La CIDH recibe las actas de la historia m¨¢s oscura de Argentina
El ministro de Defensa Agust¨ªn Rossi afirma que las actas de la Junta Militar halladas en 2013 ayudan a consolidar la memoria hist¨®rica argentina
Son p¨¢ginas y m¨¢s p¨¢ginas que registran lo que jam¨¢s debi¨® suceder y que por tanto constituyen un testimonio de lo que muchos trataron que nunca se supiera que ocurri¨®. Desde este martes, una copia de las actas de las 280 reuniones que celebr¨® la Junta Militar argentina entre 1976 y 1983 forma parte del archivo en Washington de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que tuvo un papel trascendental a la hora de denunciar las violaciones masivas de derechos humanos durante la dictadura y, sobre todo, las desapariciones forzadas en muchos casos a¨²n no resueltas en el pa¨ªs sudamericano.
Las actas, halladas a finales de 2013 en el subsuelo del edificio C¨®ndor, sede de la Fuerza A¨¦rea, constituyen el primer documento que se obtiene "hecho por el m¨¢ximo organismo del poder institucional durante esos siete a?os, la Junta que representaba el m¨¢ximo poder institucional", destac¨® el ministro argentino de Defensa, Agust¨ªn Rossi, tras entregar una copia de las actas al secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio ?lvarez Icaza, en Washington.
Y permiten conocer lo que para la Junta era y no era importante, al revelar qu¨¦ decisiones delegaba y cu¨¢les tomaba directamente salt¨¢ndose al ministro responsable, como en el caso de la educaci¨®n superior, donde cuestiones como la supresi¨®n de la autonom¨ªa universitaria o la eliminaci¨®n de los centros de estudiantes fueron tomadas directamente por los comandantes en jefe.
"Son 280 reuniones que reflejan los distintos momentos y los distintos estados de la ¨¦poca durante ese proceso", subray¨® Rossi, para quien m¨¢s all¨¢ del posible valor hist¨®rico o jur¨ªdico de los documentos, "sobre todo hacen un aporte enorme a esto que ya es un paradigma cultural de la sociedad argentina que es el de la memoria, verdad y justicia".
"La construcci¨®n de la memoria es un hecho evolutivo, din¨¢mico, continuo y la aparici¨®n de esta documentaci¨®n ayuda a consolidar" esta memoria, insisti¨®.
?lvarez Icaza por su parte destac¨® no s¨®lo el ¡°inconmensurable valor hist¨®rico y jur¨ªdico¡± de las actas entregadas. Su hallazgo y manejo reflejan adem¨¢s ¡°una pol¨ªtica de b¨²squeda de la verdad¡±, algo que calific¨® de ¡°inspirador y valioso¡±.
Los documentos, subray¨®, ¡°recogen un pasado muy doloroso, pero indispensable para la b¨²squeda de justicia¡±, agreg¨®, seg¨²n la CIDH.
Desde su hallazgo, el gobierno argentino ha ido entregando copias de las actas a diversas universidades y organizaciones de derechos humanos tanto en Argentina como en el extranjero, incluidos M¨¦xico o Espa?a.
Su llegada a la CIDH tiene sin embargo un valor simb¨®lico agregado, en vista del papel crucial que el organismo desempe?¨® en el pasado a¨²n reciente del pa¨ªs.
Al fin y al cabo, fue la Comisi¨®n Interamericana la que, con su hist¨®rica visita a Argentina, precisamente durante un mes de septiembre en 1979, abri¨® los ojos del mundo a lo que estaba sucediendo en el pa¨ªs sudamericano.
Sin ambages, en su informe sobre el pa¨ªs publicado en abril de 1980, la CIDH denunci¨® las ¡±numerosas y graves violaciones de fundamentales derechos humanos¡± durante la dictadura -m¨¢s de 5.500 casos- y, especialmente, la ¡°situaci¨®n de los miles de detenidos desaparecidos que (¡) se puede presumir fundadamente que han muerto¡±.
¡°Como han dicho muchas v¨ªctimas directas de la dictadura argentina, hay un antes y un despu¨¦s de la dictadura argentina en relaci¨®n con la visita de la CIDH¡±, dijo a EL PA?S el exsecretario ejecutivo del organismo Santiago Canton (1998-2001).
M¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s, en 2011, varios de esos documentos -un centenar de fotos e informes de las autoridades uruguayas sobre los cuerpos, presuntamente de desaparecidos argentinos, hallados con signos de tortura en sus costas y aguas territoriales- que hab¨ªan recopilados durante ese hist¨®rico viaje por la CIDH iniciaron el camino de vuelta a Argentina. El propio Canton viaj¨® a Argentina a entregar el material, que se convirti¨® en una prueba de los ¡°vuelos de la muerte¡± en el juicio contra los cr¨ªmenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela Mec¨¢nica de la Armada (ESMA) durante la dictadura.
No parece que las actas de la Junta Militar ahora halladas vayan a proporcionar pruebas tan fehacientes como el material de 1979, aunque Rossi destac¨® que los documentos revelan entre otros los esfuerzos de la dictadura, precisamente tras la visita de la CIDH, de ¡°dejar de usar la palabra desaparecido¡± creando una nueva categor¨ªa en el C¨®digo Civil, la de ¡°ciudadano con presunci¨®n de fallecimiento¡±. O la ¡°mucha documentaci¨®n valiosa¡± sobre los ¨²ltimos momentos de la Junta y la creaci¨®n del decreto de autoamnist¨ªa que fue la Ley de Pacificaci¨®n Nacional r¨¢pidamente derogada por el primer gobierno democr¨¢tico de Ra¨²l Alfons¨ªn.
En todo caso, seg¨²n el ministro de Defensa, la idea es mantener el contacto con la CIDH para ¡°compatibilizar e intercambiar las distintas miradas que surjan del an¨¢lisis de la documentaci¨®n¡±.
Un hecho para Canton saludable, ya que a su juicio el di¨¢logo entre Estados y la Comisi¨®n ¡°es importante para la memoria hist¨®rica de la regi¨®n, y la memoria hist¨®rica es importante para que estas cosas no vuelvan a pasar¡±.
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