Juncker crea un n¨²cleo duro de gobierno en la Comisi¨®n Europea
El presidente se inclina por dar a Espa?a una vicepresidencia de segunda l¨ªnea
¡°Estoy a favor de debates secretos, oscuros¡±. Durante la ¨²ltima campa?a electoral, la prensa brit¨¢nica y el Gobierno de David Cameron cargaron con fiereza contra el candidato del Partido Popular a la Comisi¨®n Europea, el luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker, por frases como esa. Convertido ya en presidente in p¨¦ctore, Juncker es fiel a s¨ª mismo: ha conseguido blindarse de las filtraciones, algo poco habitual en el ecosistema de Bruselas, jugando al despiste y a varias bandas para evitar pol¨¦micas con las capitales que no consiguen lo que persegu¨ªan. Juncker anunciar¨¢ hoy el reparto de cargos, que al cierre de esta edici¨®n segu¨ªa siendo una inc¨®gnita. S¨ª hay una novedad importante: el presidente crear¨¢ un n¨²cleo duro, con cuatro vicepresidentes a quienes dar¨¢ poder para controlar el brazo ejecutivo de la Uni¨®n, seg¨²n fuentes europeas.
Ese esquema es una especie de minirrevoluci¨®n en la principal instituci¨®n de Bruselas, aunque habr¨¢ que ver c¨®mo encaja en la arquitectura burocr¨¢tica de la UE, generalmente poco permeable a los cambios.
Ese cuarteto de zares o supercomisarios no est¨¢ a¨²n completamente cerrado, pero las fuentes consultadas se?alan a los conservadores Jyrki Katainen (Finlandia) y Valdis Dombrovskis (Letonia), que coordinar¨¢n las ¨¢reas econ¨®mica y financiera; la socialdem¨®crata italiana Federica Mogherini ¡ªnueva jefa de la diplomacia europea¡ª y el liberal holand¨¦s Frans Timmermans, encargado de eliminar barreras burocr¨¢ticas. A ellos se unir¨¢n tres vicepresidentes m¨¢s, con menos galones y a cargo de ¨¢reas espec¨ªficas: la liberal eslovena Alenka Bratusek y el estonio Andrus Ansip se dan por seguros; la polaca Elzbieta Bienkowska se disputa con el espa?ol Miguel Arias Ca?ete la s¨¦ptima vicepresidencia, seg¨²n afirma una fuente europea involucrada en la confecci¨®n de ese organigrama. Otra opci¨®n ser¨ªa dar las cuatro vicepresidencias fundamentales a los ex primeros ministros de ese listado: Katainen, Dombrovskis, Ansip y Bratusek.
De ese n¨²cleo de elegidos se deducen al menos dos conclusiones. Uno: Espa?a no sale especialmente bien parada, como ya es casi habitual. Y dos: el ¨¢rea econ¨®mica domina todo ese entramado institucional, en una legislatura que se adivina clave cuando Europa se adentra ya el octavo a?o de la Gran Recesi¨®n. El socialdem¨®crata franc¨¦s Pierre Moscovici es el gran favorito para ocupar la cartera de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios. Pero Juncker busca el equilibrio entre las pol¨ªticas de oferta ¡ªausteridad y reformas¡ª y la necesidad de est¨ªmulos, y Moscovici ver¨¢ muy limitado su margen de maniobra, bajo la vigilancia de Katainen y Dombrovskis, dos figuras del gusto de la canciller alemana, Angela Merkel.
Tanto Katainen como Dombrovskis aprobaron recortes draconianos cuando gobernaban en sus respectivos pa¨ªses, y ambos, poco amigos de los est¨ªmulos e incluso de flexibilizar el pacto de estabilidad, son firmes partidarios de continuar con la senda de las reformas y la consolidaci¨®n fiscal pese al serio riesgo de que la recuperaci¨®n descarrile. El BCE avis¨® hace unos d¨ªas de que el continente necesita impulsos fiscales y monetarios, y no solo reformas.
Y el propio Juncker ha asegurado que uno de los males de Europa es que ¨²ltimamente estaba ¡°para castigar, no para ayudar¡±. Pero esos mensajes no terminan de calar. ¡°La secuencia es fundamental: ya dimos dos a?os m¨¢s a Francia para cumplir las metas de d¨¦ficit y Par¨ªs no ha hecho reformas. Primero hay que hacer los deberes y despu¨¦s ya veremos qu¨¦ margen es posible¡±, dice una fuente europea.
A Espa?a le corresponde una vicepresidencia, seg¨²n las fuentes consultadas, pero Juncker se inclina por dar una cartera de segunda l¨ªnea a Miguel Arias Ca?ete. Poco bot¨ªn para la cuarta econom¨ªa del euro, que ha perdido mucho peso en las instituciones en los ¨²ltimos a?os, a no ser que finalmente consiga la presidencia del Eurogrupo. Ese puesto est¨¢ en el aire: el actual presidente, el holand¨¦s Jeroen Dijsselbloem, no muestra ning¨²n inter¨¦s por abandonar el cargo antes de verano de 2015. Y el reparto de sillas en Bruselas puede perjudicar las aspiraciones de Guindos: las dos presidencias m¨¢s golosas (Comisi¨®n y Consejo Europeo) est¨¢n adjudicadas ya a miembros del PP, Juncker y el polaco Donald Tusk. Y el PP asumir¨¢ tambi¨¦n la presidencia de la Euroc¨¢mara en 2016. Eso ha llevado a los l¨ªderes socialdem¨®cratas a pensar en plantear un candidato alternativo. Espa?a se ha obsesionado con el Eurogrupo y eso le puede pasar factura en la Comisi¨®n.
Juncker presenta hoy su equipo, del que se conocen ya todos los nombres pero a¨²n no las carteras. Habr¨¢ siete vicepresidentes. 14 comisarios son conservadores; ocho, socialistas, y hay cinco liberales y un tory brit¨¢nico, Jonathan Hill. Y un total de nueve mujeres. No habr¨¢ representantes de Berl¨ªn, Par¨ªs y Londres en las vicepresidencias, pero los tres grandes controlar¨¢n la maquinaria institucional, con puestos clave entre bambalinas. Europa habla alem¨¢n: Juncker y Tusk dominan ese idioma, y en el ¨¢rea econ¨®mica, a pesar de los cantos de sirena de Draghi a los est¨ªmulos, Juncker coloca a dos halcones en el puente de mando, en la l¨ªnea dura de la ortodoxia filogerm¨¢nica.
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