Los abusos de militares han disminuido en M¨¦xico, pero quedan impunes
Las quejas han ido a la baja desde 2012, seg¨²n la Comisi¨®n Nacional de DD HH La mayor¨ªa de casos se encuentra en la etapa de investigaci¨®n y no han sido sentenciados
Los a?os de la guerra contra el narcotr¨¢fico han dejado como herencia algunas graves violaciones de Derechos Humanos cometidas por las fuerzas armadas. La estrategia implementada en el anterior Gobierno sac¨® a soldados y marinos de los cuarteles a las calles para que se hicieran cargo de tareas policiales. La escasa preparaci¨®n de los militares en esta materia se tradujo en un aumento de las quejas en contra de la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA)?y la Secretar¨ªa de Marina (SEMAR)?desde 2006, el a?o en que comenz¨® la Administraci¨®n de Felipe Calder¨®n.?
En 2006 la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos (CNDH) recibi¨® 182 quejas contra los militares. Un lustro despu¨¦s, en 2011, uno de los a?os m¨¢s violentos, la cifra lleg¨® a 1.791. ¡°Esto se explica a partir de la intervenci¨®n de las fuerzas armadas en seguridad p¨²blica¡±, se?ala Marat Paredes, el segundo visitador, encargado de investigar las violaciones a derechos cometidas por el Ej¨¦rcito, la Armada y la Polic¨ªa Federal.?
Los asesinatos fueron una parte peque?a de estas quejas compuestas por vejaciones, desapariciones, torturas, allanamientos ilegales y faltas en los procesos de detenci¨®n de ciudadanos. En 2007 solo hubo 17 quejas por ejecuciones extrajudiciales. El pico volvi¨® a llegar en 2011, cuando la comisi¨®n investig¨® 52 casos cometidos.?
Las cifras comenzaron a disminuir a partir de la salida de Felipe Calder¨®n de la presidencia, en 2012. Para 2013 la CNDH ya hab¨ªa registrado una reducci¨®n del 50% en las quejas, llegando a 811. Cerca de 40 fueron por asesinatos extrajudiciales. En 2014 se han recibido siete quejas por ¡°privaci¨®n de la vida¡±, ninguna de ellas por los hechos ocurridos el pasado 30 de junio en Tlatlaya, Estado de M¨¦xico, donde 22 civiles armados murieron tras un supuesto enfrentamiento con soldados.?
¡°No hemos recibido una queja de los hechos. Cuando se recibe una queja pedimos un informe a las autoridades y hacemos diligencias en el lugar de los hechos¡±, dice Paredes. La CNDH tampoco ha comenzado una investigaci¨®n de oficio, algo que ha indignado a las ONG. ¡°Hay un silencio total. No hay un solo pronunciamiento en lo del Estado de M¨¦xico. Es un asunto que debe investigarse sin lugar a dudas¡±, dice Araceli Olivos, abogada del Centro Miguel Agust¨ªn Pro Ju¨¢rez.?
El descenso de violaciones a derechos humanos coincidi¨® tambi¨¦n con la capacitaci¨®n otorgada por la CNDH a ¡°cientos de miles¡± de militares. Se cre¨® un protocolo para dejar claro a soldados y marinos los casos donde es correcto usar las armas de fuego. ¡°?nicamente cuando est¨¦ en peligro la vida de elementos o de terceros¡±, agrega el visitador.?
La situaci¨®n, sin embargo, no significa que haya justicia en los casos de abusos del pasado. Los tribunales siguen teniendo pendientes cientos de expedientes que deben de juzgar a militares. Las quejas ante la CNDH han motivado 495 denuncias penales. Solo 57 se han consignado ante un juez. El resto contin¨²a en la etapa de investigaci¨®n.?
El caso de Otilio Cant¨², asesinado en Monterrey en 2011 por soldados que le sembraron un arma para incriminarlo, lleva tres a?os aguardando justicia en un kafkiano proceso entre tribunales militares y civiles, que discuten qui¨¦n es competente para dictar una sentencia. Hasta mediados de este a?o el fuero militar se mantuvo vigente en M¨¦xico. Gracias a ¨¦l los militares que comet¨ªan delitos segu¨ªan sus procesos en tribunales castrenses, lo que obstaculiz¨® la justicia por muchos a?os, seg¨²n se?alaron varias ONG y organismos internacionales como la ONU. Una reforma al C¨®digo de Justicia Militar en junio pasado acot¨® el aforamiento y oblig¨® a que las violaciones graves a derechos humanos sean competencia de los tribunales civiles.
En un pa¨ªs donde el 98.5% de los delitos quedan impunes la sociedad aguarda a que los cr¨ªmenes cometidos por autoridades no abonen esa estad¨ªstica.
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