El di¨¢logo con Cuba en la OEA debe incluir a sus actores democr¨¢ticos
Hay un impedimento legal para que el pa¨ªs se integre en la organizaci¨®n si no flexibiliza su sistema institucional
Al responder recientemente a una pregunta acerca de si Cuba deber¨ªa acudir a la Cumbre de las Americas del a?o pr¨®ximo, el secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), Jos¨¦ Miguel Insulza, expres¨® que "si Panam¨¢ decide invitar a Cuba, no hay ning¨²n motivo legal para que no pueda ir".
La afirmaci¨®n de Insulza puede interpretarse como una contradicci¨®n a lo establecido en la Carta Democr¨¢tica Interamericana (CDI), cuyo texto aprobado en 2001 es incompatible con el sistema legal e institucional de partido ¨²nico que rige en Cuba. Por ejemplo, el art¨ªculo 3 de la CDI se?ala que "son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeci¨®n al Estado de derecho; la celebraci¨®n de elecciones peri¨®dicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresi¨®n de la soberan¨ªa del pueblo; el r¨¦gimen plural de partidos y organizaciones pol¨ªticas; y la separaci¨®n e independencia de los poderes p¨²blicos".
Es evidente que hay un impedimento legal para que Cuba pueda integrarse a la OEA en tanto no armonice su sistema institucional a lo establecido en la CDI. Como lo se?ala el jurista Ricardo Manuel Rojas en el libro Los derechos fundamentales y el orden jur¨ªdico e institucional de Cuba, "es posible analizar ciertos aspectos del orden pol¨ªtico cubano a trav¨¦s del estudio de su organizaci¨®n institucional y legal, para concluir que ya desde sus instituciones fundamentales, el contenido de sus leyes y la interpretaci¨®n que le dan los ¨®rganos judiciales, el r¨¦gimen cubano est¨¢ organizado sobre la base de la supremac¨ªa del poder del Estado por encima de los derechos humanos b¨¢sicos, y frecuentemente los vulnera en nombre de intereses propios del Gobierno".
Ahora, si se trata de invitar a Cuba a la pr¨®xima Cumbre de las Americas en Panam¨¢, flexibilizando pol¨ªticamente la institucionalidad de la OEA, ?qu¨¦ har¨¢ el organismo hemisf¨¦rico con la sociedad civil que en Cuba est¨¢ ilegalizada? Es que en su art¨ªculo 26, la CDI expresa que "La OEA mantendr¨¢ consultas y cooperaci¨®n continua con los Estados Miembros, tomando en cuenta los aportes de organizaciones de la sociedad civil". Al respecto, la OEA brinda un importante espacio de participaci¨®n a la sociedad civil, que actualmente incluye a 424 organizaciones registradas en el organismo.
Sin embargo, la OEA mantiene aislada a la sociedad civil cubana, extendi¨¦ndole la ilegalidad que el r¨¦gimen de partido ¨²nico le impone. Es cierto que luego de la reforma migratoria en Cuba, de principios de 2013, algunos actores democr¨¢ticos residentes en la Isla pudieron asistir y participar en la Asamblea General realizada este a?o en Asunci¨®n del Paraguay, pero lo hicieron a trav¨¦s de entidades de otros pa¨ªses reconocidas por la OEA.
Hay que tener en cuenta que en su constituci¨®n de 1976, Cuba dice garantizar, entre otras, las libertades de asociaci¨®n, expresi¨®n y reuni¨®n, pero "conforme a los fines de la sociedad socialista", con lo cual las termina negando. Es decir, la mayor¨ªa de las Organizaciones de la Sociedad Civil de distintos pa¨ªses del hemisferio que se encuentran registradas formalmente ante la OEA no podr¨ªan existir en Cuba dado que su objetivo es contrario al sistema pol¨ªtico dogm¨¢tico que rige en este pa¨ªs.
Si se trata de invitar a Cuba a la pr¨®xima Cumbre de las Americas, ?qu¨¦ har¨¢ el organismo con la sociedad civil ?ilegalizada en Cuba?
Lamentablemente, la mayor¨ªa de los gobiernos y funcionarios de organismos regionales e internacionales consideran exclusivamente al ileg¨ªtimo (de acuerdo al art¨ªculo 3 de la CDI) Gobierno de la familia Castro como ¨²nico interlocutor del di¨¢logo en Cuba, con lo cual a¨ªslan a los pac¨ªficos actores democr¨¢ticos que residen en la Isla. ?Es coherente entonces que Insulza y actuales y ex mandatarios latinoamericanos critiquen el aislamiento de Cuba?
Adem¨¢s, el aislamiento regional del Gobierno de Cuba es ficticio, dado que forma parte activa en otros organismos regionales, como la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (CELAC), ambos con cl¨¢usulas democr¨¢ticas que no respetan. De hecho, el propio Insulza concurri¨® a fines de enero del corriente a?o a la II Cumbre de la CELAC en La Habana, donde se reuni¨® con Ra¨²l Castro, pero se neg¨® a "dialogar" con miembros de la oposici¨®n pac¨ªfica interna y hasta se mostr¨® indiferente ante la represi¨®n del r¨¦gimen cubano que impidi¨® la realizaci¨®n de un simb¨®lico foro alternativo opositor y arrest¨® ilegalmente al referente progresista Manuel Cuesta Mor¨²a. La demostraci¨®n represiva que hizo el Gobierno cubano en dicha oportunidad es un ejemplo m¨¢s de su rechazo a lo establecido en la CDI y, por lo tanto, invitarlo a la Cumbre de las Americas implica respaldar la continuidad de sus violaciones sistem¨¢ticas a los derechos humanos.
Por tal motivo, si Jos¨¦ Miguel Insulza y los gobiernos democr¨¢ticos del hemisferio quieren integrar a Cuba a la OEA, pueden empezar por pedirle a Ra¨²l Castro que ponga fin al sistema pol¨ªtico que reprime las libertades democr¨¢ticas fundamentales y mientras tanto aplicar con los referentes de la oposici¨®n en la Isla el art¨ªculo 1¡ã de la CDI: "Los pueblos de Am¨¦rica tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligaci¨®n de promoverla y defenderla".
De esta manera, las embajadas de pa¨ªses latinoamericanos y de Canad¨¢ podr¨ªan poner fin al aislamiento del movimiento c¨ªvico cubano, invitando a sus actores democr¨¢ticos a las Fiestas Nacionales y - al igual que lo hacen Suecia, los Pa¨ªses Bajos, Rep¨²blica Checa y Estados Unidos - ofrecerles un espacio para conectarse a internet. Y en el caso de la OEA, Insulza podr¨ªa dar un buen ejemplo en su intenci¨®n de dialogar con Cuba - lo cual incluye al conjunto de la sociedad cubana y no solamente a su gobierno carente de credenciales democr¨¢ticas - creando un estatus especial para los grupos de la sociedad civil en Cuba que son considerados ileg¨ªtimos por el r¨¦gimen de partido ¨²nico, pero que la OEA deber¨ªa reconocer haciendo prevalecer lo establecido en la Carta Democr¨¢tica Interamericana.
En definitiva, al considerar la invitaci¨®n al Gobierno de Cuba a la Cumbre de las Americas, Panam¨¢ y la OEA tienen que contemplar tambi¨¦n la presencia formal de representantes del movimiento c¨ªvico en la Isla. De lo contrario, crear¨¢n un mal precedente en el organismo al aceptar la presencia de un Estado y excluir a su sociedad civil de car¨¢cter opositor.
Gabriel C. Salvia es Director General del Centro para la Apertura y el Desarrollo de Am¨¦rica Latina (CADAL). @GabrielSalvia @CADAL
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