Efectos adversos de una guerra comercial

Hubo un tiempo, como recordaba en un reciente art¨ªculo Mark Leonard, director del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, en el que el avance de la globalizaci¨®n y la creciente interdependencia econ¨®mica de los pa¨ªses parec¨ªa la panacea para acabar con las tensiones geopol¨ªticas. Sus defensores sosten¨ªan que los beneficios de acceder a una econom¨ªa global contribuir¨ªan a diluir los conflictos con el paso del tiempo y que la dependencia econ¨®mica iba a actuar como factor de cohesi¨®n multilateral. Hoy esos estrechos v¨ªnculos globales se utilizan como arma de presi¨®n.

La respuesta de Rusia a las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Uni¨®n Europea y otros pa¨ªses occidentales ha puesto en evidencia la guerra comercial en toda regla que se libra en torno al conflicto de Ucrania. Un conflicto que se inici¨®, conviene recordar, por la contraposici¨®n de dos bloques comerciales, la UE o la Uni¨®n Euroasi¨¢tica, entre los que Ucrania deb¨ªa elegir.

Lo que hasta esta semana quedaba enmascarado como vetos a determinados productos decididos por el Comit¨¦ de Veterinaria, claramente se han convertido en un ojo por ojo comercial. Sin embargo, las sanciones comerciales y financieras no siempre tienen el efecto deseado.

¡°El impacto econ¨®mico de la decisi¨®n rusa de prohibir ciertos productos alimenticios de la Uni¨®n Europea, de Estados Unidos y de otros pa¨ªses occidentales es extremadamente incierto pero parece que el mayor perdedor con las medidas ser¨¢ la propia Rusia¡±, sostiene el economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, Neil Shearing. Los empresarios alemanes, por su parte, reconoc¨ªan este jueves el impacto negativo que esta guerra comercial tiene sobre sus negocios. ¡°Es especialmente importante en la situaci¨®n actual frenar la espiral de sanciones y represalias y volver a la mesa de negociaci¨®n¡±, urg¨ªa Eckhard Cordes, jefe del comit¨¦ alem¨¢n de Relaciones Econ¨®micas con los pa¨ªses de la Europa del Este, una asociaci¨®n que agrupa a unas 6.000 empresas.

La prensa rusa asegura que dos de los bancos sancionados han pedido ayuda al Gobierno

En octubre pasado Rusia ya prohibi¨® la importaci¨®n de leche procedente de Lituania y eso provoc¨® una subida de los precios de la leche en Rusia del 20%. ¡°Si calculamos que los precios de los productos prohibidos suben un 25%, eso a?adir¨ªa cinco d¨¦cimas a la tasa de inflaci¨®n [que se situ¨® en julio en el 7,5%, frente al objetivo oficial del 5%]. Si los precios se duplicaran, la inflaci¨®n subir¨ªa dos puntos. En cualquier caso, parece que las sanciones har¨¢n a¨²n m¨¢s dif¨ªcil la lucha del banco central contra la inflaci¨®n y eleva las posibilidades de que haya nuevas subidas de los tipos de inter¨¦s este a?o¡±, remacha Shearing.

Mosc¨² sabe que corre ese riesgo y, de hecho, el decreto donde se detallan las sanciones incluye un mandato al gobierno para que evite las subidas de precios. El Kremlin quiere evitar ese efecto sustituyendo los productos sancionados por otros procedentes de Latinoam¨¦rica y del resto de los pa¨ªses emergentes. No es tan f¨¢cil. Buscar financiaci¨®n para proyectos que involucren de una forma u otra a Rusia es harto dif¨ªcil en estos momentos. Tanto que la prensa rusa se hac¨ªa eco ayer de que dos de los bancos afectados por las sanciones, Grazprombank y el Banco Agr¨ªcola, hab¨ªan pedido ayuda al Gobierno para que les facilitara financiaci¨®n.

Una guerra comercial no deja vencedores ni vencidos. Como recordaba recientemente Bill Gross, el gestor de Pimco, el mayor fondo de renta fija del mundo, "salvo Australia, ning¨²n pa¨ªs es una isla. El comercio y el crecimiento global se ver¨¢n afectados por la guerra comercial de EE UU, la UE y Rusia". Los peajes de la globalizaci¨®n.