Washington interviene en Ferguson ante los fallos de las autoridades locales

El Gobierno federal de Estados Unidos se implica con todo su peso en la crisis por los disturbios raciales en Ferguson (Misuri). Los fallos de las autoridades locales y estatales tras la muerte, el 9 de agosto, de un negro desarmado tiroteado por un polic¨ªa blanco, han llevado a la Administraci¨®n Obama a reforzar la investigaci¨®n y a presionar para que cambie la actitud de las fuerzas del orden ante los afroamericanos.

El fiscal general Eric Holder, titular del Departamento de Justicia, viaj¨® este mi¨¦rcoles al ¨¢rea metropolitana de San Luis para informarse de primera mano sobre las pesquisas de los 40 agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) ¡ªcentradas en posibles violaciones de los derechos civiles¡ª y varios fiscales expertos en derechos civiles desplegados en la regi¨®n. Holder, que como el presidente Barack Obama es afroamericano y ha experimentado, ¨¦l y su familia, la discriminaci¨®n racial en EE UU, quiere abordar uno de problemas que explican las protestas de estos d¨ªas: la percepci¨®n, por parte de muchos negros, de que la polic¨ªa les es hostil.

¡°Entiendo esta desconfianza. Soy el fiscal general de Estados Unidos. Pero tambi¨¦n soy un hombre negro¡±, dijo Holder en una reuni¨®n en una universidad local. Holder, que tambi¨¦n se reuni¨® con l¨ªderes comunitarios, agentes del FBI, cargos electos y los padres de la v¨ªctima, record¨® varios episodios, de joven y adulto, en que la polic¨ªa le par¨® por el color de su piel.

Entiendo esta desconfianza. Soy el fiscal general de Estados Unidos. Pero tambi¨¦n soy un hombre negro" Eric Holder, fiscal general de Estados Unidos

¡°Como les he dicho a estos j¨®venes, el cambio es posible¡±, dijo. ¡°El mismo chaval al que pararon en la autopista de Nueva Jersey ahora es fiscal general de Estados Unidos. Este pa¨ªs es capaz de cambiar. Pero el cambio no ocurre por s¨ª solo. As¨ª que empecemos. Pong¨¢monos a trabajar¡±. Su esperanza: que su presencia en Ferguson tenga un ¡°efecto calmante¡± en la zona.

La visita coincidi¨® con el primer paso hacia la posible inculpaci¨®n de Darren Wilson, el agente que dispar¨® seis tiros como m¨ªnimo a Michael Brown, de 18 a?os. Wilson est¨¢ suspendido de empleo con sueldo de forma cautelar.

La fiscal¨ªa del condado present¨® las primeras pruebas a un gran jurado, una instituci¨®n que en EE UU se encarga de decidir si inculpa a un sospechoso.

El ambiente de desconfianza en Misuri amenaza con contaminar este proceso. El fiscal del condado de San Luis, Robert McCulloch, es blanco e hijo de un polic¨ªa que muri¨® en acto de servicio por los tiros de un afroamericano. Su primo y su t¨ªo son polic¨ªas. Pol¨ªticos y activistas han exigido al gobernador, el dem¨®crata Jay Nixon, que lo retire del caso y nombre a un fiscal especial. Sostienen que la visi¨®n de McCulloch sobre el caso ser¨¢ sesgada.

La intervenci¨®n del Gobierno federal en Ferguson no afecta a la gesti¨®n policial de las protestas que, tras d¨ªas de disturbios, se calmaron en la noche del martes al mi¨¦rcoles: la Administraci¨®n Obama se centra en las causas de estas protestas. Primero, la confusi¨®n sobre la muerte de Brown y la culpabilidad de Wilson. Y segundo, el abismo entre un cuerpo policial mayoritariamente blanco y una poblaci¨®n mayoritariamente negra. Esto no s¨®lo ocurre en Ferguson sino en otros municipios cerca de San Luis que, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, han asistido al ¨¦xodo de los ciudadanos blancos pero donde estos siguen copando la administraci¨®n.

Holder aborda uno de problemas que explican las protestas en Ferguson: la percepci¨®n, por parte de muchos negros, de que la polic¨ªa les es hostil

La presencia de Holder en Ferguson, enviado por el presidente Obama, es un gesto fuerte, con antecedentes hist¨®ricos: en los a?os cincuenta y sesenta, el Gobierno federal, con el peso de la Constituci¨®n de EE UU, se enfrent¨® a los Estados del Sur para proteger a la minor¨ªa entonces segregada.

El conflicto actual no es comparable, pero ver al fiscal general aterrizando en San Luis es una manera de decir a las autoridades locales que ellos solos son incapaces de garantizar una investigaci¨®n cre¨ªble y de asegurarse que en esta parte del pa¨ªs las libertades civiles se respeten plenamente. Porque, medio siglo despu¨¦s del fin de la segregaci¨®n legal en EE UU, otras formas de discriminaci¨®n persisten. Una es el sesgo del sistema de justicia contra los afroamericanos; otra, seg¨²n ha denunciado el propio fiscal general, las leyes electorales que disuaden a los negros y otras minor¨ªas de votar y les hurtan la representatividad.

La urgencia para los manifestantes que piden justicia es aclarar qu¨¦ ocurri¨® el 9 de agosto: si el polic¨ªa dispar¨® al muchacho porque ¨¦ste se le hab¨ªa encarado o si se ensa?¨®. Los testimonios han ofrecido versiones divergentes. El funeral de Michael Brown se celebrar¨¢ el lunes en San Luis, m¨¢s de dos semanas despu¨¦s de su muerte.