Obama impone l¨ªmites en la nueva intervenci¨®n de EE UU en Irak
La misi¨®n aplica la matizada doctrina del presidente sobre las guerras justas La Administraci¨®n ha sido criticada por la contenci¨®n en la operaci¨®n contra los insurgentes
Barack Obama es el comandante en jefe de las fuerzas armadas m¨¢s letales de la historia. Tambi¨¦n es un l¨ªder que, desde que lleg¨® al poder, se ha esforzado, a veces de manera ag¨®nica, en delimitar los l¨ªmites del poder de su pa¨ªs. La intervenci¨®n a¨¦rea en Irak ¡ªel domingo aviones y drones lanzaron una cuarta ronda de ataques contra los insurgentes sun¨ªes¡ªes un ejemplo de manual del m¨¦todo Obama.
El trauma por la fallida invasi¨®n en Irak en 2003, cuando George W. Bush era presidente, pervive en EE UU. Pocas cosas tem¨ªa tanto Obama, el presidente que retir¨® las tropas de Mesopotamia, como ver repetidos en un mismo titular las palabras ¡°Estados Unidos¡±, ¡°bombas¡± e ¡°Irak¡±.
Pero la nueva misi¨®n, que empez¨® el viernes, tiene poco que ver con la anterior. Con el republicano Bush, todo era posible: encontrar armas de destrucci¨®n masiva, cambiar de r¨¦gimen, democratizar Oriente Medio. Con el dem¨®crata Obama ocurre lo contrario: la misi¨®n se define por sus l¨ªmites y por aquello que no es posible.
Las primeras cr¨ªticas del Partido Republicano llegan por este flanco: la primera potencia mundial no debe renunciar a todas sus capacidades si quiere apagar el incendio en Irak y los pa¨ªses vecinos. Otra cr¨ªtica, esta de fuego amigo. Hillary Clinton, exsecretaria de Estado de Obama y posible candidata presidencial en 2016, atribuye en una entrevista a la revista The Atlantic el ascenso de los yihadistas del Estado Isl¨¢mico (EI) a la renuncia del presidente a armar a los rebeldes moderados en Siria, pa¨ªs vecino de Irak, lo que ha dejado espacio para el auge del EI en Siria e Irak.
Primer l¨ªmite de Obama en Irak: EE UU no enviar¨¢ tropas terrestres. Segundo: el objetivo inmediato se circunscribe a evitar la toma de Erbil, la capital del Kurdist¨¢n iraqu¨ª, por los yihadistas y a impedir la matanza de la minor¨ªa yazir¨ª. Y tercero: cualquier estrategia m¨¢s amplia que busque ya no contener sino derrotar al EI requiere el liderazgo de los l¨ªderes iraqu¨ªes, ahora divididos e incapaces de frenar solos la insurgencia.
En una carta que el viernes envi¨® al presidente de la C¨¢mara de Representantes y al presidente pro tempore del Senado ¡ªformalmente el presidente del Senado es el vicepresidente Joe Biden¡ª, Obama comunic¨®, de acuerdo con la Resoluci¨®n de poderes de guerra, de que las operaciones militares ser¨ªan "limitadas en su alcance y duraci¨®n¡±. Pero el s¨¢bado, en una rueda de prensa antes de irse de vacaciones a la isla de Martha¡¯s Vineyard, Obama dijo que la operaci¨®n no ser¨ªa una cuesti¨®n de semanas, sino un ¡°proyecto a largo plazo¡±.
El jurista Jack Goldsmith, que trabaj¨® en la Administraci¨®n Bush, se?ala en el blog Lawfare otra posible incoherencia. En septiembre de 2013, cuando se aprestaba a lanzar contra Siria una intervenci¨®n a¨¦rea tambi¨¦n ¡°limitada en su alcance y duraci¨®n¡±, Obama pidi¨® un voto al Congreso. Esta vez no lo ha pedido, aunque es cierto que, al contrario que en Siria, cuenta con el permiso del Gobierno de Irak para intervenir.
La principal incoherencia podr¨ªa parecer el regreso a Irak pese a prometer pasar p¨¢gina en este pa¨ªs. Pero la operaci¨®n, tal como se ha desarrollado en los primeros d¨ªas, pone pr¨¢ctica de manera fiel las ideas que Obama ha desgranado a lo largo de m¨¢s de una d¨¦cada, desde antes de llegar a la Casa Blanca en enero de 2009.
Obama nunca fue un pacifista. ¡°No me opongo a todas las guerras. Me opongo a las guerras tontas¡±, dijo en una concentraci¨®n contra la invasi¨®n de Irak el 2 de octubre de 2002 en Chicago, cuando era legislador en el Senado estatal de Illinois.
¡°El mal existe en el mundo. Un movimiento no violento no habr¨ªa podido detener a los ej¨¦rcitos de Hitler. Las negociaciones no pueden convencer a los l¨ªderes de Al Qaeda de que depongan las armas¡±, dijo el 10 de diciembre de 2009, al recibir el Premio Nobel de la Paz, en un discurso que fue una defensa de la guerra justa. ¡°Parte de nuestro desaf¨ªo es reconciliar dos verdades aparentemente irreconciliables: que la guerra a veces es necesaria y que la guerra, a un cierto nivel, es una expresi¨®n de la locura humana.¡±
En la academia militar de West Point (Nueva York), el pasado mayo, Obama precis¨® las condiciones en las que EE UU puede intervenir militarmente en otro pa¨ªs. ¡°Estados Unidos usar¨¢ la fuerza militar, si es necesario unilateralmente, cuando nuestros intereses fundamentales lo requieran: cuando nuestra gente est¨¦ amenazada, cuando nuestros medios de vida est¨¦n en juego, cuando la seguridad de nuestros aliados est¨¦ en peligro¡±, dijo. Esta condici¨®n justificar¨ªa los bombardeos para proteger a los diplom¨¢ticos y militares norteamericanos destacados en Erbil.
En West Point, el presidente distingui¨® estas operaciones ¡ªdestinadas a defender el inter¨¦s nacional de EE UU¡ª de otras en defensa de los derechos humanos o de la estabilidad global. En estos casos, dijo ¡°el umbral para la acci¨®n militar debe ser m¨¢s alto¡± y EE UU ¡°no deber¨ªa ir s¨®lo¡± sino ¡°movilizar a aliados y socios en una acci¨®n colectiva¡±. As¨ª se explica por qu¨¦ Obama no quiere que EE UU encabece la lucha para derrotar a los yihadistas sun¨ªes.
Algo distinto es un eventual genocidio de los yazir¨ªes. El presidente no mencion¨® la palabra ¡°genocidio¡± en West Point y el jueves su portavoz, Josh Earnest, no supo aclarar en una rueda de prensa si un genocidio amenazar¨ªa los intereses nacionales de EE UU. Olvid¨® que en agosto de 2011 su jefe firm¨® una directiva en la que se lee: ¡°Evitar atrocidades masivas y genocidio responde al interes nacional de seguridad fundamental y a la responsabilidad moral fundamental de Estados Unidos¡±. As¨ª se explican los bombardeos para romper el cerco de miles de yazir¨ªes refugidados en el Monte Sinjar, en el noroeste de Irak, con riesgo de morir de hambre y sed.
Las acciones de EE UU en los ¨²ltimos d¨ªas son ¡°claramente poco efectivas, por decirlo con modestia¡±, dijo el senador republicano John McCain en la cadena CNN. ¡°Esto se est¨¢ convirtiendo, tal como hemos anticipado durante tiempo, en un conflicto regional que amenza la seguridad de los Estados Unidos de Am¨¦rica¡±.
La doctrina de Obama es otra: ¡°No hacer estupideces¡±, ha resumido en privado. ¡°Las grandes naciones necesitan principios que organicen [el mundo], y ¡®no hacer estupideces' no es un principio organizativo¡±, contrarresta Hillary Clinton en la entrevista con The Atlantic.
Pero el de Obama no es un mundo de blancos y negros, sino de matices y claroscuros, de argumentos alambicados m¨¢s propios de un hombre en permanente debate consigo mismo y del jurista que el presidente es por formaci¨®n que de un l¨ªder decidido y abanderado de la "claridad moral" ¡ªpor usar una palabra frecuente en los a?os posteriores al 11-S¡ª como lo fue George W. Bush.
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