La enquistada tensi¨®n racial se desata en el Medio Oeste de Estados Unidos
Dos heridos en los peores disturbios raciales en la zona metropolitana de San Luis desde 1917 Michael Brown, un adolescente negro, muri¨® el s¨¢bado por disparos de un agente de polic¨ªa
Tres d¨ªas despu¨¦s de la muerte de Michael Brown, el joven negro desarmado que falleci¨® por disparos de un agente de polic¨ªa, la tensi¨®n racial sigue desatada en las calles de Ferguson, un humilde suburbio de San Luis. Por cuarta noche consecutiva, varios centenares de personas protestaron este martes por el fallecimiento de Brown pidiendo ¡°justicia¡± y arremetiendo contra la actuaci¨®n policial. Y la madrugada termin¨® con dos personas con impactos de bala.
A medianoche los numerosos agentes de seguridad desplegados alrededor del epicentro del tiroteo lanzaron gases lacrim¨®genos a algunos de los manifestantes, y uno de ellos dispar¨® contra un hombre que le hab¨ªa apuntado con una peque?a pistola, seg¨²n informa la polic¨ªa del condado. El hombre se encuentra en estado cr¨ªtico. En caso de fallecer ser¨ªa el primer muerto en las protestas. En paralelo, una mujer recibi¨® un disparo en la cabeza desde un coche, pero su vida no deber¨ªa correr peligro, seg¨²n las autoridades, que desconocen los motivos de este incidente. La polic¨ªa asegura que entre cuatro y cinco hombres iban cargados con escopetas en la zona.
El origen de los disturbios est¨¢ en el s¨¢bado a primera hora de la tarde, cuando Brown recibi¨® varios disparos en la esquina de dos calles comerciales de Ferguson, una localidad de 21.000 habitantes y ubicada a unos 15 kil¨®metros al norte del centro de San Luis (Misuri). El fallecimiento de Brown, de 18 a?os, est¨¢ repleto de inc¨®gnitas por resolver, que no hacen m¨¢s que atizar la ira de muchos de los vecinos del barrio, poblado mayoritariamente por afroamericanos.
La polic¨ªa del condado asegura que un agente -cuya identidad no se ha revelado- mantuvo ¡°un encuentro con dos individuos¡± y que Brown le empuj¨® dentro de su veh¨ªculo, lo ¡°atac¨®¡± y luch¨® por su pistola, a lo que el agente respondi¨® con varios disparos mortales contra el joven. Sin embargo, la familia y algunos vecinos del barrio cuestionan esta versi¨®n. El chico que lo acompa?aba asegura que Brown alz¨® sus brazos en una se?al pacificadora y que el polic¨ªa abri¨® fuego cuando el joven rechaz¨® trasladarse del centro de la calzada a la acera.
Centenares de personas vuelven a protestar en Ferguson por la muerte del joven. Una persona recibi¨® la madrugada del martes un disparo de la polic¨ªa y se encuentra en estado cr¨ªtico
Los vecinos acusan a la policia de actuar frecuentemente con tintes racistas. Y la muerte de Brown solo ha liberado una ira y un rencor enquistados durante demasiado tiempo. Terry Jones, profesor de Ciencias Pol¨ªticas y Pol¨ªticas P¨²blicas en la Universidad de Misuri-San Luis, explica que ¡°no es raro¡± que en Ferguson y otras localidades dormitorio de San Luis tengan lugar protestas pac¨ªficas de la comunidad negra en las que denuncian sufrir discriminaci¨®n racial por parte de la polic¨ªa y en el mercado laboral e inmobiliario. ¡°Lo que es sorprendente son los saqueos y disturbios. San Luis no tiene una historia de ello¡±, subraya en una entrevista telef¨®nica. En los inestables d¨ªas en los a?os 60 de lucha contra la segregaci¨®n racial, las manifestaciones en San Luis, a diferencia de otras grandes ciudades norteamericanas, apenas derivaron en altercados.
Jones afirma que desde 1917 -cuando tuvieron lugar choques violentos entre trabajadores negros y blancos en una f¨¢brica en la otra orilla del r¨ªo Misisip¨ª en el Estado de Illinois- no se registraba en el ¨¢rea metropolitana de San Luis una protesta violenta por motivos raciales del calado de la de Ferguson.
Tras la muerte de Brown el s¨¢bado se han sucedido las protestas pac¨ªficas durante el d¨ªa acusando a la polic¨ªa de actuar con racismo, reclamando una investigaci¨®n de los hechos y el arresto del autor de los disparos. Las protestas se tornaron especialmente violentas las noches del domingo y lunes. Algunos manifestantes saquearon establecimientos comerciales y lanzaron piedras a los agentes policiales, que respondieron con disparos de balas de goma y gases lacrim¨®genos. Alrededor de 50 personas fueron detenidas. La situaci¨®n era m¨¢s calmada la noche del martes, hasta que se produjeron los disparos a dos personas.
La tarde del martes tuvo lugar una vigilia frente a una iglesia organizada por el reverendo y activista a favor de los derechos civiles Al Sharpton, que hace un a?o fue el precursor de las protestas pac¨ªficas por la sentencia judicial que exculp¨® al autor de la muerte en Florida de Trayvon Martin, otro joven negro desarmado. A su lado se encontraba el padre de Brown, que llevaba una camiseta con la imagen de su hijo en la que se le¨ªa ¡°Violencia no¡±.
Lo que es sorprendente son los saqueos y disturbios. San Luis no tiene una historia de ello¡± Terry Jones, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Misuri-San Luis
En una muestra de la preocupaci¨®n del Gobierno federal, el Departamento de Justicia ha abierto una investigaci¨®n de los hechos y el presidente Barack Obama hizo el martes una llamada a la calma. La Administraci¨®n se ha apresurado a actuar para evitar un nuevo caso Trayvon Martin.
Hasta 1960, Ferguson y otras partes del norte de San Luis estaban habitadas mayoritariamente por ciudadanos blancos, pero el fin de la segregaci¨®n racial en las escuelas provoc¨® un ¨¦xodo de blancos a ¨¢reas m¨¢s alejadas de San Luis, una tendencia que se repiti¨® en muchas otras urbes estadounidenses. ¡°En 1980 la proporci¨®n era del 50% entre blancos y negros, y ahora los afroamericanos suponen dos tercios de la poblaci¨®n¡±, se?ala Jones. Una cuarta parte de los residentes viven por debajo del nivel de pobreza federal. La tasa duplica el promedio del Estado de Misuri.
La recomposici¨®n racial no evit¨® que Ferguson perdiera poblaci¨®n, como lo han hecho San Luis y gran parte de los suburbios al norte. Seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas, entre 1990 y 2010, el n¨²mero de residentes cay¨® un 4,5%, hasta los 21.000. Muchos de los residentes blancos de desplazaron a los pr¨®speros suburbios al oeste del ¨¢rea metropolitana de San Luis, que han experimentado un s¨®lido crecimiento demogr¨¢fico en las ¨²ltimas d¨¦cadas. En cambio, San Luis es la gran urbe de EE UU que ha experimentado una mayor p¨¦rdida de poblaci¨®n desde 1950, del 62%.
El mosaico racial, sin embargo, no se ha trasladado a la composici¨®n de la polic¨ªa y la alcald¨ªa. Solo tres de los 53 agentes de la Polic¨ªa de Ferguson son negros, mientras de los seis integrantes del Consejo del Ayuntamiento ¨²nicamente uno es de color. ¡°Contribuye a la tensi¨®n, pero tambi¨¦n lo har¨ªa en otras zonas del norte de San Luis, donde hay situaciones similares¡±, analiza el profesor.
En los ¨²ltimos a?os se ha acentuado la tensi¨®n entre la polic¨ªa y los habitantes de Ferguson por motivos raciales. El a?o pasado, la suspensi¨®n del ¨²nico superintendente de color en la junta escolar de la ciudad desat¨® varias protestas. Y el Departamento de Justicia inici¨® una investigaci¨®n por una supuesta discriminaci¨®n en la representaci¨®n legal de j¨®venes en tribunales familiares.
Seg¨²n un informe de 2013 del fiscal general de Misuri, la Polic¨ªa de Ferguson detuvo y arrest¨® a los conductores negros casi el doble de veces m¨¢s que a los blancos. Es una disparidad habitual en el conjunto de EE UU. Del total de detenidos en 2012 en todo el pa¨ªs, un 28,1% eran de color -m¨¢s del doble de su proporci¨®n demogr¨¢fica (13,1%)-, seg¨²n las cifras del FBI. Por ende, un hombre de negro tiene seis veces m¨¢s posibilidades de ser encarcelado que uno blanco, y 2,5 veces m¨¢s que uno latino, seg¨²n los ¨²ltimos datos oficiales recopilados por The Sentencing Project, una organizaci¨®n civil. Ahora, la tensi¨®n acumulada detr¨¢s de estas cifras se ha desatado en las calles de Ferguson.
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