El cemento vuelve a explotar en Miami

El edificio tendr¨¢ la forma de una erre gigante que se elevar¨¢ a 304 metros sobre la bah¨ªa de Miami y dentro llevar¨¢ una muestra de todo cuanto representa la ciudad: un comedor de lujo, una casa del terror, un simulador de vuelo, un juego de cuerdas de bungee para saltar al vac¨ªo. Cuando el proyecto Skyrise concluya, en 2017, se espera que ¨¦ste se convierta en s¨ªmbolo de Miami y en torre de observaci¨®n del nuevo paisaje que el actual boom inmobiliario comienza a configurar sobre la l¨ªnea costera.

¡°Ser¨¢ un edificio como ning¨²n otro¡±, prometi¨® la empresa urbanizadora a los electores que aprobaron hace una semana ¡ªen el marco de una votaci¨®n de tres enmiendas relacionadas con el uso de los terrenos p¨²blicos litorales¡ª, con 68% de los votos a favor, la construcci¨®n del rascacielos, a cambio de que el condado reciba un pago por adelantado de 10 millones de d¨®lares.

Todos quieren poner o comprar un poco de cemento en Miami y sus alrededores. Solo en el este de la ciudad se ha anunciado la construcci¨®n de 173 nuevos condominios de lujo con vistas a la bah¨ªa. A d¨ªa de hoy, el 68% de los apartamentos que han sido puestos en el mercado ya est¨¢n vendidos y el 90% de los compradores de estas nuevas viviendas son extranjeros.

¡°Miami sigue siendo una ciudad y destino l¨ªder a nivel mundial, y nuestro mercado de bienes ra¨ªces juega un papel fundamental en esta realidad¡±, sostiene Francisco Angulo, presidente de la Asociaci¨®n de Agentes Inmobiliarios de Miami. La ciudad ¡°sigue siendo un punto clave para inversores, compradores, turistas y empresas tanto extranjeras como estadounidenses, un factor que seguir¨¢ alimentando la demanda de viviendas y propiedades locales¡±, a?ade el empresario.

Florida concentra el 23% de las ventas de inmuebles a inversores extranjeros registradas en Estados Unidos durante el ¨²ltimo a?o. La mayor¨ªa de los compradores son canadienses, que se disputan el terreno con empresarios rusos y brasileros ¨¢vidos de inversi¨®n, y con venezolanos y argentinos que buscan preservar sus ahorros de las pol¨ªticas econ¨®micas vigentes en sus pa¨ªses de origen.

Florida concentra el 23% de las ventas de inmuebles a inversores extranjeros en EE UU

El capital extranjero ha contribuido en gran medida al alza del precio promedio de las viviendas familiares, desde que estall¨® este nuevo boom inmobiliario en el sur de Florida, a mediados de 2011. El metro cuadrado de construcci¨®n, que costaba 2.475 d¨®lares entre 2003 y 2008, asciende ahora a 4.304 d¨®lares; y en los nuevos proyectos que est¨¢n en desarrollo, tiene un precio de hasta 10.760 d¨®lares. De acuerdo al m¨¢s reciente informe de la Asociaci¨®n Nacional de Agentes de Bienes Ra¨ªces de Estados Unidos (NAR), el precio medio de una casa unifamiliar en el ¨¢rea de Miami, Miami Beach y Fort Lauderdale aument¨® en el segundo trimestre de este a?o un 7,6% respecto a 2013, hasta promediar 270.000 d¨®lares; mientras que el aumento a nivel nacional fue de 4,4%, hasta un promedio de 203.400 d¨®lares.

Una d¨ªa a la semana, la empresa CraneSpotters organiza paseos en autob¨²s y en bote, a un precio de hasta 100 d¨®lares por tour, en ingl¨¦s y en espa?ol, para mostrar los nuevos desarrollos inmobiliarios que se construyen en el sur de Florida, especialmente en el este de Miami. ¡°Vamos a todos los lugares donde est¨¢ ocurriendo un nuevo proyecto de construcci¨®n¡±, anuncia Peter Zalewski, micr¨®fono en mano, a las cinco decenas de potenciales compradores que le acompa?an en cada viaje.

Quienes se deciden a comprar, lo hacen entregando adelantos de hasta 50% del valor total de la propiedad. Y esa es, seg¨²n Zalewski, la vacuna que evitar¨¢ el estallido de una nueva burbuja: ¡°El mercado de la preconstrucci¨®n en el sur de Florida est¨¢ en su mejor momento desde que comenz¨® el boom actual en 2011. A diferencia del ¨²ltimo auge, impulsado por el f¨¢cil financiamiento bancario, este ciclo est¨¢ siendo alimentado por los compradores que aportan dep¨®sitos considerables cuando se firma el contrato de preventa¡±.

Las calles del centro de Miami y de la zona financiera de Brickell, hace un par de a?os repleta de terrenos bald¨ªos, bulle ahora en una nube de polvo y un ruido de martillos que no cesa durante el d¨ªa. De noche, el cielo se ilumina con los reflectores que apuntan a los rascacielos de los bancos y a las torres de construcci¨®n, mientras que en los edificios residenciales que se suponen totalmente vendidos se encienden apenas unas pocas luces ¡ªpuesto que sus propietarios extranjeros solo los alquilan o visitan por temporadas¡ª y el barrio recobra su apariencia de pueblo fantasma, pero en constante desarrollo.