Una larga caminata
En Brasil y en Am¨¦rica Latina, grupos organizados no deben ser confundidos con una soluci¨®n m¨¢gica que sustituya a la pol¨ªtica o al propio Estado
En las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, la sociedad civil se convirti¨® en sin¨®nimo de salvaci¨®n para los m¨¢s diversos problemas econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales. Desde las protestas en la plaza Tahrir a los indignados espa?oles. Desde las madres de Plaza de Mayo a Marina Silva, la candidata sorpresa de la elecciones presidenciales brasile?as, que no cree en los partidos tradicionales, sino en su red para unir a las mejores personas de cada grupo pol¨ªtico. En el centro de este debate se encuentra la certidumbre de que existe un v¨ªnculo directo entre vida asociativa, buena gobernanza y democracia. En Am¨¦rica Latina en general, y en Brasil en particular, la sociedad civil ha sido presentada como la respuesta correcta para el aumento de la eficiencia de los gobiernos, la disminuci¨®n del despilfarro de fondos p¨²blicos y el combate contra la corrupci¨®n.
Esta es la creencia en la que se apoya un grupo de agricultores, estudiantes, enfermeros, profesores, abogados y auditores que, en agosto, realiz¨® la XIII Marcha Contra la Corrupci¨®n y por la Vida, en Piau¨ª, estado brasile?o que concentra 11 de las 50 ciudades m¨¢s pobres del pa¨ªs. La idea es sencilla: voluntarios de Teresina, la capital estatal, se unen a vecinos del lugar y de otros Estados para evaluar las rendiciones de cuentas de los ayuntamientos del interior, enviadas a los legislativos municipales. Con documentos extra¨ªdos de internet y recolectados de los ¨®rganos p¨²blicos locales, los voluntarios visitan escuelas, puestos de salud y obras p¨²blicas para cotejar los datos con la realidad. Asimismo, tambi¨¦n imparten clases sobre c¨®mo utilizar la Ley de Acceso a la Informaci¨®n, el Freedom of Information Act brasile?o.
El camino entre las ciudades auditadas es realizado integralmente a pie. Este a?o fueron 120 kil¨®metros recorridos y cinco localidades inspeccionadas. En 13 a?os de existencia, 2700 kil¨®metros caminados y m¨¢s de 80 municipios evaluados. El elemento de sacrificio por el bien com¨²n es innegable: en una de las ediciones, los caminantes llevaron una cruz de madera de tama?o semejante a la que Jes¨²s cargo en su camino al calvario. Durante cada recorrido, gritos de guerra como ¡°se o povo se unir, a corrup??o n?o ir¨¢ existir¡± (si el pueblo se une la corrupci¨®n no existir¨¢) son entonados como una forma de olvidar el cansancio ¨C este a?o, la mayor caminata en un ¨²nico d¨ªa fue de 48 kil¨®metros y la menor de 20.
El evento final en cada una de las ciudades es una reuni¨®n en la plaza central, con la presentaci¨®n de fotograf¨ªas de los lugares visitados y documentos recolectados. Cuando no hay paredes de iglesias o escuelas disponibles, es necesario improvisar. En estos casos, se cuelga una s¨¢bana de un ¨¢rbol para que sirva como pantalla. El encuentro es denominado ¡°clase de ciudadan¨ªa¡±.
Los voluntarios visitan escuelas, puestos de salud y obras p¨²blicas para cotejar los datos con la realidad
En estas ¨¢goras provisionales del sert¨®n brasile?o, no es extra?a la presencia de algunos alcaldes para justificarse. Fue lo que ocurri¨® en Lagoa do Barro, municipio de Piau¨ª comandado por la misma familia desde que la ciudad fuera fundada hace 22 a?os. La actual alcaldesa rebati¨®, micr¨®fono en mano, cada una de las denuncias en una intervenci¨®n ante el p¨²blico?que dur¨® media hora.
En las auditorias c¨ªvicas de 2014, los voluntarios encontraron obras abandonadas, meriendas escolares ro¨ªdas por ratas, testaferros usados para esconder a los propietarios de las empresas proveedoras de los ayuntamientos y facturas ap¨®crifas que indicaban pagos a los propios gestores p¨²blicos mucho m¨¢s all¨¢ de sus salarios. Hasta una empresa de pompas f¨²nebres y helader¨ªa aparec¨ªa como proveedora de hospedaje para enfermos que precisaban desplazarse para tratamiento m¨¦dico. El grupo rastre¨® una serie de indicios de corrupci¨®n, pero no todo lo que fue presentado podr¨ªa ser clasificado como tal.
En la literatura cl¨¢sica sobre la sociedad civil, Robert Putnam cre¨® la imagen de que jugar boliche solo debilitar¨ªa los lazos sociales y, eventualmente, la democracia. De esta forma, si jugar solo es negativo, una caminata colectiva es inmediatamente asociada con resultados positivos. No por casualidad el evento de Piau¨ª pas¨® a contar con el apoyo de Transparencia Internacional y debe expandirse hacia otros Estados brasile?os a partir del a?o pr¨®ximo.
A pesar de ello, a¨²n es dif¨ªcil medir la eficacia de las auditor¨ªas c¨ªvicas. Todas las fotos e informaciones recolectadas son compiladas en documentos enviados al Ministerio P¨²blico, polic¨ªa y Tribunales de Cuentas correspondientes. No obstante, desde el a?o 2001 nadie fue condenado como resultado del trabajo del grupo.
Caminar no es suficiente para promover una mejor gobernanza. Los grupos de voluntarios que comienzan a surgir en el interior de Brasil dan un primer e importante paso para fiscalizar a los poderes locales ¨C y esas iniciativas merecen ser replicadas. Pero sin puentes con las instituciones, y un seguimiento para que ellas, de hecho, funcionen, la sociedad civil no ser¨¢ la salvaci¨®n contra la corrupci¨®n o el despilfarro. En Brasil y en Am¨¦rica Latina, grupos organizados no deben ser confundidos con una soluci¨®n m¨¢gica que sustituya a la pol¨ªtica o al propio Estado.
A¨²n es dif¨ªcil medir la eficacia de las?auditor¨ªas?c¨ªvicas.
Es necesario que exista una interacci¨®n entre los voluntarios y los ¨®rganos de control, creando lo que Timothy J. Power y Matthew M. Taylor denominan red de accountability. Y esa construcci¨®n lleva tiempo. En el mismo momento en que los voluntarios actuaban en Piau¨ª, vino a colaci¨®n el reclamo de la Controladoria Geral da Uni?o, ¨®rgano responsable por fiscalizar la aplicaci¨®n de los recursos del gobierno brasile?o, de que exist¨ªan ¡°dificultades causadas por la dr¨¢stica reducci¨®n de sus recursos humanos¡± y que ¡°el esfuerzo de hacer m¨¢s con menos [hab¨ªa alcanzado] su l¨ªmite¡±. Mientras las debilidades individuales de determinadas instituciones ¨C especialmente las del Poder Judicial - impidan la eficiencia de esa red, el periplo por el sert¨®n brasile?o continuar¨¢ siendo una caminata. Una larga caminata.
Fernando Mello, periodista y master en la Universidad Georgetown, en Washington DC. En 2013, gan¨® el Premio de Reportaje en Profundidad de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)
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