La sombra del secuestro crece a un paso de la capital de M¨¦xico
El temor y la desconfianza callan las denuncias en los municipios aleda?os al Distrito Federal. M¨¢s del 90% de los cr¨ªmenes cometidos en el pa¨ªs no se acusan frente a las autoridades
La bienvenida a Valle de Bravo, una comunidad boscosa de 60.000 habitantes a unos 150 kil¨®metros de la Ciudad de M¨¦xico, deja claro al visitante a d¨®nde est¨¢ llegando. ¡°El que m¨¢s vale no vale tanto como vale Valle¡±. Pero la deslumbrante belleza del pueblo contrasta con las noticias que la han convertido en uno de los principales temas en la agenda de seguridad del pa¨ªs: el alza de secuestros. Al menos cinco personas han sido raptadas en los ¨²ltimos seis d¨ªas.
¡°El Gobierno del Estado de M¨¦xico reconoce alza en secuestros en Valle de Bravo¡±. ¡°Diez en 15 d¨ªas¡±. ¡°Desaparecen cinco en una semana¡±. ¡°Liberados dos secuestrados¡±. ¡°Reconocen seis v¨ªctimas¡±. Valle de Bravo es un municipio del Estado de M¨¦xico, cercano al Distrito Federal y es el que m¨¢s aporta al PIB del pa¨ªs. La sombra del secuestro a unos pasos de la capital mexicana ha llevado al Gobierno a enviar a m¨¢s de 500 de polic¨ªas y militares al pueblo para mitigar la emergencia. En cuanto a los polic¨ªas municipales (de Valle de Bravo y otros municipios cercanos), otro medio millar, fueron retirados de sus puestos y enviados a Tlaxcala, a 250 kil¨®metros al este del lugar.
Los detalles exactos de los secuestros (nombres, circunstancias y, sobre todo, culpables) se escapan de la agenda p¨²blica, pero algunos se pueden averiguar en corto. ¡°Yo conozco por lo menos a ocho personas de mi c¨ªrculo que han sido v¨ªctimas de alg¨²n hecho delictivo¡±, reconoce un vallesano que pide que su nombre no sea mencionado.?
"En M¨¦xico es m¨¢s probable que te secuestren a que te asesinen", aseguraba a este peri¨®dico en febrero Renato Sales, el hombre al que el presidente Enrique Pe?a Nieto encomend¨® la Comisi¨®n Nacional Antisecuestros, la instituci¨®n oficial dedicada espec¨ªficamente a atajar este problema. Este s¨¢bado Sales dijo que de junio a julio de 2014 el n¨²mero de averiguaciones previas [investigaciones] iniciadas por secuestro en M¨¦xico pas¨® de 113 a 98. Es decir, un 13,27% menos. Otras organizaciones hab¨ªan dado a lo largo de la semana n¨²meros muy distintos. La ONG Alto al secuestro, encabezada por Isabel Miranda de Wallace, hab¨ªa alertado de que en lo que va de 2014 se han registrado 1.951 secuestros. Pero hablar de estad¨ªsticas es complicado en un pa¨ªs en el que m¨¢s del 90% de los delitos no se denuncian, seg¨²n datos de 2014 del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa (Inegi). Aun as¨ª, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica, el Estado de M¨¦xico ocup¨® en 2013 el cuarto lugar nacional en secuestros y solamente entre este estado, Guerrero y Michoac¨¢n se concentraron cerca del 31% de los casos en ese mismo a?o.
En el negocio de una de las ¨²ltimas v¨ªctimas, el encargado, ante los extra?os, opta por negar que haya ocurrido alg¨²n hecho inusual en la comunidad aunque reconoce ¡°cierta peligrosidad¡± en algunos caminos. ¡°Hay rumores, hay comentarios¡±. Prefiere guardar silencio, aunque se sepa lo que ha ocurrido. Culpa de la ¡°peligrosidad¡± que azota a Valle a la cercan¨ªa con Tierra Caliente: una regi¨®n que abarca el Estado de M¨¦xico, Guerrero y Michoac¨¢n y que ha sido el epicentro de la violencia provocada por la violencia del narcotr¨¢fico y, en el caso de Guerrero y Michoac¨¢n, los choques entre autodefensas y sicarios en sus pueblos.
Valle de Bravo se sit¨²a en un importante punto estrat¨¦gico entre el sureste mexicano, la capital y los caminos hacia el baj¨ªo y parte del norte del pa¨ªs. ¡°Solo procuramos no andar mucho de noche¡±, explica el gerente del negocio aludido. Tambi¨¦n pide que su nombre no sea mencionado. ¡°Valle es tranquilo¡±, repite como un mantra. Eso s¨ª, insiste en que ¡°los malos¡± vienen de fuera. ¡°Toda la gente de aqu¨ª ya sabe. Es un pueblo chico¡±. Lo dice una vez m¨¢s. ¡°Valle es tranquilo¡±.
La presencia federal, si acaso, inquieta a los habitantes en un jueves cualquiera, en que el centro del pueblo rebosa de parejas, ni?os, vendedores de helados. Las calles est¨¢n adornadas por motivos patri¨®ticos por la cercan¨ªa del desfile del 16 de septiembre, que conmemora la independencia de M¨¦xico, y en el que participan las m¨¢s de 60 escuelas primaria de la regi¨®n a las que asisten casi 8.000 alumnos. Las se?ales que turban la normalidad son m¨ªnimas. Cruza un coche lleno de polic¨ªas y un poblador grita con sorna: ¡°Cuidado, no lo vayan a ver los zopilotes¡±.
El desarrollo tur¨ªstico y econ¨®mico de Valle de Bravo germin¨® despu¨¦s de la construcci¨®n de la presa que lleva su nombre en los a?os cuarenta. Para la comunidad, hogar de miles de familias que buscan un sitio m¨¢s tranquilo para educar a sus hijos y uno de los sitios de recreo para las familias m¨¢s adineradas del pa¨ªs, nombrarla como uno de los focos rojos del pa¨ªs es un golpe al h¨ªgado a su industria hostelera, uno de sus pulmones econ¨®micos. ¡°All¨ª va a vacacionar el 25% del PIB del pa¨ªs¡±, dijo esta semana Alejandro Mart¨ª, presidente de la organizaci¨®n M¨¦xico SOS.
Un profesor rural de Colorines, una comunidad de 5.000 habitantes a unos 20 kil¨®metros del centro tur¨ªstico, explica: ¡°Nosotros somos la mano de obra de Valle de Bravo¡±. Los padres de los alumnos a los que ense?a, a?ade, trabajan en muchas ocasiones de veladores, trabajadores de limpieza, camareros y taxistas para los visitantes de la regi¨®n. Afirma que el problema de la inseguridad no es nuevo y que las extorsiones, los secuestros y los asesinatos llevan a?os. ¡°A todo el mundo le da miedo hablar. Pero si yo tengo la responsabilidad de ense?ar¡ tengo que hacerlo¡±, cuenta en un caf¨¦ en el centro de Valle, a unos pasos del kiosco del pueblo.
¡°Empez¨® hace tiempo. Un profesor de otro pueblo me dijo: ¡®Las condiciones no est¨¢n para que nos visiten¡¯. La ma?a [los sicarios] les empez¨® a pedir los coches. Hemos llegado a durar dos semanas sin clases¡±. Todo esto fue antes de que llegaran los federales. ¡°No pod¨ªamos confiar en los polic¨ªas. ?Era peor! No hac¨ªan nada. Solo miraban¡±. Afirma que hab¨ªa ni?os que incluso presum¨ªan ante sus compa?eros de que sus padres se dedicaban al negocio de la extorsi¨®n. ¡°Hay algunos que suelen comentar que sus pap¨¢s se dedican a esto, que tienen casas de seguridad [el sitio donde mantienen a los secuestrados]. Yo solo les digo a mis compa?eros que no digan nada. Pero te das cuenta de que andar en Colorines por la noche es un riesgo¡±.
Cuenta una an¨¦cdota. ¡°Un profesor me pidi¨® que lo llevara a Toluca [la capital del Estado de M¨¦xico, a 70 kil¨®metros al oeste de Valle de Bravo]. En el camino, se par¨® una camioneta de color negro. Se bajaron unos chavos, nos dieron unos madrazos [golpes], nos echaron para arriba y nos metieron a una casa de seguridad. Uno de ellos habl¨® por tel¨¦fono y dijo: ¡®Dice que es maestro¡¯. Estaba hincado, con los ojos vendados. Me dijo: ¡®Cabr¨®n, nos equivocamos. No me voy a disculpar porque no acostumbro hacer eso. Pero s¨ª te digo una cosa: si dices en tu comunidad que te pas¨® esto, tienes un problema¡¯. No tendr¨ªan m¨¢s de 18 o 20 a?os¡±. ?Cu¨¢ndo ocurri¨®? ¡°Hace un mes¡±.
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