EE UU ataca a los yihadistas en Irak

Menos de tres a?os despu¨¦s de la retirada de las tropas de Estados Unidos, las bombas norteamericanas vuelven a caer sobre Irak. La intervenci¨®n a¨¦rea, que empez¨® el viernes, persigue dos objetivos declarados: proteger al personal de EE UU en el pa¨ªs mesopot¨¢mico ante los insurgentes sun¨ªes y prevenir el genocidio de las minor¨ªas religiosas y ¨¦tnicas. Y otro menos expl¨ªcito: frenar el avance del Estado Isl¨¢mico (EI), un grupo que aspira a hacerse con el control de buena parte de Oriente Pr¨®ximo y que se ha convertido en una amenaza directa a aliados de Washington como el Kurdist¨¢n iraqu¨ª o Jordania.

Dos cazas F-18 despegaron del portaviones George H. W. Bush, en aguas del golfo P¨¦rsico, volaron hacia el norte y lanzaron bombas de 226 kilogramos guiadas por l¨¢ser contra objetivos de artiller¨ªa m¨®vil del EI cerca de Erbil, la capital kurda. M¨¢s tarde EE UU lanz¨® dos rondas m¨¢s: una con drones (aviones no tripulados), que mat¨® a varios rebeldes, y otra con F-18 sobre un convoy cerca de Erbil. EE UU regresaba as¨ª a una guerra que empez¨® en 2003, dej¨® decenas de miles de muertos, dividi¨® a los norteamericanos y traumatiz¨® a la primera potencia hasta el punto de quitarle cualquier apetito para nuevas aventuras b¨¦licas, y menos en Irak.

El dem¨®crata Obama construy¨® su identidad pol¨ªtica con el no a aquella ¡°guerra tonta¡± ¡ªestas fueron sus palabras¡ª que arruin¨® la reputaci¨®n de su antecesor, el republicano George W. Bush. Gan¨® las elecciones de 2008 con la promesa de acabar con la guerra. Lo cumpli¨® y, cuando en 2011 las ¨²ltimas tropas estaban a punto de marcharse, celebr¨® haber dejado ¡°un Irak soberano, estable y capaz de valerse por s¨ª mismo¡±.

El fracaso de Bush en Irak condicion¨® toda la pol¨ªtica exterior de Obama. Desde el rechazo a involucrarse en la guerra civil en Siria hasta los planes de retirada de Afganist¨¢n y la defensa del multilateralismo y la instituciones internacionales en la pol¨ªtica exterior, todo se explicaba por el deseo de no repetir la experiencia de Irak, una guerra unilateral que termin¨® sin victoria.

El fracaso de Bush en Irak condicion¨® toda la pol¨ªtica exterior de Obama

Y en las ¨²ltimas semanas, mientras los yihadistas del EI ¡ªun grupo violento e integrista al que Al Qaeda considera demasiado extremista¡ª conquistaban territorio y ciudades en Irak, el presidente de EE UU se resist¨ªa a la intervenci¨®n. El cambio de c¨¢lculo se explica, primero, por la aproximaci¨®n de los insurgentes a Erbil, la capital de los kurdos, que hasta hace poco parec¨ªa a salvo y donde EE UU tiene militares y diplom¨¢ticos. El otro es la persecuci¨®n de miles de yazid¨ªes, miembros de una minor¨ªa que profesa una fe con ra¨ªces zoro¨¢stricas que se encuentran sitiados en una monta?a en el noroeste del pa¨ªs, sin agua, comida ni alimentos.

¡°A principios de esta semana, un iraqu¨ª en la regi¨®n grit¨® al mundo: ¡®Nadie viene a ayudarnos¡± dijo Obama en un discurso televisado en la noche del jueves, en el que anunci¨® que hab¨ªa autorizado los ataques. ¡°Pues bien, hoy Am¨¦rica viene a ayudar¡±. Adem¨¢s de los bombardeos, la operaci¨®n incluye el lanzamiento de comida, agua y medicamentos sobre los yazid¨ªes.

Obama insisti¨® en los l¨ªmites de la misi¨®n: no habr¨¢ tropas terrestres, los bombardeos ser¨¢n puntuales y en apoyo a las fuerzas iraqu¨ªes o a los peshmerga kurdos sobre el terreno y cualquier soluci¨®n duradera para el conflicto en Irak obligar¨¢ a una reconciliaci¨®n entre etnias y confesiones.

¡°No hay una soluci¨®n americana a la crisis general en Irak. La ¨²nica soluci¨®n duradera es una reconciliaci¨®n entre las comunidades iraqu¨ªes y unas fuerzas iraqu¨ªes m¨¢s fuertes¡±, dijo el presidente y comandante en jefe. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, admiti¨® el viernes que no existe una fecha para poner fin a la misi¨®n.

El debate en Washington es qu¨¦ ocurrir¨¢ despu¨¦s de los primeros ataques si no logran su objetivo. ?Se intensificar¨¢n los bombardeos? ?Hasta cu¨¢ndo? Si no funcionan, ?acabar¨¢ EE UU forzado a enviar tropas? Estas preguntas surgen al inicio de cada operaci¨®n militar: se sabe c¨®mo empieza pero nunca c¨®mo acaba.

El Congreso apoya los planes de Obama, pero varios l¨ªderes republicanos vinculan el abandono de Irak en 2011 con la guerra actual y reprochan al presidente sus titubeos a la hora de atacar.

En realidad a intervenci¨®n tiene poco que ver con la guerra de Bush, que implic¨® una invasi¨®n terrestre con decenas de miles de soldados y marines y una ocupaci¨®n militar. La guerra de Obama se parece m¨¢s a las intervenciones del presidente dem¨®crata Bill Clinton en los a?os noventa en Sud¨¢n, Afganist¨¢n o el propio Irak, bombardeos limitados que persegu¨ªan objetivos como el castigo o la disuasi¨®n.

Pero Obama no teme la comparaci¨®n con Clinton ni con Bush padre, el presidente de la primera guerra del Golfo en 1991. En su ascenso pol¨ªtico se defini¨® por oposici¨®n a Bush hijo. Ahora esa guerra de Bush vuelve a atraparle.