El encaje jur¨ªdico europeo de un posible ¡®s¨ª¡¯ en Escocia
Las instituciones insisten en que deber¨ªa salir de la UE y que su reingreso podr¨ªa retrasarse
La UE contiene el aliento ante el refer¨¦ndum en Escocia y sus potenciales consecuencias: casi una decena de pa¨ªses ¡ªReino Unido y Espa?a, pero tambi¨¦n Chipre, B¨¦lgica, Italia, Rumania o Eslovaquia¡ª tienen tensiones secesionistas en su interior y el sentido del voto escoc¨¦s, sea el que sea, puede suponer un cambio en las placas tect¨®nicas de la pol¨ªtica continental. Tanto la Comisi¨®n como el Consejo Europeo han adoptado en las ¨²ltimas semanas una postura de no injerencia para no influir en el resultado escoc¨¦s. Pero la posici¨®n de Bruselas en los dos ¨²ltimos a?os ha sido tajante: ¡°Si parte del territorio de un Estado miembro se independizara, los Tratados ya no se aplicar¨ªan sobre ese territorio¡±, seg¨²n el presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Barroso. Despu¨¦s llegar¨ªan las negociaciones, las dificultades t¨¦cnicas, los recovecos legales. Esas cosas. Nada insalvable, salvo quiz¨¢ un detalle espinoso: ¡°El peligro m¨¢s grave es que en varias fases del proceso puede llegar un veto por parte de cualquier pa¨ªs¡±, resume una alta fuente europea.
Bruselas se agarra a esa interpretaci¨®n ortodoxa, que apunta a una salida de la UE y la posterior adhesi¨®n en un plazo que podr¨ªa durar hasta 10 a?os, siempre supeditada a la cuchilla de la unanimidad. Esa es la letra de los Tratados. Pero en los ¨²ltimos tiempos se abre paso un an¨¢lisis menos rigorista (el preferido por los secesionistas), que permitir¨ªa un reingreso m¨¢s r¨¢pido. Y se basa en una premisa: el debate importante no es jur¨ªdico, sino pol¨ªtico.
Con voluntad pol¨ªtica y pragmatismo los tratados son maleables: tambi¨¦n hab¨ªa una cl¨¢usula europea de no rescate; al estallar la crisis, Berl¨ªn y compa?¨ªa encontraron la manera de ayudar a Grecia. ¡°La voluntad pol¨ªtica puede decantar una interpretaci¨®n m¨¢s o menos flexible¡±, se?ala una fuente de la Comisi¨®n, ¡°pero aun as¨ª hay cosas que no van a cambiar: si ganara el s¨ª, Escocia saldr¨ªa de la UE y tardar¨ªa en ser readmitida. La clave es cu¨¢nto tiempo. Pero la clave de todas las claves es la restricci¨®n que impone cualquier posible veto¡±.
La visi¨®n ortodoxa
Apenas hay doctrina sobre un asunto que hasta hace poco quedaba en las procelosas aguas de lo hipot¨¦tico. Pero los l¨ªderes de la Uni¨®n llevan una d¨¦cada haciendo declaraciones que parec¨ªan variaciones sobre el mismo tema: la secesi¨®n provoca la salida inmediata del club y el inicio de un complicado proceso de adhesi¨®n ajustado a los procedimientos (art¨ªculo 49 del Tratado de Lisboa).
El jurista Jean-Claude Piris, m¨¢xima autoridad legal del Consejo durante 20 a?os, asegura que ese es el camino, aunque admite que hay formas de acelerarlo. Eso s¨ª, la rapidez depende de muchos factores: ¡°?Edimburgo y Londres acordar¨¢n r¨¢pidamente lo relativo a la moneda, a los asuntos militares o la deuda? ?Escocia ser¨¢ reconocida r¨¢pidamente como un Estado por los Veintiocho? ?El Consejo Europeo admitir¨¢ a Escocia con rapidez y un¨¢nimemente como candidato? Si esas tres preguntas se responden afirmativamente, entonces se podr¨ªa activar una v¨ªa r¨¢pida. Salvo en el caso de que Escocia insista en derogar los compromisos relativos a la aceptaci¨®n del euro y Schengen, y excepto si espera obtener un cheque como el brit¨¢nico del presupuesto europeo¡±, afirma rotundo Piris.
La visi¨®n flexible
Los independentistas en Escocia y Catalu?a y algunos juristas destacados insisten en que se puede flexibilizar y agilizar la adhesi¨®n sin violentar la letra ni el esp¨ªritu de los Tratados, resume Ignacio Molina, del Instituto Elcano. Para ello hay dos posibilidades: una flexibilizaci¨®n de las normas sobre ampliaci¨®n (una versi¨®n agilizada del art¨ªculo 49) o incluso una base jur¨ªdica m¨¢s imaginativa a trav¨¦s de la reforma de los tratados (usando el art¨ªculo 48, que requiere solo mayor¨ªa simple). Sionaidh Douglas-Scott, profesora de Derecho Comunitario de Oxford, defiende que Escocia podr¨ªa acogerse a la v¨ªa r¨¢pida: ¡°Ser¨ªa incluso posible que no tuviera que abandonar la UE¡±. Seg¨²n ese punto de vista, el art¨ªculo 48 de los Tratados (que permite la modificaci¨®n expr¨¦s del esqueleto legislativo comunitario a petici¨®n de uno de los Estados miembros) deja un resquicio que permitir¨ªa una ampliaci¨®n interna, desde dentro de la propia Uni¨®n, mucho menos traum¨¢tica que por la v¨ªa convencional. ¡°Hay diversas opciones legales, y no solo una como sugiere Bruselas. Y al final prevalecer¨¢n las razones pol¨ªticas sobre las jur¨ªdicas¡±, a?aden el parlamentario escoc¨¦s Alyn Smith y el acad¨¦mico Nicola McEwen. ¡°Los Tratados son lo suficientemente ambiguos si hay voluntad pol¨ªtica. Es absurdo decir que somos un pa¨ªs tercero: no somos los B¨¢lticos, somos europeos, y tenemos un caso s¨®lido como para defendernos¡±, se?ala Smith.
?Cambios en Bruselas?
Bruselas sol¨ªa ser terminante al respecto. Y aun as¨ª no cabe descartar un giro pragm¨¢tico en funci¨®n del voto en Escocia. La presidencia italiana de la UE admite que se estudian ¡°las posibles implicaciones¡± del refer¨¦ndum, seg¨²n el ministro Sandro Gozi. Y como respuesta est¨¢n previstos varios escenarios, asegura Gozi, y no s¨®lo uno (salida de la Uni¨®n y posible readhesi¨®n por los cauces habituales), pese a lo que ha contado la Comisi¨®n en mil y una ocasiones. ¡°Podemos hacer todo tipo de c¨¢balas, pero eso no va a evitar que persista una dificultad mayor: ese fantasma del veto que siempre recorre Europa¡±, cierran fuentes europeas.
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