La nueva clase media, clave en las elecciones brasile?as
Los 30 millones de nuevos consumidores salidos de la pobreza tienen la clave de las pr¨®ximas presidenciales. Su decisi¨®n no ser¨¢ homog¨¦nea
Los 30 millones de brasile?os que salieron de la pobreza e ingresaron en la clase media, gracias a los Gobiernos de Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva, decidir¨¢n probablemente el resultado de las elecciones presidenciales del 5 de octubre, a la que est¨¢n llamados 142 millones de electores.
Una de esas personas es Kellia de Oliveira, de 29 a?os, que no sabe cu¨¢ndo podr¨¢ ser madre. Su marido no tiene prisa, pero les preocupa c¨®mo mantener a un hijo. ¡°?C¨®mo alimento a un ni?o con lo que entra en casa?¡±. La renta familiar coloca a De Oliveira y a su pareja en la nueva clase media de Brasil, la llamada clase C. Casi 100 millones de brasile?os, a partir de los 15 a?os, viven con sueldos parecidos al suyo, de hasta tres veces el salario m¨ªnimo, fijado en?724 reales, unos 300 d¨®lares.
Se trata de una clase social de nuevos consumidores, clave desde un punto de vista electoral.?¡°En cualquier pa¨ªs, la clase media decide el segundo turno de una elecci¨®n. Pero la clase C de Brasil podr¨ªa decidir por s¨ª sola, si no fuese porque no es una clase homog¨¦nea, con diferentes ideolog¨ªas¡±, explica Marcelo Neri, investigador de la Fundaci¨®n Get¨²lio Vargas. ¡°Las aspiraciones de la clase media aumentaron, no solo por bienes y servicios, sino por la calidad de la salud, la ense?anza o el transporte. Esa clase media est¨¢ pagando m¨¢s impuestos y demanda m¨¢s del Estado. La renta de los grupos m¨¢s tradicionales con salarios m¨¢s altos, que viven en capitales y no en la periferia, aument¨® menos que la de las clases m¨¢s humildes, lo que los sit¨²a ideol¨®gicamente contra el Gobierno actual¡±, mantiene Neri.
Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), contaba, hasta la aparici¨®n de Marina Silva, del Partido Socialista Brasile?o (PSB), en la carrera electoral, con la simpat¨ªa de las familias m¨¢s humildes, y perdi¨® apoyo con las familias con ingresos de hasta 1.590 d¨®lares mensuales. Hoy, Silva, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, supera a la presidenta entre los m¨¢s ricos de esa clase media, cuya aparici¨®n durante el mandato de Lula fue calificada como el ¡°milagro¡± brasile?o. El sueldo de De Oliveira como auxiliar contable en una peque?a editorial solo supera los 1.600 reales (660 d¨®lares) cuando renuncia a sus vacaciones. Entonces, tiene algo m¨¢s de dinero, pero no tiempo para gastarlo. Su rutina est¨¢ plasmada en una hoja de Excel. Una aver¨ªa en casa o un gasto mal calculado suponen entrar en n¨²meros rojos en un d¨ªa a d¨ªa en el que no puede pagar casi nada al contado. ¡°Vivo en funci¨®n de mi tarjeta de cr¨¦dito. Raro es el mes que me sobra algo para una emergencia¡±, afirma. Criada en un pueblecito donde ni siquiera hab¨ªa escuela, su estatus es mucho mejor de lo que esperaba hace unos a?os. Sus padres, un obrero y una limpiadora, nunca ganaron ni ganar¨¢n su sueldo. La joven es la menor de cuatro hermanos y la primera que ha superado la ense?anza b¨¢sica.
Sin embargo, frunce el ce?o cuando se le pregunta sobre el milagro de sacar a 30 millones de brasile?os de la pobreza. Es lo que los economistas consideran la paradoja de la nueva clase media brasile?a. ¡°Esa franja de poblaci¨®n, a la que el PT sac¨® de la pobreza y coloc¨® con un contrato de trabajo y garant¨ªas de cr¨¦dito, ahora, como ve que paga impuestos, empieza a fijarse en otras alternativas pol¨ªticas adem¨¢s de la del PT y mira m¨¢s a la derecha¡±, explica Luiz Carlos Mendon?a de Barros, exministro de Comunicaci¨®n en el Gobierno Cardoso y ahora director de la agencia Questinvest.
De Oliveira no se inclina hacia la derecha, pero no quiere volver a votar al PT. Como apunta la encuesta de Datafolha del pasado d¨ªa 10, el partido de Rousseff pierde adeptos entre quienes ganan de 2 a 5 salarios m¨ªnimos al mes, aunque se mantiene l¨ªder entre los m¨¢s pobres.
Las propuestas de los candidatos, a¨²n sin medidas espec¨ªficas, pasan por mantener la inflaci¨®n, una de las mayores preocupaciones del Gobierno, por debajo del 6,5% y reducir la tasa de inter¨¦s, que determina desde el coste de los cr¨¦ditos a los beneficios de las cuentas de ahorro. Cuestiones clave para una clase emergente que depende de los bancos.
¡°Ya vot¨¦ sin saber nada del programa o del candidato, pero hoy ya me pregunto: ?qu¨¦ me est¨¢n ofreciendo? Ahora intento informarme, desde los derechos de las mujeres hasta sus propuestas en educaci¨®n y salud¡±. Con los programas a¨²n sin definir o abiertos, De Oliveira no tiene nada claro qu¨¦ votar¨¢ el 5 de octubre.
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