El lado infeliz de Costa Rica: su disfunci¨®n estatal
Despilfarro, ineficiencias y corrupci¨®n impune son parte del clima institucional p¨²blico en Costa Rica, a juzgar por el diagn¨®stico hecho por el presidente Sol¨ªs
A la imagen de Costa Rica pa¨ªs feliz, ecol¨®gico, democr¨¢tico y pac¨ªfico le faltan algunas caracter¨ªsticas menos atractivas. Un aparato estatal atomizado de ineficiencias, despilfarro y corrupci¨®n impune es parte de la realidad de este pa¨ªs centroamericano, a juzgar por el diagn¨®stico del propio presidente de la Rep¨²blica, Luis Guillermo Sol¨ªs, despu¨¦s de cumplir sus primeros 100 d¨ªas de haber llegado al poder con una promesa de cambio pol¨ªtico que admite dif¨ªcil de cumplir.
Debajo del desarrollo social avanzado para el contexto regional, de la seguridad ciudadana relativa y de una estabilidad pol¨ªtica ejemplar, hay fango en su burocracia y esto no solo amenaza la institucionalidad del pa¨ªs, sino que atrasa su competitividad y, por tanto, el avance de una econom¨ªa que crece a un promedio de 4% anual y, encima, reparte mal los beneficios por su estructura fiscal.
¡°En importantes sectores del Estado costarricense la postraci¨®n es total. Existen m¨²ltiples instituciones que perdieron el rumbo completamente¡±, ha dicho en uno de los pasajes el informe sobre el ¡°estado de la naci¨®n¡±, que muchos preve¨ªan cr¨ªtico, pero no tanto. Despu¨¦s de llegar al poder con un triunfo electoral que los analistas explican m¨¢s bien como la derrota de la pol¨ªtica tradicional y un grito de auxilio, Sol¨ªs acab¨® mostrando un panorama ¡°acongojante¡± que para ¨¦l es solo dura realidad y que gobernantes antecesores consideran es una exageraci¨®n, aunque nadie se atrever¨ªa tampoco a calificar como eficientes, n¨ªtidas ni bien estructuradas a las instituciones estatales en este pa¨ªs. Un viceministro del gobierno de Laura Chinchilla (2010-2014) se quejaba en 2012 del atraso en la construcci¨®n de un acceso a un puesto fronterizo porque, seg¨²n los desarrolladores, era necesario pedir permiso a autoridades ambientales en la capital para cortar una rama de un ¨¢rbol a la orilla de la carretera. Promet¨ªa que escribir¨ªa un libro con an¨¦cdotas como estas.
¡°El problema de la corrupci¨®n y de la ineficiencia en las entidades del Estado puede ser mayor de lo que hasta ahora imaginaron los m¨¢s pesimistas¡±, ha denunciado Sol¨ªs consciente de estar haciendo una cr¨ªtica a sus antecesores, pero tambi¨¦n a buena parte de los funcionarios actuales, con quienes debe trabajar si pretende evitar el atasco de sus proyectos. Cit¨® el presidente la existencia de puestos de jefatura sin un solo subordinado, de beneficios salariales excesivos para el c¨ªrculo primario de exministros, de contrataciones con exclusividad, adem¨¢s de entidades que trabajaban sin presupuestos e instituciones que s¨ª lo ten¨ªan, pero subejecutado. A ellos se suman la sabida existencia de duplicidades y fragmentaciones en el aparato estatal, de exceso de tr¨¢mites, de lentitud y de abundantes poderes de veto. Tampoco es posible tener un dato certero de la cantidad de trabajadores p¨²blicos, aunque el Censo Nacional del 2011 calcula que son unos 295.000 (15% de la fuerza laboral formal), con reg¨ªmenes variados que los hacen ser mejor remunerados que los trabajadores del sector privado, un caso ¨²nico en Am¨¦rica Latina, seg¨²n expertos del Banco Mundial citados por la prensa local.
Con este andamiaje estatal, parad¨®jicamente Sol¨ªs pretende atraer m¨¢s inversi¨®n extranjera, que ayude a elevar las exportaciones despu¨¦s del anuncio de Intel de cerrar su planta manufacturera en el pa¨ªs, un hecho que expertos han se?alado como producto de la falta de competitividad del pa¨ªs, entre otros factores. Costa Rica aparece en el puesto 102 entre 189 pa¨ªses en la medici¨®n Doing Business, del Banco Mundial, para el a?o corriente, detr¨¢s de la burocr¨¢tica econom¨ªa china y la rusa, adem¨¢s de otros pa¨ªses de menor desarrollo. Adem¨¢s el ?ndice de Percepci¨®n de Corrupci¨®n del 2013, de Transparencia Internacional, coloca a Costa Rica en el puesto 49, como una naci¨®n de ¡°corrupci¨®n media¡±, mejor que el resto de sus vecinos centroamericanos, con los que ninguna autoridad costarricense desea compararse. El pa¨ªs reconocido por su desarrollo social, con una pobreza estancada en el 20% de la poblaci¨®n, ocupa el puesto 68 en el ?ndice de Desarrollo Humano, pues en a?os recientes ha tenido un progreso relativo menor que otros.
Estos factores inciden para el estancamiento costarricense en obras de infraestructura p¨²blica, sobre todo en materia de transportes, una de las mayores quejas de la poblaci¨®n y de los inversionistas. Hasta los financistas internacionales y agendas de cooperaci¨®n se dan por enteradas de las dificultades burocr¨¢ticas para concretar los proyectos, como se?al¨® en una entrevista el antiguo vicepresidente de la Rep¨²blica Kevin Casas, secretario de Asuntos Pol¨ªticos de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). Encargado tambi¨¦n del Ministerio de Planificaci¨®n en el gobierno de ?scar Arias, acab¨® tirando la toalla con numerosas proyectos y ahora insiste en la necesidad de reformas estructurales en el aparato p¨²blico. ¡°Costa Rica se est¨¢ empezando a ver afuera como un pa¨ªs enredado en sus propios mecates, que desaprovecha su potencial y sus ventajas relativas¡±, dice haber percibido.
Un ejemplo de ello se conoci¨® en junio, cuando el Banco Mundial retir¨® el financiamiento de un proyecto de 72 millones de d¨®lares para desarrollo de infraestructura en la provincia de Lim¨®n, en la costa caribe?a, por deficiencias en la ejecuci¨®n en los ¨²ltimos a?os, aunque no se ha mostrado en este caso visos de corrupci¨®n. Sol¨ªs tampoco ha puntualizado en nombres de responsables de irregularidades del pasado reciente, pues ha dicho que no quiere hacer de este diagn¨®stico un circo pol¨ªtico, pese a que en la oposici¨®n lo han llegado a calificar de ¡°populista¡±.
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