Cuando las pistolas de los ni?os no son de juguete
En EE UU, no hay una edad m¨ªnima para poseer un rifle, los ni?os pueden disparar armas de alto calibre en campos de tiro
¡°Mi primer rifle¡±. As¨ª se promociona Crickett, una empresa estadounidense especializada en armas para ¡°la juventud de Am¨¦rica¡±. Entre los modelos m¨¢s populares, un rifle de culata de un rosa brillante, quiz¨¢s para ir a juego con la bicicleta o la mu?eca de su joven due?a. Si ¨¦sta vive en Arizona, las pr¨®ximas navidades podr¨ªa acudir con sus padres al club de tiro de Scottsdale, en las afueras de Phoenix, que en los ¨²ltimos a?os ha venido ofreciendo el tradicional posado familiar navide?o junto con un Santa Claus y un detalle extra: un aut¨¦ntico arsenal de armas autom¨¢ticas bajo el lema ¡°hazte tu foto con Santa y sus ametralladoras¡±.
La ni?a tambi¨¦n podr¨ªa limitarse a disparar un par de rondas, incluso con un arma autom¨¢tica, mientras sus padres filman la escena. Eso es lo que ocurri¨® la semana pasada en otro rancho de tiro en Arizona, Bullets & Burgers (balas y hamburguesas), donde una ni?a de nueve a?os mat¨® por accidente a su instructor de tiro cuando perdi¨® el control de la Uzi, un subfusil de fabricaci¨®n israel¨ª, y le dispar¨® en la cabeza, una escena que los padres de la peque?a registraron con su tel¨¦fono m¨®vil.
No es un caso ¨²nico. En 2008, un ni?o de ocho a?os asistido por un instructor en una feria en Massachusetts se mat¨® de un tiro en la cabeza cuando perdi¨® el control de la Uzi con la que quer¨ªa disparar contra una calabaza.
En numerosos lugares de Estados Unidos, la posesi¨®n de armas y su exhibici¨®n en lugares p¨²blicos como supermercados o restaurantes se considera algo normal. Seg¨²n encuestas privadas, entre el 37 y el 43% de los estadounidenses posee al menos un arma. Aunque generalmente es m¨¢s de una. Datos oficiales indican que hasta 2009 hab¨ªa en el pa¨ªs unos 310 millones de armas, lo que significa que hay casi igual n¨²mero de armas que de habitantes.
En EE UU hay casi igual n¨²mero de armas que de habitantes
La Segunda Enmienda de la Constituci¨®n consagra el derecho a portar armas y cientos de miles, si no millones, de estadounidenses se encargan de hacer valer ese derecho siempre que pueden, apoyados por el poderoso lobby de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle, la famosa NRA. Consecuentemente, innumerables ni?os viven ¡ªo conviven¡ª con las armas como un elemento m¨¢s de su d¨ªa a d¨ªa.
A nivel federal, en Estados Unidos no hay una edad m¨ªnima legal para poseer un arma de ca?¨®n largo como un rifle. Y s¨®lo una veintena de Estados han impuesto un l¨ªmite de edad. Pero seg¨²n el Centro Legal para Prevenir la Violencia de las Armas, incluso en esos Estados muchas de las leyes delimitadoras ¡°contienen excepciones que permiten a ni?os poseer armas de ca?¨®n largo si uno de sus padres o guardi¨¢n est¨¢ presente, o si el menor participa en una actividad de caza o en tiro al blanco¡±.
Adem¨¢s, ¡°restricciones en cuanto al uso de ciertas armas de asalto o autom¨¢ticas no se aplican necesariamente cuando se trata de campos de tiro¡±, a?ade la abogada del centro, Lindsey Zwicker.
Seg¨²n un estudio de la organizaci¨®n Everytown for Gun Safety, el n¨²mero de muertes infantiles por arma de fuego es hasta un 61% m¨¢s alto que las cifras oficiales. Tan s¨®lo entre diciembre de 2012 y 2013, ¡°al menos cien ni?os murieron en tiroteos no intencionales¡±, o casi dos muertes por semana.
Las armas no van a desaparecer en EE UU", advierte Brian Jeffs
Alrededor de dos tercios de esas muertes tuvieron lugar ¡°en el hogar o un veh¨ªculo que pertenec¨ªa a la familia de la v¨ªctima, a menudo con armas que pose¨ªan legalmente pero que no estaban puestas en un lugar seguro¡±.
¡°Por lo menos podr¨ªamos expandir las leyes de protecci¨®n de ni?os y de prevenci¨®n de acceso¡± a armas, plantea Zwicker.
¡°Las armas no van a desaparecer en EE UU. As¨ª que, ?es mejor no hablarle nunca a tus hijos sobre las armas y hacer como que no existen, y que cuando se topen con una la manejen de manera incorrecta y se produzca un accidente, o es mejor mantener una discusi¨®n con ellos, explicarles que no es un juguete, que es un instrumento peligroso como cualquier herramienta peligrosa, como una sierra o un taladro?¡±, pregunta Brian Jeffs.
Este ge¨®logo de Michigan y padre de una adolescente es el coautor de My Parents open carry (Mis padres llevan armas a la vista), un libro para ni?os dedicado a ¡°normalizar¡± la idea de que portar armas en p¨²blico es un derecho y hasta una necesidad.
¡°?nete a Brenna Strong, de 13 a?os, y a su madre, Bea, y su padre, Richard, mientras pasan un t¨ªpico s¨¢bado haciendo recados y pas¨¢ndolo bien juntos. Lo que no es tan t¨ªpico es que los padres de Brenna portan legalmente un arma a la vista para su autodefensa¡±, reza la presentaci¨®n del libro.
Casualmente, el ¡°s¨¢bado t¨ªpico¡± de los Strong (fuerte, en ingl¨¦s) acaba en un campo de tiro, donde ¡°Brenna y sus padres pasan un buen rato en familia¡±. Poco despu¨¦s del accidente en Arizona, la NRA tuiteaba un enlace ¡ªaunque luego lo borr¨®¡ª a un art¨ªculo sobre ¡°siete maneras en que los ni?os pueden divertirse en un campo de tiro¡±, escrito por Mia Anstine, que mantiene junto a su hija una columna semanal con sus ¡°aventuras¡± al aire libre en las que el rifle parece ser el compa?ero indispensable.
"Los accidentes de coche matan m¨¢s ni?os, o los accidentes de nataci¨®n", incide Jeffs. ¡°Tenemos que ense?arle a nuestros hijos a nadar, a ponerse el cintur¨®n de seguridad en el coche, as¨ª que ?por qu¨¦ no discutir sobre c¨®mo manejar de forma segura las armas y qu¨¦ son?¡±, argumenta.
A ra¨ªz del accidente en Arizona, el debate sobre el control de armas ha vuelto a abrirse, aunque t¨ªmidamente. Zwicker reconoce no ser muy optimista respecto a que vaya a rendir alg¨²n fruto en materia de control de armas. Al fin y al cabo, tampoco la matanza de 20 ni?os en una escuela de Connecticut en 2012 logr¨®, pese al trauma nacional y los esfuerzos personales del presidente Barack Obama, cambiar la posici¨®n proarmas del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.