Los cimientos removidos de Olavarr¨ªa
Los vecinos de esta zona rural creen que all¨ª se criaron m¨¢s ni?os de secuestradas
La ciudad de Olavarr¨ªa est¨¢ conmovida por el hallazgo del nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto, seg¨²n el relato de los detenidos all¨ª por la dictadura militar de Argentina (1976-1983) Carmelo Vinci y Carlos Genson. ¡°Estall¨® algo y movi¨® los cimientos¡±, opina este ¨²ltimo. Claro que en una sociedad m¨¢s bien conservadora, como las de otros rincones rurales del pa¨ªs sudamericano, tambi¨¦n se escuchan comentarios como los de un empleado de hosteler¨ªa: ¡°Nietos recuperados por las Abuelas se encuentran todos los d¨ªas. Lo que ac¨¢ preocupa son los despidos¡±. Se refiere a la crisis econ¨®mica de Argentina y a los 20 obreros despedidos de una planta metal¨²rgica de Olavarr¨ªa.
Pero la ciudad por la que caminan por las mismas aceras v¨ªctimas y c¨®mplices de la represi¨®n del r¨¦gimen est¨¢ ¡°revolucionada¡± por el caso Carlotto. As¨ª lo admite otro vecino que conoc¨ªa al fallecido empresario Carlos Francisco Aguilar, que llev¨® al beb¨¦ robado a manos de sus peones, y al m¨¦dico Julio Sacher, cuyo nombre aparece en el certificado de nacimiento de Ignacio Guido Montoya Carlotto como el profesional que hab¨ªa constatado su supuesto parto en Olavarr¨ªa. Desde que estall¨® el caso, Sacher ha cerrado su consulta en el centro de la ciudad. En su casa, en las afueras de Olavarr¨ªa, una mujer responde una y otra vez que Sacher ha salido y volver¨¢ m¨¢s tarde.
Vinci, presidente de la Comisi¨®n de la Memoria de la ciudad, cuenta que no solo Sacher est¨¢ preocupado por el caso Carlotto sino tambi¨¦n otros ginec¨®logos que firmaron actas de nacimiento que registraban hijos adoptivos como propios. Vinci reconoce que, en el pasado, el tr¨¢mite de adopci¨®n en Argentina era m¨¢s engorroso y hab¨ªa quienes registraban como propios ni?os abandonados o incluso vendidos por sus padres. Tiempo atr¨¢s no era costumbre decirles a los hijos adoptados que lo eran y en el campo es a¨²n habitual la crianza de ni?os abandonados o entregados por sus padres. Pero Vinci sospecha que Ignacio Guido no es el ¨²nico hijo de desaparecidos robado por la dictadura que acab¨® en Olavarr¨ªa, descarta que sean decenas, como se empez¨® a rumorear por all¨ª, pero cita por los menos tres casos de j¨®venes que podr¨ªan serlo.
¡°Sospechamos de m¨¢s hijos de miembros de las fuerzas de seguridad. Hay informaci¨®n de que era f¨¢cil conseguir un pibe¡±, apunta Vinci, que con Genson y otra veintena de militantes pol¨ªticos fueron detenidos y torturados en una peque?a casa escondida en el campo, en Monte Peloni, de camino entre Olavarr¨ªa y la finca donde se cri¨® Ignacio Guido, en Cerro Sotuyo. Siete de aquellos capturados siguen desaparecidos. Cuatro imputados por los cr¨ªmenes de Monte Peloni, entre ellos, el entonces jefe del regimiento de la ciudad, el coronel Ignacio Verdura, ser¨¢ juzgados en un juicio en septiembre pr¨®ximo. ¡°Dicen que al nieto de Estela (de Carlotto) le pusieron Ignacio por Verdura¡±, comenta Vinci. Adem¨¢s, hay un m¨¦dico procesado y detenido por los delitos de Monte Peloni, Luis Seambelar, que en diciembre pasado declar¨® ante un juez que Sacher, el sospechoso en el caso Carlotto, era su jefe y se encargaba de revisar en su consulta a las mujeres detenidas por la dictadura en Olavarr¨ªa, seg¨²n public¨® la agencia Infojus Noticias. De momento, Sacher no ha sido procesado.
Ignacio Hurban, m¨²sico conocido en Olavarr¨ªa, profesor en un conservatorio y director de una escuela, alguna vez hab¨ªa participado en conciertos organizados por Abuelas de Plaza de Mayo. Estaba identificado con su causa, aunque no sab¨ªa que hab¨ªa nacido como Guido Montoya Carlotto ni militaba en las organizaciones de derechos humanos de su ciudad. Ignacio Guido, como quiere llamarse ahora, ha dicho que quiere que su caso permita que all¨ª afloren otros como el de ¨¦l y que comience a discutirse la complicidad civil con el r¨¦gimen militar. Ahora su figura se ha transformado en emblema de Olavarr¨ªa, en cuyos paredones un colectivo llamado Agrupaci¨®n a Desalambrar pint¨® un mural que dice ¡°114 abrazos¡±, por los nietos recuperados por Abuelas hasta entonces, y ¡°Memoria, verdad, justicia y alegr¨ªa¡±. Ya en 2012 un tribunal de Mar del Plata hab¨ªa condenado a tres exmilitares y dos civiles por la desaparici¨®n de Carlos Moreno, abogado de obreros perseguidos de la f¨¢brica de cemento que es sin¨®nimo de Olavarr¨ªa, Loma Negra, que entonces pertenec¨ªa a Amalia Lacroze de Fortabat, fallecida multimillonaria argentina que, en 2005, la vendi¨® a la brasile?a Camargo Corr¨ºa.
La justicia pidi¨® investigar a la entonces comisi¨®n directiva de Loma Negra, pero a¨²n no ha hallado nada.
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