Dilma Rousseff conf¨ªa en sus propias fuerzas para la reelecci¨®n

La encuesta electoral del mi¨¦rcoles en Brasil, que present¨® una peque?a recuperaci¨®n de Dilma Rousseff pero reafirm¨® que a¨²n perder¨ªa contra Marina Silva, choca con la convicci¨®n de la presidenta de que ser¨ªa capaz de realizar el milagro de la reelecci¨®n. Su seguridad desentonaba tanto con los asesores de su campa?a como con el Partido de los Trabajadores (PT), e incluso con el mismo Lula da Silva, que se mostraban pesimistas.

El de Rousseff no se trataba de un milagro de tipo religioso, como los que puede esperar la creyente Marina, pero s¨ª del milagro ¡°realizado con la fuerza de su convicci¨®n, de su car¨¢cter que no es el de renunciar ni tirar la toalla sino el de enfrentar las situaciones con la voluntad de querer ganar¡±, seg¨²n una fuente pol¨ªtica.

¡°El equipo de estrategas de la campa?a juzgan que Rousseff no dispone de los instrumentos suficientes para detener la ola Marina Silva¡±, explica esta fuente, y a?ade: ¡°Las propuestas presentadas por su equipo fueron rechazadas por la candidata del PT. Eran las siguientes: cambiar ya al ministro de Econom¨ªa, Guido Mantega, y algunas cabezas m¨¢s, y pedirle expl¨ªcitamente a Lula que entrara de cuerpo y alma en la campa?a¡±. La presidenta rechaz¨® ambas posibilidades alegando que era ¡°demasiado tarde¡± para ello. El mi¨¦rcoles admiti¨® solo que podr¨ªa hacer cambios en la hip¨®tesis de su reelecci¨®n y en un segundo Gobierno.

¡°Existe un evidente des¨¢nimo no solo en el PT sino en las huestes del Gobierno, en los partidos que apoyan a Rousseff. Todos fueron cogidos de sorpresa. Hasta la tragedia a¨¦rea que acab¨® con la vida del candidato socialista, Eduardo Campos, no exist¨ªa la menor duda de que la victoria era de Rousseff en la primera vuelta. Se apoyaban en tres puntos clave: la presidenta era la m¨¢s preparada de los candidatos por su experiencia; contaba con la m¨¢quina del Gobierno y la indiscutible popularidad de Lula, que habr¨ªa estado a su lado durante toda la campa?a, y finalmente, en la fuerza de los proyectos sociales, como el de Bolsa Familia, que aseguraba millones de votos para ella¡±.

Si el equipo de Rousseff considera que la batalla est¨¢ perdida, ella, sin embargo, sigue firme en la convicci¨®n de que a pesar del pesimismo que reina en su equipo y en su partido, ganar¨¢ las elecciones. ¡°Les dice a los suyos que tengan paciencia y esperen 15 d¨ªas, cuando la ola Marina Silva se ir¨¢ disipando y ella convencer¨¢ a los electores de que es la mejor para seguir al frente del Gobierno, y de que Silva es un peligro¡±.

La fe de Rousseff (que es laica, aunque siempre ha dicho que en los momentos dif¨ªciles o de miedo, como cuando viaja en avi¨®n, tambi¨¦n acude a la Virgen Mar¨ªa) sigue provocando de alguna forma a sus propios asesores pol¨ªticos y de imagen.

Los resultados de las ¨²ltimas encuestas ¡° fueron vistos por Dilma como una confirmaci¨®n de su esperanza en la reelecci¨®n¡±, afirma la misma fuente.

Ahora esa esperanza se ha reforzado, sobre todo porque, tras el desmentido del candidato A¨¦cio Neves de que no abandonar¨¢ la carrera electoral, existe ya la seguridad de que habr¨¢ segunda vuelta. En las semanas de debate ¡°ella, que no es mujer de tirar la toalla, est¨¢ convencida de que en el mano a mano con Silva podr¨¢ demostrar que gobernar¨¢ mejor el pa¨ªs¡±.

Adem¨¢s, seg¨²n la fuente, desde ahora el equipo de Rousseff ¡°cambiar¨¢ toda la estrategia de la campa?a en funci¨®n de esa segunda vuelta, una hip¨®tesis que nunca fue prevista por el PT pues estaba seguro de ganar en la primera votaci¨®n¡±. En esa estrategia entra, por ejemplo, el refuerzo de las cr¨ªticas contra Silva dejando de lado a Neves. As¨ª se preparar¨¢ con m¨¢s seguridad para una segunda vuelta en la que no hay dudas de que el duelo ser¨¢ con la ambientalista.

?Y cu¨¢l podr¨¢ ser ahora la reacci¨®n y el empe?o de Lula para que pueda a¨²n hacerse realidad la victoria de Rousseff? ¡°No entra en la forma de actuar de Lula la idea del suicidio colectivo. Este es el sentimiento de todos los que trabajan con Rousseff¡±.. Sin embargo, la misma fuente deja entrever que Lula da a veces la impresi¨®n de estar m¨¢s preocupado con una estrategia personal que lo aleja de alguna forma de su empe?o en la campa?a nacional de las presidenciales.

Si Lula entiende que Silva puede ganar, ¨¦l podr¨ªa empezar a prepararse para el 2018, sobre todo ahora que la ecologista ya anunciado que, si gana, gobernar¨¢ solo cuatro a?os.

Las elecciones en el ¨¢mbito del Gobierno se van a desarrollar en estas ¨²ltimas semanas entre la fe de Rousseff en el milagro de su reelecci¨®n y la perplejidad de los suyos, que saben que ser¨¢n semanas ¡°en un terreno de arenas movedizas¡±, afirma la fuente. Los partidarios de la petista est¨¢n, dice ¡°a la espera de ver cuales ser¨¢n los pr¨®ximos pasos que dar¨¢ su candidata. Es ella, y no Lula, la que toma siempre las ¨²ltimas decisiones¡±.