi¨® competir por la presidencia, yo lo apoy¨¦ bastante despu¨¦s de que ¨¦l venci¨® a Hillary Clinton. Cuando gan¨® las elecciones me llam¨® y me dijo que quer¨ªa que yo fuera parte de su gobierno. Le dije que no me interesaba, que yo era senador, pero fuimos hablando y tomamos una decisi¨®n: s¨ª. Y estuve cuatro a?os y tres meses como parte de su gobierno.¡±
Como secretario del Interior, Ken Salazar se encarg¨® de gestionar los recursos naturales del pa¨ªs, los parques nacionales, las tierras p¨²blicas y de la relaci¨®n con las tribus nativas de Estados Unidos. En 2010 tuvo que asumir la responsabilidad del derrame de petr¨®leo ocurrido en el Golfo de M¨¦xico. ¡°Quiz¨¢ fue lo m¨¢s dif¨ªcil durante esos cuatro a?os porque nadie pensaba que eso podr¨ªa pasar y yo tuve que controlar todo y ver que se protegiera el mar y e implementar unas reformas, que fueron lent¨ªsimas, para evitar otra tragedia como esa. Y ahora el Golfo de M¨¦xico est¨¢ mucho mejor, porque el aceite y el gas que se est¨¢ produciendo ah¨ª, que es como el 30% del que se consume en Estados Unidos, se est¨¢ produciendo de una manera que evitar¨¢ otro desastre.¡±
?Y por qu¨¦ no continu¨® en su cargo tras la reelecci¨®n del presidente Obama? ¡°El gobierno no paga lo suficiente y ten¨ªa que ver que mis hijas fueran a la Universidad, tengo una nieta de seis a?os con necesidades especiales y, en ese tiempo, mi esposa estaba sinti¨¦ndose mal. Entonces, por esas razones, me fui del gobierno, regres¨¦ a Colorado y ahora estoy en el sector privado. Soy un abogado que se ocupa de las cuestiones dif¨ªciles entre gobierno y las compa?¨ªas de energ¨ªa, de arbitrajes internacionales, de obtener permisos para compa?¨ªas de aceite y gas y energ¨ªa renovable.¡±
Alejado formalmente de la pol¨ªtica, desde su despacho en Denver (Colorado) Ken Salazar no deja de seguir la actualidad y, basado en su experiencia, arguye que ¡°el futuro de Estados Unidos ser¨¢ multiling¨¹e.¡± ¡°Cuando yo iba al colegio, los profesores nos dec¨ªan que no habl¨¢ramos espa?ol. A m¨ª no me importaba y yo habla espa?ol. Siempre, hasta hoy. Y a mis hijas les he ense?ado un poco. De peque?as les cantaba ¡°M¨¦xico, lindo y querido¡± para arrullarlas y siempre les cuento la historia de nuestros antepasados. Pero ahora, especialmente en los ¨²ltimos 20 a?os, todos saben que para nuestra econom¨ªa es mejor saber hablar espa?ol. En estados como Texas, por ejemplo, los pediatras o los abogados tienen que hablar espa?ol. ?Porque muchos de sus clientes son hispanos!¡±
Lo mismo enfatizar¨ªa luego Arturo Valenzuela. ¡°Hoy hay m¨¢s de cincuenta millones de latinos en Estados Unidos y las nuevas generaciones est¨¢n muy preparadas. Son parte activa de la econom¨ªa y de la democracia. Por eso es una pena que la reforma migratoria propuesta por el presidente Obama est¨¦ empantanada.¡±
El d¨ªa que un terremoto en Chile destruy¨® el colegio donde estudiaba, los padres de Valenzuela decidieron enviarlo a Estados Unidos. Ingres¨® a una universidad metodista de Nueva York (toda su familia profesa esa religi¨®n e, incluso, su padre lleg¨® a ser obispo) y, al concluir la carrera de Ciencias Pol¨ªticas, comenz¨® a ense?ar en la Universidad de Duke hasta que, en 1987, se mud¨® a Washington para consolidar su carrera acad¨¦mica en Georgetown. Ah¨ª conoci¨® a Madeleine Albright, quien luego formar¨ªa parte del gabinete de Bill Clinton, y lo invit¨® a integrarse al equipo de asesores del presidente que gobern¨® Estados Unidos en los 90. ¡°Para m¨ª fue una sorpresa, nunca me imagin¨¦ en el Departamento de Estado. Me sum¨¦ al equipo con cierta reticencia, pero fue una experiencia muy enriquecedora. Porque me toc¨® el cambio de visi¨®n de Estados Unidos hacia las Am¨¦ricas.¡±
Arturo Valenzuela: "Los tiempos son extra?os en la pol¨ªtica. Porque las oportunidades que tiene uno para dar un giro son contadas. Dependen del contexto."
Arturo Valenzuela no ha perdido su marcado acento chileno y cuando habla, casi a susurros, lo hace contextualizando todo lo que dice como para que se note que es profesor. ¡°En la primera fase con Bill Clinton me toc¨® la relaci¨®n con M¨¦xico y luego una cantidad de temas adicionales incluyendo el tema de Colombia, todo el Plan Colombia. Tiempo despu¨¦s no ten¨ªa intenci¨®n de volver a estos menesteres, pero ya con Obama como presidente, Hillary Clinton me pidi¨® que entrara como subsecretario para las Am¨¦ricas y dije: ?bueno, la ¨²ltima vez.? Y estuve dos a?os fuera de la universidad.¡±
No es f¨¢cil encargarse de la diplomacia con unos vecinos que, en varias ocasiones, miran con recelo las acciones pol¨ªticas de Estados Unidos. ¡°S¨ª, el desaf¨ªo era grande porque hab¨ªa que revertir un enfriamiento entre Estados Unidos y el resto del continente despu¨¦s del 11 de septiembre. La preocupaci¨®n por el terrorismo tendi¨®, hasta cierto punto, a desvirtuar la relaci¨®n con Am¨¦rica Latina y la popularidad de la pol¨ªtica internacional de Estados Unidos por su pol¨ªtica de guerra. As¨ª que hab¨ªa que revertir mucho. Hab¨ªa que recuperar la confianza. Todav¨ªa hoy, sin embargo, hay diferencias importantes, como con el tema de Venezuela, pero en general se ha ganado.¡±
El hijo del obispo metodista que es ahora un distinguido profesor de una universidad jesuita reconoce que, en dos a?os como subsecretario (2009-2011) le falt¨® tiempo para cumplir varios de sus objetivos diplom¨¢ticos. ¡°Los tiempos son extra?os en la pol¨ªtica. Porque las oportunidades que tiene uno para dar un giro son contadas. Dependen del contexto. As¨ª que, en el comienzo de un gobierno, uno puede hacer m¨¢s que m¨¢s adelante, porque luego ya hay muchos que piensan en la siguiente elecci¨®n. Por eso decid¨ª estar solo dos a?os. Si hay algo que me hubiera gustado hacer con mayor claridad es haber rearticulado el sistema interamericano: la OEA, el BID, todo eso. Digamos, la arquitectura de las organizaciones internacionales de la regi¨®n. Por eso a mis estudiantes les digo: cuando uno hace pol¨ªtica exterior, uno puede tener muchos proyectos estructurales, pero la diplomacia diaria te absorbe. Hay que manejar crisis que se presentan y eso conlleva que se entrampen otros objetivos. A m¨ª me toc¨® el golpe de Estado en Honduras, el terremoto de Hait¨ª¡ Y eso me quit¨® mucho tiempo. Pero lo importante es c¨®mo se maneja la crisis para luego crear una pol¨ªtica integral nueva.¡±
Ahora que se dice que, tal vez, Hillary Clinton sea la pr¨®xima candidata dem¨®crata a la presidencia de Estados Unidos y que el voto latino ser¨¢ determinante en las generales, Valenzuela se muestra dubitativo acerca de la posibilidad de volver a formar parte del equipo de la mujer que, por ahora, recorre varias ciudades promocionando su nuevo libro. ¡°Ella todav¨ªa no se pronuncia respecto a sus futuros proyectos pol¨ªticos. Yo, en lo personal, obviamente, la apoyar¨ªa. Pero no tengo ambici¨®n de volver a la pol¨ªtica. Estoy muy a gusto en la Universidad.¡±
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