Venezuela, pol¨ªtica y petr¨®leo

El t¨ªtulo no es m¨ªo: es el nombre de uno de los libros m¨¢s famosos que se ha escrito sobre la historia de los hidrocarburos en Venezuela. Su autor es R¨®mulo Betancourt y junto con ¡°Hundi¨¦ndonos en el excremento del Diablo¡± de Juan Pablo P¨¦rez Alfonso, son lectura indispensable para quien quiera comprender la relaci¨®n de los venezolanos con nuestra principal riqueza.

Desde el principio de nuestra historia reciente, el petr¨®leo ha sido un elemento fundamental en la vida pol¨ªtica del pa¨ªs. Incluso Juan Vicente G¨®mez, con una pol¨ªtica entreguista de amplias concesiones a las compa?¨ªas extranjeras tuvo un Ministro como Gumercindo Torres que comprendi¨® la necesidad de que los venezolanos entendiesen el mercado internacional y fuesen capaces de redactar leyes que regulasen la actividad for¨¢nea. Cuando la industria estaba tambi¨¦n inici¨¢ndose en los EEUU, hubo venezolanos que fueron a estudiar ingenieria en las grandes universidades del Norte, convirti¨¦ndose en nuestros primeros t¨¦cnicos petroleros.

Esos dos grupos, los pol¨ªticos conscientes de que manejar el recurso petrolero era indispensable para conducir el pa¨ªs, y los t¨¦cnicos venezolanos que desde la llegada de las compa?¨ªas trabajaron eficientemente extrayendo el crudo, convivieron hasta la llegada de Ch¨¢vez. Su relaci¨®n tuvo altibajos, hubo per¨ªodos de entendimiento como cuando se logr¨® el famoso ¡°fifty-fifty o sea la repartici¨®n igualitaria de beneficios entre empresas y gobierno. En otros momentos hubo incomprensi¨®n o divergencias en pol¨ªticas y estrategias, sobre todo en torno a la OPEP esa idea de Juan Pablo P¨¦rez Alfonso, que en un principio era netamente pol¨ªtica. Pero siempre prevaleci¨® el respeto y sobre todo la coexistencia, que exist¨ªan entonces entre los venezolanos.

El petr¨®leo ha sido un elemento fundamental en la vida pol¨ªtica del Venezuela

La reversi¨®n y luego nacionalizaci¨®n petrolera entre 1971 y 1973, bajo el gobierno de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez tuvo la inteligencia de dejar en sus puestos a esos t¨¦cnicos venezolanos, con d¨¦cadas acumuladas de experiencia en la eficiente extracci¨®n, refinaci¨®n, transporte y comercializaci¨®n de los hidrocarburos. Se cre¨® Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA) compa?¨ªa integrada (y no exclusivamente de extracci¨®n como ha dicho el actual ministro Ramirez) y paralelamente el Ministerio de Energ¨ªa y Minas estaba encargado de la conducci¨®n de la pol¨ªtica energ¨¦tica. Hubo divergencias entre ambas burocracias, como sucede en todas las democracias y ha sido ampliamente documentado tanto en teor¨ªa como en la pr¨¢ctica. La importancia del Ministerio o de PDVSA depend¨ªan mucho de la personalidad del ministro o del presidente de la compa?¨ªa y del delicado equilibrio entre ambos que deb¨ªa ser resguardado por el presidente de la Rep¨²blica.

En los a?os 80, se inicia una importante transformaci¨®n en la visi¨®n petrolera del pa¨ªs, la llamada ¡°internacionalizaci¨®n¡± de la industria. Se compraron 23 refiner¨ªas y tres terminales de almacenamiento en ocho pa¨ªses, con la idea de asegurar mercados para el petr¨®leo venezolano. Dicha pol¨ªtica fue ampliamente discutida en el Congreso Nacional, en universidades, en foros p¨²blicos. Algunas personalidades como Al¨ª Rodriguez, Alvaro Silva Calder¨®n y Bernardo ?lvarez, que luego formar¨ªan parte del equipo petrolero chavista, eran parlamentarios y tuvieron un destacado papel en las discusiones.

Durante d¨¦cadas, desde los a?os 50 hasta la Presidencia de Richard Nixon, el petr¨®leo venezolano hab¨ªa sido discriminado en EE UU a favor de los crudos de Canad¨¢ y de M¨¦xico y estaba sometido a exigentes ¡°cuotas de importaci¨®n¡±. En el resto del mundo, al ser extremadamente pesado, nuestro crudo tambi¨¦n ten¨ªa dificultades para encontrar sitios donde pudiese se procesado, de ah¨ª la idea de tener refiner¨ªas propias. Se compraron plantas, o participaci¨®n, en mercados tan importantes como el alem¨¢n con la Veba Oel y el escandinavo con la refiner¨ªa Nynas en Suecia (liquidadas durante el gobierno de Ch¨¢vez).

Pero la joya de la corona fue sin duda la adquisici¨®n de CITGO entre 1986 y 1990 con ocho refiner¨ªas en EE UU (hoy en d¨ªa nos quedan 3), tres oleoductos y participaci¨®n en otros tres y el abastecimiento de 5.900 estaciones de servicio. Eso le aseguraba a PDVSA el seguro acceso al mercado norteamericano y refiner¨ªas destinadas espec¨ªficamente a refinar el crudo con las caracter¨ªsticas del venezolano. Mercado privilegiado para Venezuela por su cercan¨ªa y porque a¨²n hoy en d¨ªa es el ¨²nico que nos ha brindado un ingreso seguro en d¨®lares.

Ch¨¢vez comete un verdadero suicidio al despedir a los t¨¦cnicos importantes de la PVDSA

Al llegar Ch¨¢vez al poder se rodea en un principio de viejos petroleros de izquierda como ?lvaro Silva Calder¨®n y nombra en PDVSA a un militar eficiente: Guaicaipuro Lameda. Pero pronto se da cuenta que para manejar a su antojo los ingresos de PDVSA necesita un hombre de confianza y sin peso espec¨ªfico propio. Consigue a Rafael Ram¨ªrez, un obscuro funcionario del Ministerio de Minas, cuya ¨²nico m¨¦rito es su parentesco cercano con el terrorista venezolano Carlos ¡°el Chacal¡±, a quien Ch¨¢vez le hab¨ªa escrito una carta delirante al llegar al poder. Ch¨¢vez le otorga plenos poderes a Ram¨ªrez y rompe el delicado equilibrio que hab¨ªan logrado todos los presidentes anteriores entre la tecnocracia de PDVSA y el estamento pol¨ªtico venezolano. A ra¨ªz de una huelga petrolera que nadie quer¨ªa realmente, Ch¨¢vez comete un verdadero suicidio al despedir (por televisi¨®n) pr¨¢cticamente a todos los t¨¦cnicos importantes de la compa?¨ªa, dej¨¢ndola en las incompetentes manos de Rafael Ramirez y su circulo corrupto.

As¨ª llegamos a la situaci¨®n actual. PDVSA no logra producir desde hace a?os las cuotas que seg¨²n la OPEP deber¨ªamos haber alcanzado. Las principales refiner¨ªas del pa¨ªs se han quemado y han sufrido accidentes graves por falta de mantenimiento. La empresa, despu¨¦s de haber sido un modelo de buen gobierno, recorre el mundo pidiendo prestamos y vendiendo petr¨®leo ¡°a futuro¡±, o sea deudas para las futuras generaciones. Se han otorgado contratos, cuyo contenido nadie conoce, a empresas fantasmas. Ahora, quieren vender a CITGO, algunos dicen que por falta de efectivo por parte del gobierno, otros aseguran que es necesario salir de esos activos, por varios juicios que tenemos pendientes y vamos a perder. Ramirez logr¨® el prodigio de arruinar a Venezuela durante la bonanza petrolera m¨¢s extraordinaria que ha habido en la historia pero tenemos que reconocerle un talento: se ha convertido ¨¦l, personalmente, en un magnate de proporciones internacionales.